Alexis Mercado: “Existe una potencial activación de la CyT pese a su estancamiento actual”
Lisbeth Bernal
Departamento de Información y Medios USB
Como un nicho de oportunidades para mostrar las capacidades de los venezolanos, su inventiva y creatividad, observa el profesor Alexis Mercado, presidente del Centro Nacional de Tecnología Química del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, la situación que vive hoy la investigación en Venezuela, asegurando que existe una potencial activación de la actividad pese a su estancamiento actual.
De acuerdo a la intervención de Mercado durante la jornada organizada por el Decanato de Investigación y Desarrollo de la USB, con la finalidad de hacer un diagnóstico sobre la situación actual de la ciencia en la universidad y el país, “la cultura tecnológica en Venezuela es pobre” porque no se impulsó el aprendizaje tecnológico, sino al contrario, la mayoría del sector productivo usó y operó tecnología existente, mientras pocos casos implantaron innovaciones en dichas tecnología y casos excepciones lograron crear tecnología propia.En ese sentido, un mecanismo apropiado para avanzar es precisamente el aprendizaje tecnológico que “significa la progresiva apropiación de tecnología mediante la cual se adquiere capacidad para desarrollarla”. Esto, aseguró, es un proceso que podría durar varios lustros pero si no se empieza y por el contrario, se continúa importando tecnología con la excusa de la urgencia de tiempo, nunca podrá cambiarse la cultura.
No obstante, adelantó que ya se están dando los primeros pasos hacia esa dirección pues en su opinión, la demanda de este aprendizaje está surgiendo en el país gracias a la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, Locti. Sin embargo, para Mercado son muchas las oportunidades que presenta Venezuela, no sólo con la Locti, para lograr el debido desarrollo tecnológico y la integración entre el mundo de producción de bienes y servicios, con el de las universidades.
Aclaró que no se propone eliminar las actividades de investigaciones que tradicionalmente realizan las universidades, sino fortalecer otras áreas que por motivos históricos no han sido suficientemente impulsadas. Por ejemplo, “inicialmente se pensaba que desarrollando las ciencias básicas, se desarrollarían por efecto cascada las ciencias aplicadas”.
Mercado mencionó algunos problemas frecuentes en el área de procesos de la industria venezolana, así como otras dificultades que entorpecen los posibles avances como la falta de documentación de las experiencias tecnoproductivas que se van desarrollando y acumulando en las empresas, la poca credibilidad en los cuadros técnicos y la falta de incentivos.
Ahora para contribuir al desarrollo tecnológico de la industria, las universidades deben identificar los puntos críticos que, según Mercado, se ubican en la reutilización de efluentes, la búsqueda de alternativas para materia prima, la modificación de la selectividad del proceso, entre otras áreas, a las cuales se les puede sumar varios elementos claves en los que también las universidades podrían jugar un papel determinante como la capacitación del personal, así como la asistencia técnica de productos y procesos en general.
Para Mercado es crucial hacer una correcta lectura de la situación para la elaboración de una agenda política pública de vinculación entre universidades y el sector productivo. Para lo cual, sugirió la creación de redes tecnoproductivas, bajo un esquema integrado de desarrollo en función de un objetivo específico. Como integrantes de estas redes, mencionó a las empresas, organismos del Estado, grupos de investigación y asociaciones, entre otros actores.
