Sistema Nacional de Ingreso no respeta principios de inclusión y transparencia

107Pronunciamiento de los secretarios

El sistema de ingreso a las universidades promovido en 2015 por el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, no respeta los principios de inclusión con calidad, legitimación, transparencia y auditabilidad, de acuerdo con el análisis divulgado por los Secretarios de las Universidades Central de Venezuela, Los Andes, Zulia, Carabobo, Centroccidental Lisandro Alvarado y Simón Bolívar.

Los secretarios exponen en un pronunciamiento hecho el 18 de mayo, que en diciembre de 2014, el Ministerio, sin consultar con las universidades, modificó la metodología del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) que se había aplicado desde 2008 por acuerdo en el Consejo Nacional de Universidades (CNU), reduciendo “significativamente la ponderación de las notas de bachillerato sobre el índice académico de asignación”.

Las autoridades afirman que se   desconoce    “quiénes    participaron    en    la    elaboración    de    la    metodología implementada  en  el  año  2015, así  como  las  consideraciones  técnicas  y académicas empleadas para la selección y ponderación de las variables del modelo, en contraste con lo ocurrido en el año 2008, cuando muchas Universidades con conocimientos en el  tema  de  ingreso  a  la  educación  universitaria  participaron  en  el  desarrollo  de  la metodología  empleada  para  la  asignación,  lo  que  posibilitó  elaborar  criterios  más consensuados y con mayor rigurosidad académica”.

Una de las principales observaciones a la metodología  que comenzó a regir desde 2015, es que introduce  en  el cálculo  del  índice académico  el  factor  condiciones  socioeconómicas  del  aspirante,  “el  cual  en  el  año 2008 fue analizado por la comisión designada por el CNU y los resultados obtenidos no fueron satisfactorios, ya que deformaba la asignación y hacía imposible verificar la información suministrada por los aspirantes”.

La ponderación para el cálculo del índice académico es de 50% para las notas de bachillerato, 30% condiciones socioeconómicas, 15% territorialidad, y 5% otras variables. Con respecto al método 2008 – 2014, se redujo “en  un  47.5%  la  ponderación  asignada  al  desempeño  académico  del aspirante,  substituyéndose  por  variables  difusas  y  discrecionales,  lo  cual  resulta en un modelo poco confiable e inauditable”.

Tras conocerse la asignación de la Opsu en 2015, se produjeron reclamos de aspirantes que teniendo promedios muy altos de las notas de bachillerato (entre 18 y 20 puntos), no fueron asignados en ninguna de las seis opciones de carrera por ellos registradas en el SNI, situación de exclusión que ha sido comprobada en estudios realizados por varias universidades, señala el pronunciamiento de los secretarios.

Otras de las observaciones es que la aplicación del sistema multivariable de la asignación Opsu 2015, “ha generado altos niveles de pre-deserción, observándose que aunque a los aspirantes  se  les  asignó  un  cupo  en  las  instituciones  de educación  universitaria  a través del  Sistema  Nacional  de  Ingreso,  éstos  no  se  presentaron  a formalizar  su inscripción”.

Por ejemplo, en la USB se observó una abstención (no se presentaron a la inscripción) de aproximadamente 30% de los aspirantes asignados por SNI en el año 2015, mientras que en años anteriores fue de 5% de los cupos disponibles.

Otras inconsistencias que señalan los secretarios es “que muchos asignados con promedio de notas muy bajos tienen  índices  académicos  exageradamente  altos, para  que  esto  pueda  ocurrir  es necesario  que  el  porcentaje  asignado  a  las  notas  de  bachillerato  sea  inferior  al  que  estipula el modelo”.

En un análisis hecho por la USB, se encontró que en relación a la lista de asignados, 267 de 2.042 aspirantes asignados (13,07%) presentan una  ponderación  superior  a  50%  en  las  variables  territorialidad  más  condición socioeconómica más actividades comunitarias; y en relación a la lista de espera, 68 de 28.173 (0,24%) casos presentan una ponderación superior a 50% en dichas variables”.

El pronunciamiento emitido por los secretarios generales  de  la  UCV,  ULA,  LUZ,  UC,  UCLA  y  USB,  profesores Amalio  Belmonte,  José  María  Ánderez,  Marlene  Primera,  Pablo  Aure, Edgar Rodríguez  y Cristián Puig, respectivamente, plantea al ministro Jorge

Arreaza  la preocupación de las universidades “por  la  metodología empleada  y la forma en que se realizó el ingreso a la educación universitaria por el SNI  en  el  año  2015”, y le solicita que proponga al CNU la conformación de una comisión de ingreso a la educación universitaria plural, integrada por representantes universitarios con conocimiento del tema y representantes del Ministerio, a fin de que se estudie la metodología de 2015 y proponga acciones “que contribuyan  al  mejoramiento  del  Sistema  Nacional  de  Ingreso,  sobre  la  base  de  los  análisis   técnicos   y   académicos   que   permitan   la   verdadera   inclusión   de   los estudiantes”.

Adicionalmente, solicitan  que  para  la  asignación  2016 se utilice la metodología empleada en los procesos de ingreso de 2008 a 2014, aprobada por el CNU en la sesión del 7 de mayo de 2008.

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