“La Universidad, como Sofía Imber, es irreductible”

La Universidad Simón Bolívar tenía previsto para el martes 21 de febrero realizar el acto de conferimiento del Doctorado Honoris Causa a Sofía Imber, otorgado por el Consejo Directivo el 16 de noviembre pasado, en reconocimiento a su destacada trayectoria profesional y sus contribuciones significativas al progreso social y cultural del país. El profesor Daniel Varnagy fue el encargado de redactar el discurso de orden del acto que sería mañana

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

En el discurso de orden que leería en el acto de conferimiento del Doctorado Honoris Causa de la USB a Sofía Imber, el profesor Daniel Varnagy destacó que la fuerza que demostró a lo largo de su vida se parece a la de Universidad Simón Bolívar: “Nada nos detiene, nada nos derrumba. Ni siquiera el profundo desprecio de algunos personeros en altísimos estamentos del poder al saber, al arte, a la ciencia o a la conciencia. La Universidad que te otorga el Doctorado que tú recibes hoy es como tú: irreductible”.

Ser la primera universidad venezolana en otorgarle la máxima de las distinciones académicas, es una muestra de agradecimiento a la “trayectoria excepcional” de Imber, pero sobre todo un mensaje al país: “la honestidad intelectual, el trabajo, el esfuerzo, la transparencia, la disciplina y el amor por la ‘ciencia, la conciencia y la verdad’, son elementos absolutamente fundamentales para la construcción del país libre, justo, abierto, brillante y democrático que todos, sin distingo, deseamos y merecemos. Tú nos muestras que dichos valores se traducen inequívocamente y de forma trascendente en que Venezuela será siempre una referencia mundial por la calidad positiva de su gente”.

La USB conferiría el Doctorado Honoris Causa en un acto que estaba previsto para el martes 21 de febrero, por “tu constancia y fiel determinación por darle a este país, en todos sus estratos sin excepciones, lo que tú siempre consideraste lo verdadero y lo trascendente”, escribió Varnagy sobre Imber, quien falleció la mañana de este lunes a los 92 años de edad, y expresó que Sofía sintió un “profundo y muy sentido agradecimiento con la USB por el inmenso honor de ser distinguida con el Doctorado Honoris Causa, el último de su extraordinaria vida”.

El conferimiento de la distinción reconoce “la magnitud del talento, del legado, de la determinación, de la exigencia inclemente para consigo misma y para con quienes la rodearon, que nos puso como venezolanos en un relieve mundial valorativamente positivo, y que hoy queremos y luchamos por recuperar. Su actitud ante la vida, la forma taxativamente firme de enfrentar retos y quehaceres, contribuyó a formar en este país a generaciones de venezolanos que no se conforman con lo fácil, con lo burdo y con lo bajo; sino que escogen para sí modelos de actuación constructivos, retadores e innovadores”.

Tres lecciones

Varnagy expuso las tres lecciones que, en su opinión, legó Imber. La primera, “La actuación excelente encierra en sí el conocimiento necesario para generarla”; según el orador, “Sofía lo hizo todo a partir de sí, construyendo una fortaleza, y convirtiéndose en una ‘Institución’”.

La segunda lección es “La determinación es el arma más poderosa con la que cuenta un ser humano”. Para Varnagy, “Sofía supo convertir en mecenas a quienes quizás no pensaban serlo, y a artistas prácticamente desconocidos en grandes protagonistas de la plástica mundial. La mejor colección de arte contemporáneo del continente por varias décadas se logró con una determinación que no admitía excusas, derrotas, enfermedades o retrasos”.

Como tercera lección, Varnagy apunta “La perfección puede ser una forma de obsesión que hace sufrir a quien la padece, pero exalta a quienes rodea”. En su opinión, la obsesión de Imber por “la consistencia, la coherencia y la perfección hasta en los detalles yo lo denomino excelencia. Y en eso, Sofía y la USB también se parecen mucho. La excelencia y la simpatía no siempre suelen ir tomadas de la mano; pero sí la excelencia y la exigencia. Para con uno mismo y para con los demás. Sofía personifica la ‘intransigencia’ para con la búsqueda de la excelencia”.