Colette Capriles: Situación del país evidencia inmadurez política del venezolano

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Profesora Colette Capriles, primera invitada por la Apusb para los conversatorios sobre la situación del país.

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

Aun cuando el panorama cambia diariamente en Venezuela en torno a la negociación entre gobierno y oposición desde el pasado 29 de octubre con la mediación del Vaticano, Colette Capriles, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la USB, hizo algunas consideraciones en torno a este evento, entre las cuales destacó la salida pacífica, constitucional y electoral que plantea la oposición, a pesar de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, de anular el proceso de recolección de firmas para activar el Referendo Revocatorio  (RR) contra el presidente Nicolás Maduro.

Capriles, primera invitada por la Asociación de Profesores de la USB para los conversatorios sobre la situación del país, explicó que la ruptura del orden constitucional con la decisión del TSJ puso a la oposición en un terreno fuera del acto democrático más básico y que desconoce: el confrontacional, pues ya no hay reglas institucionales ni constitucionales para dirimir la crisis de gobernabilidad, política, social y económica que enfrenta Venezuela, y que es en estos momentos cuando “se evidencia la inmadurez política que padecemos, considerando que la vía de activación del RR que se estaba gestando con la recolección de las firmas era la única que tenía mayor posibilidad”.

Actualmente, la situación es grave, considera Capriles, se debe poner en orden las ideas, las tácticas y las estrategias, pues son muchos eventos funcionando al mismo tiempo, y se debe considerar que para ser exitoso en todos los campos donde actúe, la oposición debe ser un bloque monolítico, y no lo es, tiene fisuras, desencuentros y desacuerdos. “No todos los partidos están en la mesa de diálogo, y el caso de Voluntad Popular es el más evidente, que con su líder preso no tiene directrices”.

Por otra parte, dijo, está el reproche de la misma oposición y a la que contribuye la gente a través de las redes sociales; el costo del insulto es cero en estos medios y aumenta la polarización. La gente habla, entre otras cosas, de salir a la calle y que el gobierno reprima para que pague los costos de las represión. “Esos son costos que el gobierno no va a pagar, es una tesis absurda; el terreno de la confrontación lo maneja muy bien el gobierno y no teme pagarlo, más teme perder unas elecciones”.

La filósofa insiste en que lo que ha hecho más difícil enfrentar esta coyuntura es la inmadurez política, pues la gente quiere censurar a los políticos porque sí, y se ha convertido en un soberano salvaje. “Hay demasiada tensión que impide que la acción de la oposición sea más fluida y efectiva”.

La crisis que afecta a todo el hemisferio y está autocontenida disparó las alarmas internacionales, dijo la profesora, y no es el gobierno el que solicita el diálogo pero el gobierno hace bien su trabajo de hacer creer que desde allí surgió la petición, cuando sabemos que la mediación externa fue solicitada por la oposición. “Anteriormente, el papel de ‘correveidile’ de Zapatero y la intervención de la Unasur implicó un plan parecido al del domingo (29-O), cuando se produjo el primer acercamiento entre los dos sectores y surgieron los puntos de la agenda, pero la oposición hizo un mal manejo del diálogo”.

Para Capriles, definir qué se quiere desde la oposición es un dilema estratégico, y debe decidir si utiliza todos los recursos: diálogo, calle, Asamblea Nacional con agenda del revocatorio, porque, considera, sí hay tiempo, “el registro del CNE con las captahuellas se hace en tiempo real, técnicamente no habría problemas, y negociar las elecciones adelantadas, además de otros proyectos que debe haber”.

Por parte del Gobierno, Capriles piensa que debe haber mejor asesoría, especialmente para el Presidente, que denigró y se burló del diálogo, “debe haber un asesor externo que le diga que baje el tono de la confrontación y la burla”.

Otro elemento que debe considerarse en estos momentos es la desconfianza mutua, que Capriles considera es el mayor legado de Chávez, y ese es un trabajo interno necesario en la MUD.

Capriles reflexiona en que cada quien debe ser fanático de la moderación, pues hay una responsabilidad comunicativa en la que no debe faltar la narrativa del encuadre democrático, pacífico y electoral. “No debemos ser duros con la dirigencia política, y el que se atreva a hablar pues que esté dispuesto a asumir las consecuencias. Desde la oposición existe mucha confusión donde se da un permanente conteo de daños y no de los logros, que han sido muchos. Nos falta el framing, la confianza mutua, claridad, estratégica ante un juego con reglas nuevas y con otro lenguaje, y mucha disciplina, resignificación en estos escenarios nuevos con una situación crítica, difícil donde no hay solución inmediata”.

Foto: Cindy Anselmi

 

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