Rector exhorta a profesores a hacer uso inteligente de la tecnología para mantener funciones académicas

Reunión con profesores de la División de Ciencias Sociales y Humanidades

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

Usar de manera inteligente la tecnología disponible para ofrecer cursos y actividades académicas y permitir que los estudiantes se mantengan al día en sus clases, fue una de las invitaciones hechas por el rector Enrique Planchart a los profesores de la División de Ciencias Sociales y Humanidades con quienes sostuvo una reunión recientemente.

Después de explicar la situación crítica por la que atraviesa actualmente la universidad, agravada durante el pasado mes de junio cuando debió suspenderse el transporte estudiantil y de personal por la falta de pago por parte del MEU, el rector Planchart comentó que la USB no está preparada para prescindir de la presencialidad, pero debe usar al máximo la tecnología para minimizar el impacto de la crisis de transporte y comedores y tener cómo atender los procesos académicos, a través del Sistema de Gestión Académica.

Para el Rector, los grandes peligros que enfrenta la universidad son el vacío de sus instalaciones, pues 80% de la comunidad uesebista depende del servicio de transporte, “esa es una realidad que salta a la vista”, y el deterioro, que también es evidente, pues desde hace varios años no ha habido presupuesto para infraestructura, recordó.

Enrique Planchart, rector USB.

Planchart hizo un recuento de cómo ha ido aumentando la asfixia económica con presupuestos que no llegan a cubrir un trimestre de mantenimiento ni de gastos de funcionamiento de la universidad. “El presupuesto asignado no llega ni a 8% de lo que la universidad necesita, y prácticamente se agota durante los dos o tres primeros meses del año; el resto de los meses se cubren con las llamadas maquetas, un presupuesto que se proyecta mes a mes y que debe ser aprobado por el MEU para que envíe los recursos que solo van a sueldos y providencias estudiantiles”.

Propuestas para paliar la crisis

A pesar de que no hay muchas esperanzas de que el MEU honre la deuda del servicio de transporte y envíe recursos para reactivar las rutas, el Rector dijo que la universidad tiene que seguir luchando por el servicio.

Existen algunas propuestas que se han estado evaluando, dijo Planchart, como rutas circulares que lleguen hasta Sartenejas, la implementación de un pasaje mixto que se cubra entre los usuarios y un subsidio; también se busca un acuerdo con la gobernación de Miranda para activar una ruta de Transmiranda, entre otras.

Una vez abierto el derecho de palabra, varios profesores coincidieron en buscar otras opciones como el apoyo de las embajadas del mundo libre, propuestas hechas Carolina Guerrero y Yudey Rodríguez, profesoras del Departamento de Ciencias Sociales, quienes sugirieron la búsqueda de donaciones, “aunque se trate de un trabajo titánico porque no tenemos una estructura creada para esto”.

María Elena Ludeña, sugirió una campaña de sensibilización para decirle al país lo que ocurre en las universidades; “organizar tuitazos para posicionar en las tendencias y hacer visible nuestra causa; no la podemos dejar morir a la universidad”.

Jonás Estrada, propuso tocar las puertas de las alcaldías de Baruta y Chacao para lograr que algunas rutas lleguen hasta la USB, además de seguir buscando el apoyo de universidades y otros organismos internacionales.

Sobre estas propuestas el Rector explicó que se han realizado algunas reuniones con las alcaldías tratando de solventar el problema del transporte, pero son diligencias que requieren tiempo.

En lo que corresponde a la ayuda internacional, el Rector comentó que se ha buscado este tipo de ayuda sin embargo, aparate de que toma mucho tiempo, existen demasiadas trabas impuestas por el propio gobierno venezolano, y a pesar de que hay muchas ofertas para ayudar a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, “quien las acepte queda clasificado como traidor a la patria”.

Lo ideal, dijo Planchart, es conseguir apoyo de organismos internacionales como el BID o la CAF, “y lo estamos haciendo; la USB no está de brazos cruzados, pero septiembre está a la vuelta de la esquina y debemos comenzar el próximo trimestre aun con la crisis del transporte; la universidad no se puede parar”.

William Anseume, profesor del Departamento de Lengua y Literatura y presidente de la Apusb, consideró que el gobierno está atacando a la Simón Bolívar en su flanco más sensible y que comparte la preocupación de las autoridades en cuanto a mantener el funcionamiento de la Universidad. Sin embargo, expresó, “también nos preocupa el abandono del campus, la excelencia académica se nos puede ir de las manos, la supervisión profesor-estudiante, la angustia de los profesores sobre cómo resolver las necesidades tecnológicas en un contexto crítico (falta de luz, agua, Internet) y la atención a los estudiantes”.

El rector Planchart explicó que en Consejo Directivo se han dado discusiones acerca del uso de las tecnologías para el sistema de gestión académica; “aquí no hay imposición, y, aunque no hay nada escrito porque son muchas las tecnologías disponibles, la USB tiene su reglamento (C 38) aprobado desde hace más de dos años que está en constante revisión para hacerlo menos restrictivo”.

“Esta es una situación indeseable, la crisis del transporte nos ha obligado a salirle al paso y a buscar las mejores herramientas tecnológicas para mantener la universidad operativa, funcionando y cumpliendo sus objetivos de formar a los mejores profesionales”.

Fotos: Javier Perozo

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