Sistema de ingreso de Opsu no garantiza equidad ni prosecución académica

Elsa Pilato
Departamento de Información y Medios USB

 El análisis del rendimiento, permanencia y tipo de institución de proveniencia de los admitidos en la USB en los últimos dos años, muestra que el sistema de admisión de la Universidad Simón Bolívar es más equitativo que el impuesto por la Oficina de Planificación para el Sector Universitario, Opsu.

A esta conclusión arribaron, durante el foro Nuevo Sistema de Admisión Implementado en 2008, Caso USB, organizado por los estudiantes del Grupo Editorial USB con el apoyo de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, los profesores Enrique Planchart, coordinador del Ciclo de Iniciación Universitaria (CIU) y Aura López, vicerrectora académica.
Los datos presentados corresponden a la evaluación de los estudiantes que en 2007 ingresaron a través del examen de admisión, CIU y Opsu (de acuerdo con los resultados de la Prueba de Aptitud Académica, PAA, que entonces existía, y de forma experimental), y en 2008 por el sistema tradicional de la USB, CIU y Opsu (de acuerdo con la asignación del sistema nacional de ingreso en la educación superior y sin aplicación de PAA).

“Con el nuevo sistema de ingreso, que se implementó en 2008 como transitorio, no se logró ni equidad ni prosecución académica”, afirmó López.

Algunas cifras apoyan su afirmación: en la cohorte 2007 de carreras largas sólo 20 por ciento de los estudiantes asignados por la Opsu provenían de liceos oficiales. En contraste, el CIU, un programa creado por la USB precisamente para favorecer a los bachilleres de planteles oficiales, logró que 51 por ciento de muchachos de liceos oficiales prosiguiera estudios de carrera.

Para la cohorte 2008 la situación no varió. Por Opsu entró en la USB únicamente 25 por ciento de estudiantes provenientes de instituciones oficiales, mientras que 53 por ciento de los que aprobaron el CIU y entraron en carrera cursaron bachillerato en liceos oficiales. “Si es un medidor de clase, provenir de un liceo oficial o privado, el CIU contribuye más que el método Opsu a la equidad en el ingreso a las carreras largas de la USB”.

Igualmente, López destacó el esfuerzo que la Universidad Simón Bolívar ha realizado para que los bachilleres del estado Vargas, donde hay graves deficiencias en la educación, tengan oportunidad de continuar estudios superiores.

Rendimiento y permanencia
Luego de un año y un trimestre de estudios en las carreras largas, menos de la mitad, 47 por ciento, de los estudiantes que ingresaron vía Opsu en 2007 permanecen en la USB, mientras que 82 por ciento de los admitidos vía examen y CIU continúan como estudiantes activos regulares.

En las carreras cortas, la evaluación de la cohorte 2007 muestra que 57 por ciento del grupo Opsu sigue como estudiante activo en la USB por 82 y 87 por ciento del grupo CIU y del grupo admitido por examen, respectivamente.

El índice académico de los estudiantes Opsu en carreras largas es de 2,57 (sobre 5), mientras que quienes ingresaron por los métodos de la USB tienen un índice de 3,14. En las carreras cortas el índice de los estudiantes activos Opsu se ubica en 2,67 y el del resto en 3,39.

La situación de la cohorte 2008, con un trimestre evaluado, arroja que seis de cada diez estudiantes de carreras largas que asignó la Opsu ya se han retirado de la USB. Ochenta por ciento de los admitidos por examen continúan siendo estudiantes regulares y 70 por ciento de aquellas personas que ingresaron luego de haber cursado el CIU también.

Con respecto al rendimiento en Matemática I, sólo 25 por ciento de los admitidos vía Opsu logró aprobarla, mientras que los provenientes del CIU la aprobaron en 60 por ciento y los admitidos vía examen en 62 por ciento.

“El rendimiento de los admitidos vía Opsu en 2007 es inferior al de los estudiantes que ingresaron por examen de admisión y quienes lo hicieron tras aprobar el CIU en todos los indicadores que evaluamos, excepto en Lenguaje y Ciencias Sociales donde el rendimiento es equiparable”, dijo la Vicerrectora Académica.

El rendimiento en las carreras cortas de la cohorte 2008, luego de un trimestre analizado, fue similar para los tres grupos: Opsu, CIU y admitidos por examen.

López aclaró que no hay posibilidad de sesgo por parte de los profesores, puesto que estos desconocen la procedencia de los estudiantes; además, los grupos Opsu, CIU y admitidos por examen se distribuyen de manera uniforme en todas las secciones”.

Análisis del CIU
El profesor Enrique Planchart suministró los datos del Ciclo de Iniciación Universitaria (CIU) 2008, año en que se admitieron a este programa estudiantes asignados por el sistema nacional de ingreso de Opsu que no lograron rendimiento satisfactorio en la prueba diagnóstica que les aplicó la USB, como para entrar directamente a las carreras.

El CIU 2008 inscribió a 125 estudiantes provenientes de Opsu en Sartenejas y 49 en el Litoral. Después del primer trimestre, en Sartenejas, 93 reprobaron Matemática, y en el Litoral, 23. Treinta y dos muchachos en Sartenejas fueron retirados por bajo índice luego del primer trimestre, mientras que en el Litoral fueron 9.

“Los estudiantes que envía la Opsu son asignados sin ningún criterio de calidad, al menos yo desconozco cuáles son los criterios. Además, los métodos de la Opsu favorecen a los estudiantes de liceos privados: 67 por ciento de los asignados provenía del sector privado”, dijo Planchart.

Con respecto al rendimiento en el Ciclo Básico de las carreras de los estudiantes que cursaron el CIU, los jóvenes que ingresaron a carreras largas en la cohorte 2006 tienen un índice de 3,42, mientras que para aquellos de la cohorte 2007 es de 2,69.

“Hay un deterioro del rendimiento que hay que analizar, las cohortes siguientes del CIU no están siendo tan exitosas como la primera”.

Planchart asoma dos de las posibles causas para este deterioro: las deficiencias cada vez más grandes de los bachilleres venezolanos y el bajo presupuesto del CIU que incide en la contratación de profesores.

“El drama de la educación venezolana se observa en el Programa de Igualdad de Oportunidades, PIO (mediante el cual la USB prepara a jóvenes de bachillerato del sector oficial en materias básicas). Desde hace cinco años cuando se instituyeron los liceos bolivarianos, las deficiencias que presentan los muchachos son mayores, casi la mitad de los estudiantes del PIO no ha visto temas obligatorios de bachillerato como trigonometría o logaritmos exponenciales”.

En este sentido, López consideró que son las graves deficiencias de educación básica las que excluyen a los bachilleres de la educación superior. “Los Ministerios de Educación y Educación Superior deben tomar acciones en conjunto en todo el sistema educativo. La USB seguirá con sus programas, invirtiendo tiempo y presupuesto en un área que no le compete a la universidad venezolana”.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *