Consejo Directivo de la USB desconoce las tablas salariales enviadas por la Opsu

Soraya Villarreal

Departamento de Información y Medios

Mediante un comunicado dirigido a la comunidad universitaria el Consejo Directivo de la USB hizo del conocimiento público la decisión de “desconocer las tablas salariales enviadas por la Opsu a todas las universidades, porque incumplen derechos irrenunciables, tales como permitir una vida digna a través de la satisfacción de las necesidades básicas”.

Este rechazo, reza el comunicado, está fundamentado en los preceptos de la Constitución Nacional vigente, “la cual establece, en sus artículos 87, 89 y 91, que el Estado no sólo garantizará el pago oportuno y suficiente para permitirnos vivir con dignidad y también cubrir las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales de nuestra familia, sino que también dispondrá lo necesario para mejorar las condiciones materiales, morales e intelectuales de los trabajadores, siendo nula toda acción que menoscabe los derechos laborales, así como cualquier disposición legal que pretenda alterar la progresividad de los derechos y beneficios laborales, ya que los mismos son irrenunciables”.

Este desconocimiento, además, se enmarca en la postura que ha sostenido esta Institución de mantener su autonomía, tal y como se estableció desde hace veintitrés años, por Decreto Presidencial Nº 755, publicado en la Gaceta Oficial 35.756 de fecha 18 de julio de 1995.

El Consejo Directivo de la USB invitó a toda la comunidad universitaria y a la opinión pública en general a “rechazar esta imposición y a manifestar su decepción y enojo con estas ‘Tablas Salariales’ que no sólo se han impuesto a esta casa de estudios sino que se han llevado a todas las instancias laborales del sector público en el país. El rechazo a este instrumento con el que desde la Presidencia de la República se pretende desconocer todas las contrataciones colectivas y acuerdos laborales existentes hasta ahora, intentando imponer un sistema de remuneraciones que hace del trabajo, de la superación y del reconocimiento a la dedicación y al empeño valores sin sentido, al proponer una igualdad que no es de derechos sino de recompensas proselitistas, colocando al mismo nivel a quienes se esfuerzan en aportar progreso y bienestar a la sociedad con quienes desconocen esos valores, constituye una acción, más que necesaria, absolutamente insoslayable en la actual coyuntura”.