Profesores acordaron levantar el paro aunque mantienen el conflicto

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

Los profesores de la Universidad Simón Bolívar acordaron hoy en asamblea levantar el paro indefinido de actividades docentes que mantenían desde el 30 de mayo pasado como medida para exigir mejoras salariales y en rechazo a la Convención Colectiva Única para el sector universitario.

Con esta medida, el profesorado uesebista se suma a la propuesta de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Fapuv, de suspender de forma temporal el paro de actividades, pero mantener el conflicto universitario, y hacer  una evaluación el próximo 14 de noviembre de los avances de las mesas de negociación que mantiene el gremio con el Ministerio de Educación Universitaria.

Otras dos de las resoluciones de la asamblea fueron solicitar al Consejo Directivo una reunión inmediata para evaluar la prosecución académica del trimestre abril – julio, y solicitar a este Consejo la reprogramación del trimestre, considerando a partir de hoy las 8 ó 9 semanas indispensables para finalizarlo.

El presidente de la Asociación de Profesores de la USB, Apusb, Rafael Álvarez, sostuvo que el conflicto universitario ha logrado ciertos avances. “Se logró el reconocimiento de la Fapuv como representante legítimo de los profesores universitarios, se estableció un acuerdo firmado de diálogo con el Gobierno y se cambiaron algunas de las cláusulas de la Convención Colectiva Única”.

Entre los avances en el contenido de la Convención, detalló, están el reconocimiento de las universidades como patrono de los profesores y trabajadores universitarios y de la Ley de Universidades y su Reglamento como únicos instrumentos para clasificar y evaluar a los académicos. “Se logró obviar la Convención Colectiva Única que aún no ha sido promulgada”.

Sin  embargo, expresó Álvarez, no ha habido avances en materia de presupuesto ni tampoco reconocimiento de las Normas de Homologación, tema para el cual ni siquiera hay una mesa de diálogo instalada. Tampoco, dijo, se ha avanzado en revertir las desmejoras que la Convención supone para los jubilados y pensionados.

“No se lograron los objetivos”

Para Daniel Álvarez, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes, FCE USB, el conflicto universitario no logró sus objetivos. “No se logró un compromiso para que el Gobierno parara la Convención Colectiva Única ni para que respetara la Autonomía universitaria. Sólo nos dieron paños calientes, al sector estudiantil un aumento del monto de las becas en 130 por ciento, nada más”.

Álvarez señaló que “en Venezuela nadie asume el reto de salvar el país de un Gobierno que no desea el bienestar y quiere imponer la barbarie sobre la razón. Parece que nos conformamos con ‘aumenticos’ mientras denigran y se burlan de los universitarios. ¿La Universidad está dispuesta a asumir la responsabilidad de dar la cara por el país?”

En esta línea, el profesor Omar Pérez, director de Desarrollo Estudiantil, apuntó que en las reuniones con representantes ministeriales en las que ha participado no se percibe “voluntad para mejorar las condiciones de las universidades, ni en materia presupuestaria ni para los estudiantes ni para los trabajadores. Claro que las condiciones no son iguales para todas las universidades, hay algunas que tienen mucho dinero, hasta les sobra dinero”.

Preocupación por el trimestre

Algunas intervenciones mostraron preocupación por el tiempo establecido por el Consejo Directivo para darle continuidad al trimestre abril – julio durante cinco semanas a partir del 16 de septiembre.

Daniel Álvarez, en representación de los estudiantes, exhortó a los profesores a ser conscientes de las consecuencias del paro de actividades para los estudiantes. “Nosotros decidimos apoyarlos en el conflicto, pero ahora necesitamos de su solidaridad y compañerismo para que no haya casos de materias mal dadas, contenidos impartidos de forma apresurada por el afán de terminar el trimestre en cinco semanas”.

El profesor Víctor Guzmán dijo que apelaría a la libertad de cátedra e impartiría las clases pendientes en el número de semanas que fuera necesario, mientras que la profesora Irmina Hernández señaló que había que respetar a los estudiantes e impartirles una educación de calidad.

Fotos: Javier Zamora