Laszlo Sajo: “Necesitamos la energía nuclear para mantener la vida en el planeta”

Laszlo Sajo-Bonus, Profesor Emérito de la USB.
Laszlo Sajo-Bohus, Profesor Emérito de la USB.

Lisbeth Bernal / Departamento de Información y Medios USB.-

Por sus valiosas contribuciones a la docencia, investigación y extensión, en física nuclear, el profesor de la USB, Laszlo Sajo-Bohus fue distinguido el pasado martes con el título de Profesor Emérito de esta casa de estudios. El laureado académico expresó en el acto la necesidad de continuar desarrollando la ciencia nuclear como fuente de energía para mantener la vida en el planeta. “Debemos reconocer que la ciencia y, no solamente la nuclear, obtuvo inicialmente por parte del público, una aceptación, y en los últimos  tiempos un apoyo débil por decir poco, sin embargo, la investigación científica y el desarrollo tecnológico hoy en día son más necesarios que en el pasado para resolver algunos de los problemas más urgentes”.

Para el Profesor Emérito, actual coordinador del Doctorado Interdisciplinario de Ciencias de la USB, es importante que la sociedad mantenga una percepción más equilibrada de la ciencia y no recaiga en errores del pasado, para poder reconocer cuáles verdades aceptar y, sobre ellas, enriquecer los conocimientos y promover avances que atiendan los temas de mayor interés de la humanidad, ya que a su juicio, la radiación es importante, necesaria y forma parte natural de la vida. “Estamos rodeados de radiactividad”, afirmó. “De hecho, el cuerpo humano constituye una fuente de radiación”.

El distinguido profesor aprovechó la cita, no sólo para plantear el problema de percepciones de la ciencia, que considera promueven principalmente intereses económicos, sino también para proponer una solución que permita el necesario apoyo que requieren las ciencias.

La solución, explicó, “además de requerir un esfuerzo renovado, sacrificio e iniciativa con la riqueza imaginativa del latino, exige también un nuevo compromiso social a través del cual, los científicos se deben comprometer a responder las necesidades con el apoyo de la máxima administración del país y su aporte adecuado de financiamiento para un programa investigativo de continuidad”.

En ese sentido, aseguró que la academia es la única vía para formar, a los niveles más altos, a los futuros profesionales. “Nuestro claustro junto a los otros centros de educación superior tiene el deber de mantener la excelencia en las actividades de formación apoyándose en esa autonomía que se le ha concedido a lo largo de los decenios del pasado”, dijo, haciendo, al mismo tiempo, un llamado a reforzar el programa educativo para fortalecer la presencia venezolana en la frontera del conocimiento.

El profesor Sajo-Bohus ataviado con el traje académico de la Universidad de Birmingham, donde se graduó de Doctor en Física (Applied Nuclear Science), también manifestó que es imperativo reducir el impacto ambiental de la explotación de materia prima. Esto, aseguró que únicamente se podrá lograr mediante la aplicación de conocimientos científicos-tecnológicos, que “solamente la academia puede ofrecer” y sobre ello, mencionó importantes aportes que ha realizado la USB como su contribución en el desarrollo de una técnica nuclear que desactiva minas anti-persona, además de la aplicación de otros métodos nucleares para el estudio de la cultura de nuestros antepasados y la determinación de la dosis radiactiva en los astronautas que se devuelven a la estación internacional espacial.

Una colaboración que, a su juicio, demuestra la capacidad del personal altamente especializado por esta universidad, es la participación uesebista en la construcción de una de las estaciones de medición del acelerador más grande del mundo instalado en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares. “Pocos están al tanto de que Sartenejas fue testigo del desarrollo tecnológico para la determinación directa de la barrera de potencial eléctrico en los transistores utilizando un método nuclear; de la producción de una serie de moléculas marcadas con material radioactivo empleado en el diagnóstico médico con técnicas nucleares; de la medición de material radiactivo natural en alimentos”, entre otras contribuciones citadas por el profesor Laszlo Sajo, quien no dudó en afirmar, tras analizar todos los desarrollos uesebistas, que “hemos sido pioneros en aplicaciones industriales, métodos nucleares, exploración y transporte del crudo”, pese a que tal enriquecimiento de conocimiento universal lo están realizando los egresados muy lejos de la USB.

Una vida de luchas

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El acto académico de conferimiento de la distinción de Profesor Emérito de la USB se llevó a cabo el 17 de marzo en el Paraninfo de la Casa Rectoral.

El profesor Sajo-Bohus nació el 23 de mayo de 1947 en Miskolc, Hungría, “un pueblito de un solo semáforo” y luego, hasta los 9 años, vivió en la ciudad de Budapest. Su vida, desde pequeño, ha estado rodeada de circunstancias adversas como la Revolución Húngara de 1956 que dejó la fatal cifra de 20 mil muertes y más de 200 mil refugiados, según expresó en el acto, el profesor Eduardo Greaves del Departamento de Física, encargado de presentar al Emérito.

Con 10 años de edad, Laszlo Sajo, junto a su padre, madre y dos hermanos, emprendió la huida a Viena. El viaje realizado por la carretera, gran parte a pie, sucedió en pleno invierno de 1957. Durante ese mismo año, contó Greaves, la Embajada de Venezuela le abrió las puertas a la familia, pagándole los pasajes hacia Caracas, ciudad en la que se instalaron. Posteriormente, el profesor Sajo-Bohus realizó en Europa sus estudios universitarios y doctorales sobre  la Ciencia Física Nuclear. 

A su regreso a Venezuela, en 1975, el Profesor Emérito diseñó y construyó su propia casa, se desarrolló como artista plástico (Talla en Madera), creó la Sección de Física Nuclear de la USB, así como el Laboratorio de Física Nuclear y, más recientemente, en 1992, el Repositorio de Desechos Radiactivos.

Hasta el presente, suman 40 años dedicados a la USB, a través de los cuales, le ha dado cursos de física básica y avanzada a más de 3 mil estudiantes, dirigiendo al mismo tiempo múltiples trabajos de grado, cerca de 200 contribuciones en congresos y 121 publicaciones, 102 de ellas arbitradas.

De acuerdo a Greaves, sus colaboraciones en instituciones de los Estados Unidos, Hungría, Italia y Reino Unido, entre otros países, no sólo han generado conocimientos, sino además han permitido el equipamiento de institutos nacionales.

Algunos de sus aportes más significativos en las ciencias nucleares, fueron resumidos por Greaves en los siguientes puntos: “desarrollo de técnicas de detección de la radiación; desarrollo y aplicaciones novedosas de detectores de trazas nucleares; técnicas nucleares en la industria; y nueva aplicación en energía nuclear para aceleradores de uso médico”.

Para el rector de la USB, Enrique Planchart, la vida del profesor Laszlo Sajo-Bohus es un ejemplo de excelencia y de dedicación al trabajo. Este premio, acotó, es muy importante porque nace de sus colegas y de su departamento.

“De nuevo –dijo-, la USB está de fiesta porque celebra uno de sus más brillantes profesores. Hoy la universidad reafirma sus valores y es trascendental que este tipo de actos sean públicos para promover y premiar los valores universitarios”, concluyó el rector.

El acto culminó con una fuerte ovación de pie, luego de que el profesor Sajo-Bohus recibiera de manos de las autoridades rectorales, el título de Profesor Emérito de la USB. Acompañaron al distinguido académico, los profesores Rita Gianvittorio y Andrés Sajo Castelli.

Fotos: Javier Zamora

 

 

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