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Pronunciamiento de la Apusb en respaldo a la AN

“Los profesores de la Universidad Simón Bolívar exigimos, de manera clara y firme, la restitución del Estado de Derecho en el país; de la misma forma en que lo han hecho ya diversos gobiernos en el mundo entero, tanto como múltiples organizaciones nacionales de carácter político, gremial, religioso, etc. Debe cesar de inmediato el irrespeto continuo y sostenido de la Constitución nacional, la cual, todos los venezolanos, estamos obligados a respetar y hacer cumplir, según lo dictamina el propio texto constitucional.

En tal sentido, desde la APUSB, en consonancia con lo acordado por su Junta Directiva recientemente, manifestamos nuestro inequívoco respaldo a las acciones emprendidas por y desde la Asamblea Nacional de Venezuela para restituir el orden democrático, a sabiendas de que este órgano goza de plena legitimidad para ello, pues es producto de la libre participación de los venezolanos, expresado en una elección completamente válida por donde se le mire. Los diputados integrantes de la Asamblea Nacional son hoy en día los auténticos e incuestionados representantes de la soberanía popular, y es allí en esa instancia donde debe resolverse la aguda crisis política que vive el país, como resultado del empeño de un régimen que pretende permanecer en el poder, apelando al resultado de las supuestas ‘elecciones’ de mayo pasado, dicho así entre comillas, ya que nadie, a lo interno y a lo externo, salvo quienes tienen por norma proceder alejados de la Constitución, las reconoce como valederas”, indicó hoy el profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB (APUSB).

Agregó Anseume: “Es la hora de la ciudadanía en Venezuela, la ciudadanía que exige respeto a la Constitución y las leyes, respeto a los Derechos Humanos y Políticos y respeto a las voces nacionales e internacionales que se decantan por un inmediato retorno de Venezuela al orden democrático, para que los venezolanos puedan dejar atrás la opresión del mejor modo posible; es decir, sin violencia ni alteraciones del orden público, que nadie en la oposición democrática quiere, y atendiendo las necesidades básicas de los ciudadanos como lo indican todos los instrumentos internacionales firmados por el país. Es un hecho tangible que el ejercicio de la autoridad está hoy altamente cuestionado en Venezuela y fuera de ella, por la carencia de autenticidad en las elecciones que sirvieron de justificación para este arrebato del poder ejecutivo. Con base en la constitucionalidad es que debemos orientar la resolución de la honda crisis política que atravesamos, a la cual calamitosamente nos llevó la revolución bolivariana y la complicidad y anuencia de todos quienes en la práctica han resultado ser sus copartidarios y/o usufructuarios”.

Por su parte, el Secretario General de la APUSB, profesor Luis Buttó, indicó: “La única ruta, por ser la más sensata y prudente, para superar la inocultable y dramática situación de inestabilidad política, social y económica que experimenta el país, es avanzar de manera firme y sostenida hacia un proceso de transición, donde el sistema político resultante no incurra de nuevo en la nefasta y arbitraria conducta de proceder al margen de lo establecido en la Constitución y las leyes nacionales. De lo contrario, no habrá organicidad ni estabilidad política alguna y la sociedad venezolana continuará sufriendo los estragos, ya incuantificables, del empeño irracional de mantener el poder más allá del real respaldo popular. Como ha quedado demostrado, la Asamblea Nacional tiene un papel fundamental que jugar en este sentido y para ello requiere el apoyo y acompañamiento de la ciudadanía consciente y decidida”.

Añadió Buttó: “Es tiempo de hacer respetar el mandato de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual es firmante Venezuela, y que establece con todo claridad en su artículo 21 que la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público y que esa voluntad se expresará siempre mediante elecciones auténticas. Unas elecciones donde la mayoría del país elector, en evidente actitud de protesta, se abstuvo de concurrir, realizadas sin la participación de los factores mayoritarios de la oposición, y cuyos resultados no lograron sumar el indispensable reconocimiento de la comunidad internacional, no pueden otorgar legitimidad verdadera. Como sociedad, debemos avanzar a un proceso de transición durante el cual se pueda organizar un acto eleccionario transparente, signado por la igualdad de condiciones y oportunidades, bajo la imparcial observación de factores nacionales e internacionales, de tal forma que los resultados obtenidos reflejen a carta cabal el real y mayoritario sentir de la población venezolana. Sólo así podremos dejar atrás la turbulencia que estamos viviendo y que nos mantiene a todos en ascuas, sin poder apostar por un futuro digno y próspero, como es la aspiración de todos los que vivimos en esta tierra y de los millones de nosotros que han tenido que abandonar su patria, en la búsqueda de mínimas y satisfactorias condiciones de vida, como no había ocurrido antes en cualquier otro período de la historia nacional”.

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