Sistema Patria: sometidos al ensayo y error

Retraso en los pagos, montos que no corresponden, exclusión del personal académico, incertidumbre en los conceptos que conforman los sueldos y dudas sobre las deudas que se mantienen con el sector universitario son algunas de las consecuencias que ha generado el pago de nóminas a través del sistema Patria, plataforma mediante la cual el gobierno administra la entrega de bonos especiales, bolsas de alimentos, gasolina subsidiada, misiones de ayudas sociales y que ahora será la vía para honrar los sueldos de los trabajadores de las universidades

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

La medida de migrar a la plataforma Patria el pago de sueldos y salarios del personal de las universidades, a partir de la primera quincena de marzo, ha traído consecuencias que son consideradas graves para los trabajadores, especialmente por la incertidumbre sobre la puntualidad de los pagos, montos, retenciones y cronogramas de desembolsos de deudas con el sector universitario.

En el Consejo Directivo del 28 de abril de 2021 se conoció la designación, a través del Vicerrectorado Administrativo, de Valella D’Imperio, directora de Gestión de Capital Humano, y Gabriel Peraza, analista  de Nómina, como los funcionarios encargados de la carga del archivo TXT para el pago de nómina mediante el sistema Patria.

La decisión obedeció a que durante el tiempo en el que las universidades se resistieron a ceder a la instrucción, el Ministerio de Educación Universitaria hizo el pago correspondiente a marzo y abril con información de la nómina de los meses anteriores, lo que ocasionó que algunos trabajadores cobraran menos y otros más de lo que habían cobrado, pues no estaban considerados los cambios que naturalmente ocurren mes a mes con respecto a la remuneración del personal.

Durante esos dos meses el patrón de pago fue el mismo, es decir, con trabajadores que percibieron menos del sueldo estipulado, otros que obtuvieron montos superiores y un grupo que no cobró; mientras que el gobierno  aprobó un aumento de 50% en los sueldos de los trabajadores universitarios y cuya incidencia se desconoce.

Sin información oficial acerca de a qué corresponden los pagos, los tres sectores que conforman la nómina de la USB (académico, administrativo y obrero) ignoran, a la fecha, los conceptos de esos montos, a pesar de que la USB ya cuenta con las nóminas con los totales cancelados por el Ministerio.

Además, hasta ahora aún no se han realizado los aportes y retenciones de las cajas de ahorro, institutos de previsión social y cuotas sindicales.

Por otra parte, una vez cargados los archivos al sistema Patria, tal como lo instruyó el gobierno, el pago de la primera quincena de mayo ocurrió con un retraso de cinco días para el personal administrativo de la USB, y siete días después para el personal académico, debido a que el sistema presentó fallas, según explicó la Dirección de Gestión de Capital Humano mediante un correo electrónico, además del pago doble que recibieron los empleados administrativos cuyas cuentas de nómina están en el Banco Mercantil.

Tema sensible

Valella D’Imperio, una de las responsables de mantener la comunicación con el Ministerio de Educación Universitaria, explicó que el sistema arroja errores constantemente, que contiene módulos que no están operativos y que “el sistema ha sido un ejercicio de ensayo y error”.

También explicó que antes de la migración al Sistema Patria, la USB a través de la DGCH, realizaba el procedimiento de cálculos de las nóminas mensualmente, con quince días de antelación para la carga de nuevos movimientos, cálculos de prima de antigüedad, jubilaciones, renuncias, contrataciones, entre otros para su validación y posterior cancelación.  

Esa información alimenta el Sistema Integral de Recursos Humanos, SIRH, y se envía a la Dirección de Ingeniería de Información para elaborar las prenóminas, validación por parte de la DGCH, carga en Banco y luego la aprobación por parte de la Dirección de Finanzas para cancelar.

Ahora, para cumplir la nueva instrucción, el MEU registró a la USB en el sistema Patria, la DGCH carga los archivos TXT en la Plataforma para su aprobación por parte de los responsables del Ministerio y una vez aprobada, entre 48 a 72 horas se hace efectivo el pago en cada una de las cuentas, sin que la USB administre los recursos para el pago de sus trabajadores.

Sigue existiendo la figura de la maqueta, que exige un trabajo extenso debido a que constantemente se incluyen nuevas modificaciones. “Las maquetas se vienen trabajando con uno o dos meses de antelación, lo que genera revisiones y modificaciones, dependiendo de los aumentos y cambios solicitados por el Ejecutivo, explica D’Imperio. La maqueta contiene la información de los recursos que se requieren para el pago de los sueldos y salarios de todo el personal: activo, jubilado, contratado, sobreviviente y pensionado, aunque la USB no reciba en sus cuentas ni un bolívar de esos cálculos.

“Se trata de la remuneración de los trabajadores, un tema sensible cuyo proceso no puede presentar fallas ni generar dudas, pero que ahora no tiene forma de aclarar interrogantes o atender incoherencias, aunque sea la Universidad la que procese la información, pues el paso final lo da el Ministerio”.

Diariamente, dice la directora, llegan a las cuentas electrónicas cientos de correos con las dudas de los trabajadores, pero hay poca capacidad de respuesta, pues desde hace varios años la USB ha perdido, aparte de personal académico, personal administrativo básico en los procesos financieros debido a los bajos sueldos y a la falta de transporte, beneficios, seguridad y estabilidad laboral.

La USB se ha caracterizado por llevar una administración transparente, al día y auditable; sin embargo, cada vez tiene menos recursos que administrar, pues no recibe dinero para investigación y docencia, reposición de equipos, beneficios estudiantiles, mantenimiento de la planta física, ahora no administra la nómina y en lo que va de año no ha recibido recursos para los gastos de funcionamiento.

Las consecuencias de la falta de atención al sector universitario saltan a la vista: cada vez menos personal, planta física en condiciones deplorables, equipos obsoletos fuera de funcionamiento, sin servicios estudiantiles básicos para la formación de los nuevos profesionales como transporte universitario, comedores y biblioteca.

Para finalizar, la Vicerrectora Administrativa encargada, Mariella Azzato, llamó la atención acerca de la cada vez más compleja y delicada situación que atraviesa la Universidad, pues “no ha recibido los recursos aprobados para gastos de funcionamiento, lo que compromete y seguirá comprometiendo el mantenimiento de ambas sedes”.

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Un comentario

  1. Si recibí un pago doble – que ya gasté, para responder deudas adquiridas – cómo se tratará la devolución del monto excedente recibido …

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