“Nada sustituye a la auténtica formación profesional impartida en las verdaderas universidades”

El rector Enrique Planchart impuso la distinción al profesor Carlos Pacheco.
El rector Enrique Planchart impuso la distinción al profesor Carlos Pacheco.

Carlos Pacheco, Profesor Emérito de la Universidad Simón Bolívar

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

Carlos Pacheco, Profesor Emérito de la Universidad Simón Bolívar, destacó la relación entre profesor y profesión y afirmó que, aunque instituciones recientemente creadas puedan atribuirse el rango de universidades, “nada sustituye a la auténtica formación profesional impartida, asimilada y evaluada en las verdaderas universidades, las legítimas herederas de la respetable tradición medieval que nos hace vestirnos aún hoy con estos atuendos un tanto clericales”.

Las palabras fueron parte del discurso del profesor Pacheco en el acto académico de conferimiento de la distinción de Profesor Emérito, celebrado el pasado 3 de julio, en reconocimiento a su excelencia académica y sus significativas contribuciones a la docencia, investigación y extensión durante su trayectoria de más de tres décadas en la USB.

El Profesor Emérito de la USB enfatizó la importancia del papel de los docentes universitarios “como profesionales capaces de profesionalizar a otros, en un sentido que no se aleja mucho de la transmisión práctica de un oficio que solían realizar los maestros artesanos con los aprendices en su taller”.

Pacheco consideró que la crisis actual en Venezuela, “la cada vez más obvia inviabilidad del actual proyecto de país, se explica en buena parte porque –desde el ministro hasta el ejecutor de un proyecto menor– el profesional calificado y con probada experiencia ha sido sustituido a lo largo de toda la hipertrofiada burocracia estatal por un funcionario obsecuente e ideológicamente monitoreado”. Una de las causas principales de los problemas del país, “es la ausencia de la formación y el buen criterio que poseen los verdaderos profesionales”, estimó.

CarlosPacheco (9) [640x480]En sus palabras, resaltó el valor que para él tiene el impartir conococimiento. “Si bien la actividad del profesor tiene muchas aristas y proyecciones posibles y también importantes, la que siento más central, la más cálida, la más gratificante es la docencia, el intercambio intelectual y humano que se establece y se aviva en el salón de clases cuando, luego de varias semanas de trabajar juntos, un simple agregado de individuos que no se conocían se ha transformado en un curso, con su dinámica propia e irrepetible”.

Pasión y compromiso

El profesor Arturo Gutiérrez Plaza, encargado del discurso de orden, realizó un recuento – desde su relación como alumno y colega, y también como amigo- de las contribuciones de Carlos Pacheco en el campo de la literatura latinoamericana y en el área institucional, a través de los cargos que desempeñó en la USB el recién investido Profesor Emérito. “Sus actuaciones, en cada circunstancia, se enmarcaron dentro de un espíritu de fomento del diálogo y la tolerancia, de la búsqueda de consensos, de la procura de acuerdos en aras de la preservación de los valores de excelencia, equidad y justicia que caracterizan y han caracterizado siempre a nuestra universidad. Esta actitud, que ha sido norte de toda su carrera universitaria, se ha puesto en evidencia en las diversas ocasiones en que le ha correspondido asumir funciones de dirección, tales como, además de la del Decanato de Postgrado, ya mencionada, las de Decano de Estudios Generales, Coordinador del Postgrado de Literatura o de la Editorial Equinoccio, entre otras”.

El profesor Arturo Gutiérrez Plaza fue el encargado del discurso de orden.
El profesor Arturo Gutiérrez Plaza fue el encargado del discurso de orden.

Gutiérrez Plaza contó un episodio de la vida de Carlos Pacheco para ilustrar cómo, “lejos del apego a una ortodoxia impositiva, reguladora de verdades, dogmas y creencias,  lo que siempre ha prevalecido en Carlos es una insobornable lealtad a la conciencia crítica y ética como fundamento de su actuación en la vida”.

Se refirió  a la expulsión de Pacheco de la Universidad Católica Andrés Bello, en 1970, por razones básicamente políticas, al organizar desde el Centro de Estudiantes, eventos que se consideraban extremistas para la época, “como un multitudinario y candente cine-foro sobre el documental La hora de los hornos, de Fernando Solanas, o una conferencia de Pedro Duno sobre el pensamiento filosófico de Lenin, en el centenario de su nacimiento, la cual trató de ser boicoteada por estudiantes que se oponían a este tipo de actividades”. Pacheco terminó en el exilio, en la Universidad Pontificia Javeriana en Bogotá, donde continuó sus estudios y obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras, con especialización en Literatura.

Gutiérrez continuó narrando que, “esta anécdota, me parece, nos da cuenta de una forma de ser y de actuar según la cual la única fidelidad en la búsqueda de la verdad, la justicia o la equidad estriba en los dictados de la propia conciencia, como resultado de la observación y el análisis de la realidad en su múltiple y diversa complejidad. Modo de acción, sin duda, vinculado estrechamente con el de un quehacer académico, siempre vigilante de resguardar la libertad de pensamiento, el diálogo enriquecedor, la pluralidad y la tolerancia, como garantías de convivencia”.

El acto de conferimiento de la distinción de Profesor Emérito a Carlos Pacheco fue presidido por las Autoridades Rectorales y contó con la proyección de un video sobre la vida personal y profesional de Pacheco, con testimonios de colegas, amigos y familiares, producido por la Dirección de Servicios Multimedia y la División de Ciencias Sociales y Humanidades.

El Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar acordó otorgar a Carlos Pacheco la distinción de Profesor Emérito el 15 de enero de este año.

 

Fotos: Javier Zamora

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