Providencias deficientes aceleran la deserción estudiantil

Directores de Desarrollo Estudiantil se reúnen en la USB

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

Servicios deficientes de comedor, transporte y atención médica y becas insuficientes son problemas con los que tienen que lidiar a diario los estudiantes universitarios y son causa de la deserción estudiantil, así fue manifestado en la Comisión Permanente de Directores de Desarrollo Estudiantil, cuya primera reunión del año se está realizando en la USB desde hoy y hasta mañana miércoles, a fin de que cada universidad exponga su situación en materia de servicios y providencias estudiantiles, para elaborar recomendaciones que esperan sean escuchadas por el gobierno.

La directora de Desarrollo Estudiantil de la USB, Morella Albert, habló sobre la situación de los estudiantes uesebistas, quienes como el resto de la población están afectados por la crisis socioeconómica y política del país, pero que como jóvenes se muestran mucho más preocupados por el futuro. “En nuestro servicio de orientación y atención psicológica hemos notado ansiedad y búsqueda de asesoramiento personal para la toma de decisiones de vida: ¿me voy o me quedo?”

Los retiros justificados que se tramitan por la Dirección de Desarrollo Estudiantil (Dide) reflejan, explicó, que los jóvenes necesitan parar sus estudios porque deben buscar trabajo para contribuir a la economía familiar, o porque necesitan tratamientos médicos que no se consiguen en el país.

En cuanto a los beneficios socioeconómicos, Albert indicó que hay 850 becarios en ambas sedes de la USB. “La beca acaba de pasar de 80 mil a 400 mil bolívares. Lamentablemente, cada vez que hay un aumento, los recursos no llegan de inmediato, sino a los tres meses”.

Albert destacó que las solicitudes de renovación de becas que se están recibiendo para el próximo trimestre se redujeron a la mitad. “Podría ser por la deserción estudiantil o porque el monto es insuficiente y los estudiantes desisten de hacer el trámite”.

El rector Enrique Planchart instaló la reunión con palabras de preocupación sobre el abandono de las aulas que también afecta a la Simón Bolívar. “En los tres últimos trimestres, 450 estudiantes regulares han dejado de inscribirse. Queremos saber por qué y por eso le escribí a cada uno de ellos manifestándoles lo importante que son para la Universidad y preguntándoles las causas por las que simplemente no se inscribieron más. Para mí ellos siguen siendo estudiantes de esta universidad y en lo posible queremos que reingresen y culminen sus estudios, pero necesitamos darles las condiciones para que lo puedan lograr”.

En lo que respecta a los servicios, el coordinador de la Comisión Permanente de Directores de Desarrollo Estudiantil y director de la Oficina de Desarrollo Estudiantil de la Unexpo, Ramón Sánchez, indicó que el servicio de comedor es intermitente en todas las universidades. “Desde que el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, asumió hace dos años el suministro de los insumos para las bandejas, quitándole autonomía a las universidades, el servicio de comedor ha desmejorado. Ni los cárnicos ni las hortalizas ni frutas llegan con regularidad, muchas veces la calidad de los insumos no es la mejor, y los comedores se ven obligados a elaborar menús que no cubren las necesidades nutricionales de un estudiante”.

Con el transporte ocurre otro tanto, señaló Sánchez, no hay presupuesto suficiente para mantenimiento preventivo y correctivo y las unidades paradas comienzan a verse en los patios universitarios. “Desde hace décadas a las universidades autónomas y experimentales no se les dota de vehículos nuevos para el transporte universitario”.

Los estudiantes también sufren por la atención médica limitada, explicó, pues la Fundación para el Servicio de Asistencia Médico Hospitalaria para los estudiantes de Educación Superior (Fames) ha venido cesando convenios con las clínicas y remite ahora a los estudiantes a la red de salud estatal (Barrio Adentro y CDI).

La comisión está integrada por once universidades (cinco autónomas y seis experimentales), de las cuales siete enviaron representantes a esta primera reunión de 2018.

 

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