|

Estudios relacionan el desayuno con el rendimiento físico, laboral e intelectual

Una dieta balanceada cubre 20% de proteínas, 50% de carbohidratos y 30% de grasas de la ingesta diaria.

Stella Torcat/ Departamento de Información y Medios USB.-

Como consecuencia de una sociedad tan acelerada y estresada se tiende a dejar en segundo plano a necesidades vitales como la alimentación, el sueño y la actividad física, con repercusiones negativas en la salud, que pueden ir desde el aumento o disminución de peso hasta alternaciones  en el rendimiento laboral y académico.

En lo atinente al aumento de peso, Luisa Alzuru, especialista en nutrición, explicó que son muchos los factores que están relacionados con este desequilibrio. “Un 50% de las causas se relacionan con el exceso de calorías, otros casos están asociados a factores psicológicos como la ansiedad o a factores genéticos”.

Destacó que 80% de los diabéticos han adquirido esta dolencia a consecuencia de  obesidad, que no es más que “un desequilibrio entre lo que ingerimos y lo que gastamos diariamente”, y que a su vez podría estar influenciado por el estrés; en estos en importante primero identificar las causas de la enfermedad para luego cambiar los hábitos alimenticios.

Para muchos es fácil asociar las dietas con dejar de comer, ya sea por tratamientos realizados en oportunidades anteriores o por experiencias de familiares y amigos, sin embargo Alzuru manifestó que “hacer dieta no significa pasar hambre, hay cambiar ese  concepto. Lo recomendable es hacer cambios en la rutina como caminar 150 minutos semanales y crear planes de alimentación que permita reducir ente 500 a 1000 kilocalorías al día”.

La experta aclara que no existen dos dietas iguales (aunque pueden parecerse), así como tampoco existen dos personas iguales, lo importante es cubrir los requerimientos nutricionales de cada persona de acuerdo a la actividad física y el estilo de vida que lleve.

En cuanto a los productos light, la nutricionista recomendó no abusar de ellos porque muchas veces se termina consumiendo más calorías de las necesarias. Explicó que una dieta es considerada balanceada cuando abarca el 20% proteínas, 50% carbohidratos y 30% grasas de la ingesta diaria.

Faltas frecuente

Alzuru define el estrés como “esa respuesta específica a ciertos estímulos que nos llevan a cambios internos y pueden afectar la parte emocional y física”. Producto de ese estrés, es común que aparezcan los llamados “atracones nocturnos” y alteraciones en el sueño que afectan el rendimiento en las actividades diarias.

Explicó que el desayuno debe representar entre 20 y 35% del requerimiento calórico diario y debe ingerirse antes de asistir a la institución educativa o lugar de trabajo, además debe incluir por lo menos tres grupos diferentes de alimentos: lácteos y proteínas, cereales, frutas.

Por otra parte, la nutricionista Tatiana Cova indicó que la omisión del desayuno o el consumo de una comida deficiente están relacionados directamente con el estado nutricional integral del individuo. “Cuando no se desayuna de forma habitual se presenta mayor tendencia al picoteo, ingesta irregular y tendencia al abuso de alimentos de bajo valor nutricional”.

Otro de los errores en los que incurren las personas es el consumo excesivo de cafeína que es un “antinutriente que interfiere en la absorción de nutrientes como el calcio y el hierro”, según explicó Cova, y además produce insomnio, intranquilidad, disminución de la memoria, ansiedad y dolores de cabeza, entre otros, y al combinarla con el consumo de alcohol y nicotina también produce perturbaciones.

Cuando la privación del sueño nocturno se hace crónica se producen efectos adversos para el organismo, entre los más comunes están la obesidad, enfermedades gastrointestinales y cardiovasculares, envejecimiento prematuro, y cambios en la cantidad, calidad y horarios de las comidas, entre otras.

Para finalizar Cova aseveró que tanto la alimentación como el sueño guardan relación con el rendimiento laboral y académico del individuo. “Las medidas de prevención deben estar destinadas a fomentar la buena alimentación y la higiene del sueño; desarrollar programas para combatir el estrés, y practicar ejercicio físico”.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *