|

Aníbal Romero: “La desmesura del actual experimento político venezolano potencia el irrespeto a valores esenciales”

La ciega desmesura, dijo Aníbal Romero, la palpamos en el eterno recomenzar de una revolución que se presume inmortal, que sólo encuentra en el pasado lo que le sirve para el presente y sólo proyecta hacia el futuro una consigna, “¡venceremos!”, que une el vacío de significado a un presunto final siempre postergado, siempre situado más allá, nunca alcanzado del todo. Nunca vencen, siempre posponen un triunfo sin verdadero destino, en tanto avanza la transgresión.

Lisbeth Bernal / Departamento de Información y Medios.-

El destacado académico, escritor, politólogo y fundador del Postgrado en Ciencia Política de la USB, Aníbal Romero, dictó una conferencia magistral en la apertura del XI Simposio de Ciencia Política, dejando claro la ciega desmesura política presente en estos tiempos y sus protagonistas, al intentar rechazar las enseñanzas de la historia y empeñarse en repetir los experimentos revolucionarios que ya han sido probados en otras latitudes y han terminado en penuria, fracaso y decepción.

“La desmesura de estos tiempos y sus protagonistas la comprobamos en el intento dirigido a modificar el pasado histórico del país, llegando hasta la transformación del significado de fechas y símbolos de la nacionalidad así como de toda la narrativa que nos antecede, en función de hacer de ese pasado un mero reflejo de los imperativos ideológicos del presente”.

Para Romero, quien reflexionó sobre la situación que viven los venezolanos utilizando reconocidas obras como la Ilíada y la Odisea, fue ineludible referirse a la desmesura, así como al desafío que debemos imponernos para lograr su derrota y retornar a la normalidad política.

“Creo que la reflexión griega sobre, de un lado, la hubris o pecado de orgullo, y del otro acerca de Némesis, el castigo a la soberbia sacrílega, se aplica de manera eminente a nuestra actual situación histórica, pues en un sentido fundamental lo que hemos contemplado estos años es un despliegue de desmesura que a su vez evidencia ceguera e irreverencia. Hemos presenciado y seguimos presenciando el avance de una transgresión contra lo esencialmente humano”.

El análisis expuesto por Romero comprueba también la soberbia que se revela en el personalismo político y el menosprecio a las instituciones, “todo lo cual lleva a la subordinación creciente de los ciudadanos a un poder que, por puramente personal, es por definición arbitrario y no sujeto a normas. Dicho poder se expande sin que los instrumentos que nuestra civilización ha creado para contenerlo tengan vigencia, pues Venezuela existe hoy en un ámbito político donde la división de poderes, los frenos constitucionales y la justicia independiente perecen por asfixia”.

Los signos de desmesura que identificó en esta etapa histórica que atraviesa el país, “pareciera que intentan acabar contra el modo de vivir de los venezolanos, contra sus principios y convicciones producto de las luchas de varias generaciones e incluso contra imágenes religiosas y símbolos patrios”.

“La desmesura del actual experimento político venezolano potencia el irrespeto a valores esenciales, así como la irreverencia hacia lo sagrado en el sentido aclarado por la herencia clásica, irreverencia que los griegos identifican como el factor que desencadena la acción de Némesis, es decir, del castigo al pecado de orgullo”.

Aníbal Romero: "Algunos personajes homéricos fueron capaces de superar la hubris y andar desde la desmesura a la reconciliación. Helena, Aquiles y Ulises lograron conquistar la sabiduría y reverenciar lo que merece respeto. Me temo sin embargo que en nuestra Venezuela, y a pesar de los síntomas que indican que la vida no cesa de sorprendernos, no se observan aún los signos de una genuina rectificación. La transgresión sigue su curso empujada por la vocación de profanar".

Se trata de “la transgresión contra todo un modo de vida, que los clásicos griegos denunciarían como el producto de una soberbia sacrílega, se traduce en el desconocimiento cívico de quienes resistimos, en la constante injusticia que arroja a la cárcel a compatriotas inocentes, en el lenguaje agresivo que día tras día ofende y humilla, en la violencia social que acosa a nuestras ciudades y en una vida política transformada en guerra fratricida, en muerte civil y exclusión deliberada para tantos venezolanos”.

Ese modo de vida que se ofende y reta a diario, explicó, en estos tiempos posee tres rasgos primordiales: “el primero es el apego al pluralismo y al respeto a los diversos puntos de vista coexistentes en una sociedad compleja, apego al que se suma el repudio de la mayoría a la persecución por motivos políticos. El segundo es el principio según el cual la Constitución se encuentra por encima de la arbitrariedad del poder personal, y que la libertad existe cuando están vigentes normas que protegen a las personas, más allá del capricho de los pasajeramente poderosos. Y el tercero es que los ciudadanos merecemos respeto de parte de las autoridades que elegimos y que se deben al conjunto del país y no a una parcela del mismo”.

Cómo derrotar la desmesura

A pesar de que aún no se observan los signos de una genuina rectificación por parte de quienes dirigen el país, Romero planteó un gran reto que consiste en alcanzar la normalidad política a través de un proceso de reconciliación, “un recorrido que tiene lugar en la conciencia individual y forma parte de los procesos de aprendizaje colectivos”.

En ese sentido, ahondó sobre lo que significa normalidad política, la cual se percibe en su opinión, cuando no existen enemigos sino meros adversarios políticos, con los que se dialoga y llega a acuerdos. Según sus palabras consiste también en “la transición del personalismo a la institucionalidad, de la revolución permanente a las reglas estables, de la utopía a la sobria realidad, de la exaltación retórica a la argumentación civilizada y del insulto al debate racional”.

Esta tarea también exige una misión muy especial para los politólogos, quienes deben trabajar en el rescate de la dignidad política, afirmó.

"La postura recta y solidaria asumida por nuestras Universidades durante estos años debe llenarnos de orgullo. En ocasiones nos invade un cierto desaliento con relación a nuestra querida Patria. Sin embargo, no perdamos de vista que aquí, en nuestra Venezuela, se ha librado y sigue librando un hermoso combate por la libertad, por un modo de vida que nos convoca a restaurar el respeto entre todos y a edificar un país de todos y para todos. En esa lucha cívica, las instituciones universitarias venezolanas han enarbolado con encomiable valentía los estandartes de la dignidad".

“Cuando Venezuela inicie el tránsito hacia un cambio político, un debate democrático tendrá que asegurar el ejercicio de la justicia sin retaliaciones. Las ofensas deberán ser retribuidas en todo lo posible con la magnanimidad. Así lo creo y por ello lucharé. Considero que la transgresión actual no debe ser respondida con una de otro signo. Si bien lamento que la desmesura que experimentamos pareciera no querer redimirse, las enseñanzas de la sabiduría clásica nos dicen que el escenario de la historia es variable. No conocemos el futuro pero sí somos capaces, dentro de los límites de nuestra condición, de construir el presente”.

Romero finalizó su conferencia destacando el papel de las universidades en estos tiempos, así como indicando que para ganar esta lucha, se debe actuar con ponderación, perseverancia y un equilibrio sustentado en valores humanistas, “reconociendo la continuidad de la existencia histórica de nuestra sociedad y el imperativo de ser libres y dignos como personas y ciudadanos”.

Tras la conferencia magistral, Romero recibió una placa de reconocimiento por sus aportes en el desarrollo de la ciencia política y sus papel como fundador del Postgrado en Ciencia Política de la USB. Detalles de la entrega de esta distinción otorgada el pasado 20 de junio en: https://usbnoticias.usb.ve/post/8132

Fotografías: Estrella Salazar

 

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *