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Leyes a beneficio de la mujer no son concesiones sino resultado de la lucha de heroínas

Ana Lucina García Maldonado, impulsora de la Convención Belém do Pará

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Ana Lucina García Maldonado, presidenta de la Federación Latinoamericana de Abogadas (Fedla).

Stella Torcat / Departamento de Información y Medios USB.-

Ana Lucina García Maldonado, presidenta de la Federación Latinoamericana de Abogadas (Fedla) e impulsora, junto con otras venezolanas, de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, aprobada en Belém do Pará, Brasil- 1994, compartió sus experiencias en el proceso de creación de este instrumento jurídico internacional que busca subsanar las desigualdades de género, asegurando que “ninguna ley ni beneficio para la mujer ha sido por concesión, sino por la lucha de heroínas”.

Durante su intervención, en el foro organizado por el Centro de Estudios de Género de la USB (CEG- USB) y la Red Equality- Venezuela, administrado por el Parque Tecnológico Sartenejas, la abogada resaltó que “la violencia contra la mujer es la manifestación más cruel de desigualdad existente entre varones y mujeres de todas las sociedades del mundo”, un tema que para la época de creación de la Convención, era considerado tabú, “porque la violencia de hombre contra la mujer era vista como algo normal”.

García señaló que la Convención Belém do Pará fue el resultado de cinco años de trabajo en la Comisión Interamericana de Mujeres –CIM- de la Organización de los Estados Americanos –OEA-, dedicado a la defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de género en América. “Tuve el honor de participar y liderar el proceso de esta Convención, en la que participaron más de 500 personas incluyendo a representantes gubernamentales, diplomáticos y expertos de 34 países”.

Mediante un recorrido fotográfico de la época, la activista social presentó la estructura del documento, así como varios aspectos y anécdotas de la Convención: preámbulo, cinco capítulos, definición, ámbito de aplicación, derecho al protegido, deberes de los Estados, mecanismos interamericanos de protección y disposiciones generales; “toda la estructura que se hizo en el encuentro aquí en Caracas, fue respetada, y 1994, aprobada con unos pequeños detalles”.

El CEG- USB forma parte, además, del comité organizador nacional para conmemorar los 20 años de esta Convención, cuyo propósito “es proteger los derechos humanos de las mujeres y eliminar las situaciones de violencia que puedan afectarlas, ya que toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado”.

 Impacto mundial

De acuerdo con lo expuesto por García Maldonado, este documento jurídico fue traducido en lenguas indígenas de América y en casi todas las lenguas de Europa y, en consecuencia, alcanzó un impacto mundial, ya que es “el primer tratado internacional que se refiere a la violencia contra la mujer que ha sido catalogado, por algunos, de tan extraordinario como la prohibición de la esclavitud; se crea el derecho de la mujer de vivir libre de violencia tanto en el aspecto público o privado y además este documento rompe con el paradigma de Derechos Humanos, ya que hasta ese momento todo lo relacionado con Derechos Humanos era referido solamente al Estado, es decir cuando éste o sus agentes cometía una falta”.

 Femicidio

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Sonia Sgambatti, presidenta de la Federación Venezolana de Abogadas (Feva).

Otro de los temas tratados en el foro fue la aprobación de la reforma parcial de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia: Femicidio, a cargo de Sonia Sgambatti, presidenta de la Federación Venezolana de Abogadas (Feva).

Según explicó la abogada, los hechos delictivos que se incorporan en esta reforma parcial es el asesinato de mujeres como consecuencia de ser mujer o provocarlas al suicidio. “Esa situación de matar a la mujer se conoce en esta legislación como femicidio, que es la muerte de la mujer por el hombre por el hecho de ser mujer, pero también por machismo y sexismo”.

Destacó que al incorporar este tipo de delitos, serán ahora los tribunales de violencia contra la mujer los que se encargarán de juzgarlos y no los tribunales penales ordinarios.

Por su parte, la moderadora del evento y encargada del CEG- USB, profesora Lydia Pujol, expresó que entre los valores de la Universidad están la igualdad y la equidad, promovidos mediante acciones de docencia, investigación y extensión. “En la actualidad a través del CEG se está gestando en nuestra institución diferentes iniciativas para abordar la perspectiva de género de una forma más articulada, interdisciplinaria y transversal”, explicó.

Asimismo el vicerrector académico, Rafael Escalona enfatizó en la idea de una reivindicación justa de la mujer como miembro fundamental de la familia, ligada a la defensa de los Derechos Humanos, “entendiendo que existe una complementariedad indisoluble entre el hombre y la mujer y que ya es tiempo de que no sigamos hablando de guerra entre sexos sino que empecemos a hablar de comprensión y complementariedad entre los géneros”.

Al finalizar las ponencias la abogada García Maldonado recibió un Diploma de Reconocimiento por su contribución a la Defensa y Reconocimiento de los Derechos Humanos de la Mujer.

La actividad, se efectuó en el marco de la V Semana Latinoamericana y Caribeña en la Simón, coordinada por el Instituto de Altos Estudios de América Latina (Iaeal), adscrito a La Fundación de Investigación y Desarrollo de la Universidad Simón Bolívar (Funindes-USB), junto con unidades académicas y administrativas de la USB.

Fotos: Javier Zamora

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