La democracia como centro de reflexión en tres obras literarias

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

Elizabeth Valarino, autora de “Reportero en resistencia: la tinta indeleble de la libertad”, Thays Peñalver, autora de “La conspiración de los doce golpes”, y José Antonio Perrella, autor de “Ellos vivieron en el país porvenir”, hablaron de sus libros en la Universidad Simón Bolívar.

Son tres obras que sirven para comprender el pasado, presente y futuro de Venezuela, a juicio del profesor Daniel Varnagy, organizador y moderador del foro que se realizó en el atrio de la Biblioteca.

 

Creatividad e ingenio en la lucha por la libertad

“Reportero en resistencia: la tinta indeleble de la libertad” es una historia que retrata hasta dónde puede llegar el ingenio y creatividad de un ser humano prisionero y vulnerado en sus derechos más elementales.

Su autora Elizabeth Valarino, profesora titular de la USB, define el libro como una novela histórica, es la historia de su propio padre, Nerio Valarino, joven de la generación del 28, encarcelado por tres años en la prisión de La Rotunda por ejercer el periodismo clandestino de oposición a la dictadura de Juan Vicente Gómez. “Es una historia familiar, de mis padres y abuelos, y también es la historia de la dictadura y sus consecuencias en los humanos. Es una historia de los jóvenes que luchan por la libertad con sus sueños, ilusiones y errores”.

La doctora en Ciencias y psicóloga expresó que el libro está cargado de “fuertes emociones”, unas dolorosas, otras más positivas, y el lector puede observar el ingenio, creatividad, y resiliencia puestos en práctica por el reportero en resistencia para burlar las prohibiciones de comunicación con el exterior y para sobrevivir a la cárcel.

Valarino mostró una maleta conservada por la familia donde se guardaron las cartas secretas, escritas hasta en telas o papeles de cigarrillos, que hizo llegar su padre al exterior con ayuda de su entonces novia, la madre de la autora. Incluso el prisionero logró construir una camarita con la cual obtuvo el único reportaje gráfico que existe de La Rotunda.

La autora dijo que el dolor infligido a un preso, lo afecta tanto a él como a su familia y a las futuras generaciones. “El ser humano debe conocer su pasado, así sea de sufrimiento y de torturas, porque las secuelas de quien padeció, le negatividad, quedan expresadas en los genes y se transmiten a las generaciones siguientes, según la psiconeuroinmunología. Asumí como misión de vida reconstruir y contar esta historia para mi familia, los periodistas y los jóvenes que luchan por la libertad”.

Como mensaje final, Valarino dijo “debemos luchar por lo que creemos aunque no sea tarea fácil, aunque pongas en riesgo lo más valioso, tu propia vida”.

 

Democracia siempre amenazada e indefensa

“La conspiración de los doce golpes” es una obra que sirve para comprender el llamado socialismo del siglo XXI, cómo Venezuela llegó a la situación actual.

Thays Peñalver, abogada, experta en derecho parlamentario, político y constitucional, escribió el libro luego de una vasta investigación de catorce años, para derrumbar los mitos de los militares defensores de la institucionalidad y de la democracia arraigada y defendida por los venezolanos y su clase política. Lo hace desenmascarando la conspiración contra la democracia que comenzó a fraguarse en los cuarteles en el período 1961-1962. “La democracia, los únicos 40 años civiles del país, siempre estuvo bajo amenaza, desde el principio, por militares de izquierda y derecha, y nadie la defendió. Nunca hubo dignidad ni institucionalidad en las fuerzas armadas”.

Para Peñalver, mientras estaba en marcha la conspiración, la clase política socializaba con los militares, a quienes no percibían como amenaza, no los conocían ni entendían. “Los militares son políticos armados, siempre han querido tener el poder en Venezuela. Viajaron a Cuba y la URSS, con el uniforme venezolano, a adoctrinarse, la conspiración se hacía abiertamente”.

El intento de golpe de estado del 4 de febrero de 1992, indicó Peñalver, tenía como líderes a generales que estaban en servicio al lado del presidente Carlos Andrés Pérez. “Hugo Chávez no era el jefe de la conspiración”. Sobre el extinto presidente, Peñalver, quien trabajó más de 25 años en el desaparecido Congreso de la República, añadió que tras analizar sus innumerables horas de discurso en cadenas y el programa Aló, presidente, concluyó “cómo mentía y se desmentía”.

La autora señaló que hoy tampoco la clase política entiende “a qué nos enfrentamos”. “Quiero decirle a los venezolanos, a los militares la democracia les dio todo, y a pesar de eso, conspiraban. Esta reflexión la hice cuando me tocó cerrar la última puerta del Congreso Nacional, y fue cuando decidí escribir este libro”.

 

Un porvenir de esperanza

José Antonio Perrella, empresario venezolano, autor de la novela “Ellos vivieron en el país porvenir”, fue claro con la audiencia reunida en el atrio de la Biblioteca: “Hablo de esperanza, no de optimismo, porque no hay en el presente elementos para ser optimista”.

A través de la vida de los personajes, Perrella describe cómo será Venezuela en quince años y también explica cómo el país se convirtió en lo que es hoy. “He sufrido en primera persona el deterioro del país, sentí una gran necesidad de expresarme, por eso escribí este libro y lo quise hacer con propósito. Quería decir que Venezuela es una joya con una enorme potencialidad para que la reconstruyamos y logremos que se convierta en un país normal. Soy fiel creyente de que un cambio vendrá”.

A lo largo de la novela, contó, se van proponiendo ideas que podrían transformarse junto a otros, en proyectos para ese país que vendrá. “La educación tiene que ser el primer acto donde todos los venezolanos nos pongamos de acuerdo, y el Estado tiene que ser más pequeño y debe garantizar la evolución humana del venezolano mediante la educación, debe ser su gran misión”.

En lo económico, propone un “capitalismo consciente, donde haya ganancias y organización social, donde sea posible la transformación humana y económica del trabajador”, mientras que en lo político el sistema democrático es el modelo en ese futuro, “donde prevalezca la independencia de poderes y el escenario político sea multipartidista y se empeñe en rescatar el oficio del político con valores éticos y vocación de servicio público”.

En lo social, el autor vislumbra “una ciudadanía formada en valores, en esencia más fuerte porque se forjó en medio de crisis y sufrimiento”.

Fotos: Javier Perozo