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Se necesita compromiso de toda la comunidad en materia ambiental

Volumen acumulado de desechos tóxicos requerirá la realización de otros operativos

La USB ha avanzado en el cumplimiento de las normativas y legislación vigentes, tanto nacionales como internacionales, en cuanto a materiales y desechos peligrosos, así como en preservar la vida, salud y bienestar del personal técnico y docente y de los estudiantes de la institución, no obstante, hace falta el compromiso y participación más activa de todos los miembros de la comunidad universitaria en materia ambiental.

La información fue suministrada por Sergio Díaz, director de la Unidad de Laboratorios, quien explicó que por más de treinta años de actividad académica, en la USB se han generado cantidades significativas de desechos químicos, y por restricciones físicas y legales, una buena parte de estos ha debido acumularse en el campus. Como consecuencia de esto, dijo, se generaron condiciones que en la actualidad ya no son sostenibles a pesar de los esfuerzos realizados para mantenerla bajo control.Durante el mes de agosto se hizo evidente la situación al ocurrir dos incidentes que obligaron a suspender las actividades en los edificios QYP y TYT, las cuales presentaban riesgos para la salud de sus ocupantes. En respuesta a esta situación, fue necesario declarar emergencia y proceder en consecuencia con un operativo para solventarla.

Díaz señaló que la USB, cumpliendo con las exigencias de la Ley Penal del Ambiente, contrató los servicios de una empresa especializada en manejo de materiales peligrosos: S&P Consultores. Esta empresa realizó un operativo en tres etapas para lograr la disposición final del material en la planta de Evergreen Services, la única compañía en el país que cuenta, desde fecha muy reciente, con el permiso del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente para manejar la disposición final de desechos peligrosos tan diversos como los acumulados en la USB.

La primera etapa, realizada los días 14, 15 y 16 de septiembre, consistió en la contención de la emergencia por medio de la identificación, estabilización y segregación de los desechos. Para ello fue necesario un complejo operativo con un alto nivel de seguridad, requiriendo el cierre de varios edificios, la utilización de trajes con un nivel elevado de protección química y una importante movilización de equipos de apoyo, debido a la diversidad, cantidad y estado de los materiales en cuestión.

Es importante destacar que el trabajo de clasificación y empaquetamiento del material, desarrollado en los últimos años, y muy particularmente durante un operativo mayor realizado en 2004, por la Unidad de Laboratorios, en conjunto con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la USB, permitió que en tan poco tiempo pudieran estabilizarse más de 7 toneladas de desechos.

La segunda etapa se realizó el sábado 29 de septiembre y consistió en la remoción del material de las instalaciones de la USB y su traslado a la ciudad de Anaco, donde se encuentran las instalaciones de Evergreen Services.

La tercera etapa, que se encuentra actualmente en desarrollo, consiste en la disposición final del material por diversas técnicas según su naturaleza, tales como incineración, neutralización química, degradación biológica y otros. Se espera que esta etapa tome alrededor de una semana para su culminación.

Con esta acción, la USB está avanzando en el cumplimiento de la normativas y legislación vigentes, tanto nacionales como internacionales, en cuanto a materiales y desechos peligrosos y se convierte en una referencia para las instituciones universitarias nacionales que se encuentran en situaciones similares.

Sin embargo, dijo Díaz, estas acciones no constituyen la solución final al problema, ya que el volumen acumulado requerirá la realización de otros operativos similares a este para eliminar los pasivos de más de treinta años de operación y, adicionalmente, es necesario asegurar el mantenimiento de las condiciones apropiadas a largo plazo.

Para esto, recalcó que hace falta el compromiso de todos los involucrados, se requiere un cambio de cultura y participar activamente de las variadas acciones que la Universidad está adelantando en este sentido (SIHA, Cotesel, Plan de Gestión Ambiental de Desechos Peligrosos, Centro de Almacenamiento de Materiales y Desechos Peligrosos, Seguritox, creación y revisión de lineamientos y normativas, entre otros.) y que involucran no sólo a unidades como la de Laboratorios, Seguridad Integral, Gestión de Capital Humano, Planta Física, y Servicios, sino a todos los miembros de la comunidad.

Este compromiso agregó, implica que “cada uno de nosotros internalice su rol en mantener las condiciones apropiadas de trabajo y una relación armónica con nuestro medio ambiente”. La manera de minimizar el impacto ambiental y el riesgo a la salud, se lograría “siguiendo los lineamientos y políticas establecidos, preprocesando los desechos y participando en el plan de gestión de desechos peligrosos que ya funciona de manera piloto en la USB, y reportando situaciones peligrosas”.

Díaz hizo un reconocimiento a las autoridades, particularmente el Vicerrectorado Administrativo, así como la Dirección de Seguridad Integral, Dirección de Gestión de Capital Humano, Dirección de Desarrollo Estudiantil y Seguritox por su participación durante la emergencia presentada en agosto.

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