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Ángel Rangel: “Gobierno desconoce vinculación entre riesgo y desarrollo”

  • Para los investigadores es imperativo incluir la variable riesgo en los planes de desarrollo del país.
  • Desarrollan iniciativa enfocada en la gestión del riesgo y acción ante desastres.

Lisbeth Bernal / Departamento de Información y Medios USB.-

Rangel se mostró convencido de que la solución está en la planificación que toma en cuenta la variable riesgo.

Con testimonios gráficos, el profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Ángel Rangel, mostró la importancia de tomar en cuenta la variable riesgo a la hora de diseñar los planes de desarrollo de la nación. Las experiencias que demuestran la vinculación entre el riesgo y el desarrollo son muchas, pero lamentablemente todavía hoy pareciera que quienes poseen poder de decisión en las instancias gubernamentales la desconocen, expresó durante el Foro sobre Riesgo y Desarrollo, Aspectos Urbanos y Tecnológicos, realizado bajo la coordinación de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat y el Grupo de Investigación Vida Urbana y Ambiente de la USB, el miércoles pasado.

La experiencia más dolorosa, dijo, se vivió en 1999 cuando ocurrió el deslave en el estado Vargas. Ahí, explicó, se evidenció la falta de planificación en el ordenamiento territorial, lo que ocasionó numerosas víctimas al permitirse la construcción en zonas inadecuadas por los riesgos que presentan.

La falta de previsión, denunció, es permanente y la sufren los sectores más pobres del país, que además tienen menos capacidades para recuperarse. Por eso, afirmó Rangel, es tan importante incorporar la variable riesgo y rescatar la ley que se elaboró sobre este tema y que actualmente parece letra muerta.

“Si la planificación se hace correctamente es posible minimizar el riesgo de desastres y evitar los altos costos que implican los procesos de recuperación y si prevenimos los riesgos automáticamente promovemos el desarrollo, es un círculo porque riesgo y desarrollo forman una relación indisoluble que garantiza mejoras en la calidad de vida de los habitantes, de lo contrario, observaremos más pobreza, más víctimas y menos desarrollo”.

Desde hace tiempo, mencionó, se culpa a la lluvia por cualquier problema como el colapso de un puente, el derrumbe de una vía o el desbordamiento de una quebrada, cuando en realidad la causa está en la falta de planificación, porque si se le hace el debido mantenimiento a la infraestructura y se realizan los trabajos que el proceso de planificación indica, no sucederían los desastres que se ven a diario o, por lo menos, no ocurrirían de manera tan frecuente, ya que tras su experiencia como Director Nacional de Protección Civil, pudo constatar que todos los días se caen de los cerros varias viviendas. Lo más dramático, añadió, es que la densidad demográfica en ellas es abrumadora, debido a que se tratan de viviendas en donde pueden llegar a habitar hasta 20 personas en un espacio de 30 metros cuadrados. Esto lo observó de cerca cuando debió desocupar 182 casa en el sector Santa Ana de Carapita, ante el inminente peligro de derrumbe. La última casa, recordó que logró desocuparla unas horas antes del desastre por la negativa de sus habitantes a salir de ella.

“Cuando surgen estos desarrollos no permisados, creo que también surge la posibilidad de consolidarlos, siempre que se tome en cuenta el riesgo”. En el caso de Carapita, su consolidación fue imposible pues habían construido sobre los desechos de una cantera.

De acuerdo a cifras de la Cepal, Rangel reveló que en Latinoamérica y el Caribe las pérdidas ocasionadas por desastres alcanzaron los 49 mil millones de dólares y más de 13 millones de afectados, solamente en 2010, lo que a su juicio deja claro el alto costo económico que acarrea la poca previsión de la variable riesgo.

 Acciones de reducción del riesgo

El pasado 13 de octubre se celebró el “Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres”.

Actualmente, Rangel, quien también es miembro de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, promueve una organización no gubernamental denominada Fundación Red de Solidaridad Ciudadana, creada con la misión de participar activamente en las acciones de reducción del riesgo de desastre.

“Nuestros esfuerzos están dirigidos al fortalecimiento y consolidación de la cultura preventiva de la sociedad, así como a asesorar y auspiciar la necesaria coordinación y las alianzas entre los distintos actores sociales (sector público, privado, organizaciones no gubernamentales y las propias comunidades) en todo lo relacionado al diseño e implementación de políticas, planes y programas vinculados a la disminución de la vulnerabilidad y el incremento de la capacidad de respuesta autónoma de las comunidades ante situaciones de emergencias y desastres. Todo ello en el marco del desarrollo sostenible, ambientalmente seguro, haciendo énfasis en la reducción de pérdidas humanas y materiales en eventos de riesgo socio-naturales”. (http://redsolidaridad.org.ve).

Según explicó, la idea es ofrecer soporte y asesoría técnica utilizando lo que han llamado enfoque de comunidad de práctica, que significa, “promover y fomentar alianzas entre el sector público, la empresa privada, la academia, los expertos y las comunidades, para construir, con la participación de todos, conocimientos, capacidades y acción proactiva para la preservación de la vida y el ambiente”.

Su misión, informó, se orienta además hacia “la organización y consolidación de un sistema de redes locales para la gestión del riesgo, la atención de emergencias y desastres, y de adaptación al cambio climático, que integre la participación voluntaria, concertada y planificada de todos los actores involucrados, con criterios de ordenamiento territorial ambientalmente sostenible, que propicien el aumento de la resilencia y la reducción de la vulnerabilidad de las comunidades”. Cualquier persona puede unirse a esta iniciativa sin fines de lucro.

 Cuestión de respeto por la vida

Este foro fue moderado por la coordinadora del Grupo de Investigación Vida Urbana y Ambiente de la USB, Rosa María Chacón, quien al igual que el forista, resaltó la preocupación que poseen los especialistas del tema de riesgo por el poco interés que manifiesta el gabinete ejecutivo del Gobierno Nacional.

“Seguir formulando políticas públicas sin la debida planificación del riesgo es un irrespeto por la vida de los seres humanos”, opinó la profesora Chacón en esta cita en la cual, también intervino el presidente de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, Manuel Torres, destacando la iniciativa de la Comisión de Ambiente de dicha institución y del Grupo de Investigación Vida Urbana y Ambiente de la USB, en organizar un evento para debatir sobre la gestión de riesgos, “tema tan crítico e importante y que aún no se le ha dado el peso suficiente en los planes de desarrollo del país”.

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