Intecmar contribuye al conocimiento de la vida y ambiente marinos a través de tres proyectos emblemáticos

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios

De los 144 proyectos que han desarrollado los investigadores adscritos al Instituto de Tecnología y Ciencias Marinas, Intecmar, tres fueron escogidos para divulgar sus características durante el evento Institutos en acción, por tratarse de estudios emblemáticos en la historia de la USB, ejecutados durante muchos años y que abarcan grandes áreas geográficas en cooperación con instituciones internacionales: Caricomp (Caribbean Coastal Marine Productivity), Cariaco (Carbon Retention in a Colored Ocean) y Censos de la Vida Marina: Proyecto NaGISA (Natural Geography in Shore Areas).

El profesor Aldo Cróquer explicó las características del proyecto Caricomp, iniciado a principios de la década de los noventa, y cuyo objetivo es evaluar la productividad en comunidades marino costeras y cómo el medio ambiente físico influencia la ecología de estas comunidades. Esta información se ha levantado y analizado siguiendo protocolos únicos y estandarizados para todas las áreas del Caribe evaluadas. “Es uno de los proyectos que más productos ha generado, fue el primer proyecto regional del Intecmar y que le dio proyección internacional al instituto”.

El profesor Aldo Cróquer explicó el proyecto Caricomp
Caricomp, destacó Cróquer, ha contribuido con la capacitación de profesores y estudiantes y del proyecto se han generado cinco trabajos de grado de Licenciatura y tres de postgrado; además, ha sido semilla para otros proyectos: Nodo sudamericano de la red global de  monitoreo de arrecifes coralinos; Sistema de boyas de arrastre para botes en zonas de arrecife; y, un estudio reciente, Monitoreo ambiental en Los Roques.

 

 

El proyecto Cariaco (Carbon Retention in a Colored Ocean) ha sido otro de los estudios de largo aliento en el que han contribuido los investigadores uesebistas adscritos al Intecmar. De acuerdo con el profesor Eduardo Klein, el proyecto iniciado en 1995, y al que se incorporó Intecmar en 2000, congrega a mucha gente que con diversas metodologías estudia un lugar único en el mundo: la fosa de Cariaco, de 1.400 metros de profundidad, ubicada en la plataforma continental del oriente venezolano.

El proyecto Cariaco busca “explicar la compleja relación de intercambio de carbono (CO2) entre la atmósfera, el océano y los sedimentos del fondo”, y para ello estudia los procesos biogeoquímicos, la hidrología, las comunidades microbianas y la producción secundaria.

Klein destacó el rol de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales en el proyecto. “La Fundación La Salle es el motor nacional del proyecto Cariaco, que desde noviembre de 1995 ha monitoreado casi sin interrupción la fosa

El profesor Eduardo Klein destacó las contribuciones del Intecmar al proyecto Cariaco
La contribución fundamental de Intecmar al proyecto Cariaco ha sido el desarrollo de un software libre para la visualización y extracción de datos desde Internet de las imágenes satelitales del monitoreo de Cariaco, y que derivó en el desarrollo del Observatorio Oceanográfico Digital de Venezuela (http://ood.cbm.usb.ve/) del Laboratorio de Sensores Remotos del Centro de Biodiversidad Marina adscrito a Intecmar. “Con esta aplicación, Intecmar distribuye en forma libre la información de Cariaco para todo el mundo”.

 

El tercero de los proyectos expuestos durante la jornada de Institutos en acción, fue el programa Censo de la Vida Marina y su subproyecto Nagisa, explicados por la profesora Patricia Miloslavich.

El Censo de la Vida Marina fue desarrollado por equipos multidisciplinarios de 80 países entre 2000 y 2010, para “inventariar lo que vivió, lo que vive y lo que vivirá en los océanos del mundo”. Para alcanzar este objetivo, explicó Miloslavich, se emplearon dos estrategias: la exploración (mediante 17 proyectos de campo en zonas costeras, zonas profundas y océanos abiertos) y la revisión y consulta de todo el conocimiento sobre la vida marina acumulado durante los últimos dos siglos. En el área de revisión, Intecmar fue el encargado de coordinar los comités regionales del Caribe y Sudamérica. Toda la información del programa se encuentra en la base de datos de libre acceso Obis (Ocean Biogeographic Information System).

La profesora Patricia Miloslavich expuso acerca del Censo de la Vida Marina y el proyecto Nagisa
De los varios proyectos enmarcados en el Censo de la Vida Marina, en los últimos cinco años la USB ha participado en Nagisa, mediante el cual se estandariza el método de estudio y el muestreo de las comunidades de los litorales rocosos y las praderas de fanerógamas marinas. “Estos dos sistemas se cuentan entre los más abundantes e importantes de las costas venezolanas, y por ello Nagisa-Venezuela se planteó determinar las escalas espaciales de variación de la biodiversidad en cuatro diferentes estratos de profundidad usando un diseño experimental con un muestro de tipo jerárquico, el cual contempla tres escalas espaciales”.

 

De acuerdo con Miloslavich, Nagisa ya cuenta con 68 mil registros  en Obis, de los cuales 7 mil corresponden a Sudamérica. En la actualidad, Nagisa continúa con financiamiento de la empresa francesa Total y realiza muestreo en 46 sitios de la región ubicados en el Atlántico, Pacífico y Caribe. “Estos datos son centralizados por el Centro de Biodiversidad Marina de Intecmar”.

El proyecto Nagisa también tiene un área de extensión que se desarrolla a través de talleres con jóvenes de escuelas y liceos para enseñarles técnicas de muestreo para que las apliquen  en los ambientes costeros de sus comunidades.

Antes de las exposiciones, el director de Intecmar, David Bone, entregó placas de reconocimiento al personal y colaboradores, entre ellos a Victoriano Roa, quien tiene 41 años, desde su fundación, laborando con el Instituto.

Fotos: Alfredo Terán

Victoriano Roa, 40 años ininterrumpidos dedicados a Intecmar

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