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Apusb: “El trabajador venezolano está completamente desamparado”

La junta directiva de la Asociación de Profesores de la USB (Apusb) se pronunció sobre el reciente aumento del salario mínimo.

El presidente de la Apusb, William Anseume, destacó que “el desgobierno que niega toda condición de vida decente a los venezolanos se ufana de haber elevado el salario mínimo y la bonificación alimentaria. En la práctica, esto no es más que otro episodio del tortuoso y constante atropello al que han sometido a los trabajadores venezolanos”.

Para Anseume, “no es un aumento real, sino un ajuste nominal, realmente miserable”; además, el ajuste “ahonda en las causales de la problemática laboral del país, pues el sueldo base, por lo pírrico que es, en nada o muy poco incide en los elementos de la protección social: prestaciones sociales; cajas de ahorro; institutos de previsión social que se encargan de la protección en cuanto a seguros médicos, funerarios, de vivienda y vehículos; recreación; protección gremial y/o sindical de empleados y obreros”.

En consecuencia, destacó, “hoy en día, el trabajador venezolano está completamente desasistido, desamparado, sin ningún interlocutor válido para la discusión de sus condiciones laborales. No se cumple para nada lo estatuido por la Organización Internacional del Trabajo para las discusiones de las convenciones colectivas y para la discusión tripartita de los sueldos y salarios. El concepto trabajo y remuneración es inexistente en Venezuela”.

Por su parte, Luis Buttó, secretario general de la Apusb, señaló que “en el sector universitario las condiciones laborales son deleznables. El problema no son sólo las remuneraciones de hambre, situación, entre otras, que genera la indetenible diáspora del profesorado y que impide que se encuentren estímulos suficientes y valederos para que se produzcan nuevos ingresos. Es también la desprotección social (ahorro y salud), la de mayor magnitud en la historia universitaria del país. Es también el tratamiento desconsiderado para con los profesores jubilados y/o pensionados que sufren un sostenido proceso de exclusión”.

Asimismo, indicó Buttó, la situación de deterioro de las universidades “imposibilitan el mínimo desempeño de la docencia, la investigación y la extensión, pues cuando no fallan los servicios de agua, luz, internet o teléfonos, el gobierno nos deja sin transporte, como ocurre actualmente en la USB. Es el caos deliberadamente hecho cotidianidad por aquellos a quienes en lo absoluto les preocupa la prosperidad de los habitantes de este país, aquellos cuyo único móvil existencial es la permanencia en el poder”.

Buttó expresó que “laboralmente hablando, no puede sino puntualizarse que la autodenominada revolución bolivariana  ha destruido la universidad y le ha restado todo sentido práctico al trabajo, incluso a la educación. El desaliento que en este sentido cunde en porciones significativas de nuestra juventud es abrumador. Los universitarios no podemos tolerar esta situación. Los trabajadores venezolanos en general no podemos aceptar que se nos someta a este cuadro de calamidad que expresa la aspiración de destruir la sociedad, al golpear sin prurito ni contemplación sus bases fundamentales: educación y trabajo. Sin cambio político no hay futuro alguno en este país. Eso debemos entenderlo y por eso debemos contextualizar adecuadamente la lucha laboral que estamos obligados a realizar en las actuales circunstancias”.

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