Simulacro de desalojo en Escuela Carlos Soublette se desarrolló en menos de 5 minutos

Rina Pérez Barito / Departamento de Información y Medios USB.-

En 4 minutos con 25 segundos, se logró completar el primer simulacro de desalojo dela Escuela Integral Bolivariana “General Carlos Soublette” de la parroquia Naiguatá, guiado por los estudiantes de la USB, pertenecientes al Proyecto de Servicio Comunitario denominado “Reducción de la vulnerabilidad de las poblaciones de Naiguatá y Camurí Grande, ante eventos hidrometeorológicos extremos”.

Esta actividad enmarcada en el Sistema de Alerta Temprana Comunitario que lleva a cabo el grupo de Gestión de Riesgos Ambientales de la USB,  es liderada por la profesora Lelys Bravo, quien trabaja coordinadamente con profesores de los departamentos de Hidrometeorología y Mecánica de Fluidos dela UCV.

Para desarrollar esta actividad, el grupo de estudiantes de Servicio Comunitario, que fueron adiestrados en materia de gestión de riesgos, desarrollaron técnicas de observación de participantes y testimonios orales de vecinos de las comunidades para así crear una serie de manuales de pronóstico comunitario, procedimientos y protocolos, que les permitieran llevar a cabo esta práctica, en la que participaron unas 200 personas, entre niños, maestros, personal administrativo y obreros.

El simulacro

El simulacro inició a las 9:50 de la mañana, cuando los organizadores emitieron la alerta, haciendo sonar tres veces seguidas el timbre de la escuela, de esta forma informaron a toda la comunidad escolar que el recinto debía ser desalojado en el menor tiempo posible, ya que existía una supuesta emergencia.

Posteriormente, se efectuó el primer llamado de evacuación, haciendo sonar el timbre nuevamente, indicando que los niños de 6to y 5to grado debían ser los primeros en salir por la puerta trasera del colegio. Seguidamente, con el segundo llamado de evacuación, salieron los niños de 4to y 3er grado, y así sucesivamente hasta llegar a los niños de preescolar, quienes fueron ayudados por un grupo de empleados del área administrativa para salir de la estructura sin dificultades.

Una vez que todos los niños estaban fuera de la escuela, resguardados en un lugar seguro, salieron el resto de las maestras, madres que laboran en el comedor y obreros.

El resultado fue una evacuación completa y sin dificultades en menos de 5 minutos. Ante este resultado, la  profesora Lelys Bravo destacó que se cumplieron las expectativas. “Fue un procedimiento excelente, se contó con  la colaboración de las maestras y cada uno de los trabajadores de la escuela, todos entendieron la idea, tenían el guión e hicieron todo correctamente. Este tiempo se puede mejorar, este es el primer ensayo y hay que repetirlo para lograr el menor tiempo posible”.

La maestra Yelitza Izaguirre, subdirectora encargada de la escuela, acotó que esta actividad es elemental para resguardar la vida de los niños y el personal de la escuela en caso de lluvias leves pero prolongadas así como para casos de sismos. “Es la primera vez que los niños realizan este tipo de simulacro y para nosotros es sumamente importante que nos sigan apoyando. Nosotros hemos tenido talleres dictados por los Bomberos y Protección Civil, pero no se había llegado a la parte práctica como se realizó en esta oportunidad”.

José Seijas, estudiante de Tecnología Electrónica e integrante del proyecto de Servicio Comunitario, destacó que 4 minutos y 25 segundos es un buen tiempo en este tipo de ensayos, pero que seguirán trabajando con esta escuela a fin de disminuir ese tiempo.

El profesor Elvin Barreto, encargado del proyecto de Alerta Temprana en el Litoral, informó que durante el mes de enero, se estará instalando un pluviómetro en los espacios de la escuela, a fin de que sean los mismos integrantes de la comunidad escolar los que midan  las precipitaciones y lleven registros de las posibles alertas que se puedan generar en este sector.

Fotografías: Jhonny Castro