No fue fácil pelar la mandarina

El dicho “más fácil que pelar una mandarina” resultó no ser tan cierto si se trata de hacerlo a una distancia de cuatro metros, y que constituyó el reto del concurso de creatividad Nº 80 en el que participaron veintiocho estudiantes.  

En esta edición del concurso que cada trimestre organiza Luis Sabater, profesor de Metodología de Diseño de Ingeniería Mecánica y que pone a prueba justamente el ingenio de los jóvenes que cursan la materia, sólo uno logró superar el reto, a pesar de la cantidad de artilugios, formas, mecanismos y herramientas que usaron los muchachos para pelar la mandarina sin dañarla.Daniel Corona, estudiante de Ingeniería Mecánica, carnet Nº 0234796, fue quien peló la mandarina a la distancia exigida por el concurso, con el uso de un cilindro hidráulico cuyo principio funcionó perfectamente. Corona se hizo acreedor de una cámara web cortesía del Parque Tecnológico Sartenejas.

Para Sabater, la idea de Corona, aunque aparatosa, fue la única que funcionó y logró el cometido, tratándose de un reto que resultó complicado y cuyos resultados fueron totalmente inesperados.

Describir lo que sucedió en el anfiteatro en pleno mediodía con el sol haciendo estragos en los rostros de los asistentes, es hacer referencia a la proeza enfrentada tanto por quienes emprendieron la tarea como por quienes desde las gradas aplaudían, a ratos para elogiar la creatividad de los estudiantes, otras veces como muestra de inconformidad por lo largo o lo ineficiente de la demostración.

Sin embargo, se puede decir que se vio de todo, que hicieron lo imposible por superar el reto, y que, a pesar de no lograr el cometido, las muestras de chispa e inspiración arrancaron carcajadas, despertaron expectativas, los jóvenes demostraron que por encima del fracaso está el haber hecho el intento y lograr que el rato se hiciera agradable.

Tablas, lijas, tirro, pinzas, navajas de todos los tamaños y colores, tenedores, cucharillas, carritos a control remoto, un rayo de cocina, rebanadoras, mangueras, bombas de aire, paletas con clavos, espátulas, un “pico de loro”, ganchos en forma de garra, cuerdas, tubos, fueron algunas de las herramientas que se usaron para, sin mucho éxito, quitarle la concha a la mandarina. En concursos anteriores, el reto fue superado por lo menos por la mitad de los estudiantes que participaron.

Concurso en espera

En los próximos meses el Concurso de Creatividad que convoca a estudiantes quedará en espera debido a que quien lo organiza estará de año sabático, de allí que para esta edición haya estado presente el rector Benjamín Scharifker, quien acompañó un rato a los participantes y apreció el despliegue de ideas que se pusieron de manifiesto para cumplir el cometido.

Sabater espera que el concurso no muera y que una vez de regreso vuelvan el entusiasmo y la inventiva para seguir venciendo los retos.

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