“La literatura debe ser compleja y variada”

La Universidad Simón Bolívar abrirá un espacio para la discusión de las letras nacionales

Fernando Rodríguez / Tal Cual.-

talcualdigital.com

Un evento de particular importancia para el quehacer literario presente y futuro tendrá lugar en la Universidad Simón Bolívar, organizado por la Coordinación del doctorado en literatura de esa casa de estudio. Tendrá lugar el 21, 22 y 23 del presente mes en su sede de Sartenejas y lleva por título “Primeras jornadas internacionales de literatura venezolana contemporánea, tres largas jornadas”.

En el encuentro, se tratarán la narrativa y la poesía actual y, sin duda, no puede ser más representativa la presencia de escritores e investigadores literarios venezolanos.

El temario, en plenarias y mesas de trabajo, es amplio. Va desde la narrativa histórica hasta la influencia de la globalización, pasando por la literatura femenina, los temas de la violencia, lo urbano, y también las políticas de producción y distribución del libro o las estéticas en competencia, entre otros. La entrada será gratuita y ya se han inscrito centenares que deseaban obtener un certificado de asistencia.

Carmen Victoria Vivas, profesora del doctorado y miembro del Comité organizador, explica las razones y objetivos de esta iniciativa universitaria.

­¿Por qué “Primeras jornadas internacionales de literatura”? ­

Dentro de los límites que pone la penuria presupuestaria hemos tratado de invitar algunos importantes escritores venezolanos que viven en el exterior como el narrador Juan Carlos Méndez Guédez, o el cuentista y ensayista Miguel Gómes o el poeta y también ensayista Gustavo Guerrero.

Igualmente investigadores extranjeros y transterrados de nuestras letras. Esperamos que en próximas ediciones podamos ampliar esa importante conexión con el mundo exterior, ahora tan cercano y decisorio.

­ ¿Por qué no se incorporó el ensayo?

Por supuesto hay destacados ensayistas e investigadores de la literatura.  Pero entre las docenas de ponencias que han llegado, vaya usted a saber la razón, no hay ensayos sobre el ensayo.

­¿Hay razones especiales que les hicieron escoger este momento para iniciar estas jornadas?

Sí. Han pasado muchas cosas en esta larga y turbulenta década que han cambiado no pocas cosas en el campo literario. Es bueno que nos preguntamos en qué lugar estamos o, si quieres, adónde hemos ido a parar. Te diría una de fundamental importancia: la caída del Estado como gran promotor de las letras y, agregaría, de la cultura en general.

Bien porque en buena parte las instituciones concernidas practican un populismo sectario e improductivo cualitativamente; bien por la asfixia presupuestaria de las universidades y, también es de notar el descenso del mecenazgo. Eso ha dado lugar a la emergencia o robustecimiento de un sector privado por donde circula lo más importante de nuestras letras. O, nada menos, la penuria de libros importados que nos está aldeanizando.

­No es frecuente este acercamiento de académicos y literatos

No. A pesar de que hay iniciativas loables como las bienales Picón Salas y Ramos Sucre, de la ULA y la UDO. Pero creo que éstas oscilan más hacia el mundo de la creación. Ese es un objetivo mayor, el intento de acercar esos dos sectores que, ciertamente, se necesitan.

­¿Estos eventos sirven para que haya, entre otras cosas, una crítica que no existe?

Sí existe, pero encerrada en los límites de la academia. Pero que, de alguna forma, debe salir a la calle.

Fíjate que se acabaron todas las revistas del viejo Conac. No hay sino unos panfletos oficiales, sin mayor contenido reflexivo. Y las privadas circulan por Internet o rara vez como el espacio que ustedes han abierto, Literales, o el Papel Literario y algunas otras de vida breve y circulación restringida.

­Las editoriales privadas funcionan por lucro, ¿eso impondrá ciertos límites y exclusiones. Un poemario, un libro de filosofía, una novela experimentalista?

Es posible. Pero también tienen la ventaja de que han ampliado el público lector y eso es importante en un país que lee muy poco. Yo no estoy contra el mercado. El libro debe buscar al lector, es inútil encerrado en sí mismo. Lo que dices es también verdad, pero lo que habría que luchar es por esas entidades que no funcionan por la ganancia, y educar el lector para que haga otras lecturas más exigentes. Yo creo que el campo literario debe ser muy complejo y variado.

Tal Cual, 16 de marzo de 2011, p. 24

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