“Debemos hacer una cruzada de esfuerzo para que los estudiantes se mantengan en la USB”

A Enrique

Por José Luis Paz (*)

A Enrique lo conocí por allá a finales de los 80’s cuando ingresé como profesor al Departamento de Química. Un hombre honesto, gentil y de firme rectitud en su proceder. Apegado a los valores y principios democráticos que siempre hizo valer, desde que asumió no sólo el rectorado, sino desde mucho antes en sus oficios académicos: como cuando dirigió el Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia (CENAMEC).

Como rector, defendió la democracia venezolana desde nuestra querida USB, y honró con su palabra y sus actos todo aquello que enaltece a nuestra institución. Hoy la patria venezolana ha perdido a un gran hombre, un académico y un extraordinario ser humano. La institución académica está de luto, por la pérdida irreparable de esta gran persona. Nos mirará desde arriba en defensa de la universidad y de su USB, por la cual tanto luchó.

Muchos de los programas que dan oportunidad hoy a nuestros estudiantes, como el PIO, por ejemplo, fueron obra y creación de Enrique. Doce años en un rectorado lleno de angustias y batallas internas y externas, pero que siempre supo llevar con humildad y elegancia. No abandonó el barco como autoridad, inclusive a sabiendas de sus dolencias y sufriendo un precario estado de salud.

Contento se pondrá al saber que su legado no murió y que sus colegas mantendrán en alto la defensa de la institucionalidad. Por ello -hoy más que nunca- debemos atender a nuestros estudiantes y hacer una cruzada de esfuerzo para que ellos se mantengan en la USB, con el mismo espíritu y valentía con el que queda sellada la impronta de Enrique.

Por Enrique Planchart y para él. QEPD…

Mi cariño, respeto y amistad por ese gran hombre.

José Luis Paz, PhD

Profesor Emérito

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Un comentario

  1. Gracias José Luis, has dicho todo lo que se merece una persona tan dedicada a la enseñanza, al conocimiento, al servicio de la Universidad y del País. Un hombre sencillo, humilde y justo. Que en paz descanse, nuestro querido Rector.

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