“No perdió la compostura, no se quejó de su suerte”

El Profesor Emérito Claudio Olivera y la profesora Aminta Villegas de Olivera, excoordinadora del Rectorado (2009-2014), recordaron al Rector Enrique Planchart con un fragmento del Pregón Navideño que le dedicaron en 2007.

“Este enseñó matemáticas

hasta quedarse sin voz,

pues sabía en forma enfática

que en el álgebra está Dios.

Y cuando los animales

de su granja se adueñaron,

y de ella lo expulsaron

con argumentos bestiales,

no perdió la compostura,

no se quejó de su suerte,

más bien se hizo más fuerte

y se creció en estatura.

Ahora el Olimpo es suyo

para hacer sus Olimpiadas,

y una armoniosa bandada

de cristofués y turpiales

le sigue con su cantío,

le rodea con su arrullo,

trinándole ‘pío, pío’,

con amor y con orgullo”.

Ambos expresaron que Planchart “deja su ejemplo de rectitud, ética y adhesión inquebrantable a los más elevados valores que deberían definir el quehacer de nuestra Universidad”.

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