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Interpretación del TSJ produjo un país difícil de gobernar

La asociación de Profesores de la USB realizó un foro sobre la situación política actual de Venezuela

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

La interpretación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre la continuidad administrativa de la presidencia de Hugo Chávez, a juicio de Gustavo Tarre Briceño, abogado constitucionalista y profesor jubilado de la USB, produjo “un país muy difícil de gobernar”, con un vicepresidente con muy pocas atribuciones y poderes como para tomar medidas necesarias en materia económica, por ejemplo, explicó en un foro sobre la situación política actual realizado en la Universidad Simón Bolívar.

La no declaración de ausencia temporal indica, según Tarre Briceño, que “ni aquí ni en La Habana se quería al presidente de la Asamblea Nacional como presidente de la república, ni se quería que empezara a correr el plazo de 90 días, más la prórroga, para que la ausencia temporal se convirtiera en ausencia absoluta y se llamara a elecciones. Esto muestra que Chávez conserva el deseo de volver, pero no sabe cuándo”.

Gustavo Tarre Briceño

En opinión del periodista Vladimir Villegas, con la decisión del TSJ en Venezuela se ha “profundizado la violación a la Constitución y la falta de autonomía de los poderes públicos. Por ello es muy difícil demostrar en el exterior que estamos en una situación de facto, porque los poderes le han dado un barniz constitucional. No estamos en una dictadura clásica ni en la democracia expresada en nuestra Constitución”.

Es un problema que presenta un dilema ya conocido por la oposición venezolana, expresó el tercero de los ponentes del foro organizado por la Asociación de Profesores de la USB, Apusb, el profesor universitario Tulio Hernández. “¿Cómo hacer para luchar contra lo que no es dictadura pero tampoco democracia, sino un autoritarismo de nuevo tipo, el del siglo XXI? Es un gran drama hacer política, sin salirnos del juego democrático, en este escenario”.

El riesgo, agregó Villegas, es caer en el “antichavismo con Chávez”, promover discursos que sirven a los intereses del chavismo, y alimentar sus tesis de conspiración y magnicidio. “Si aquí se va a desconocer al gobierno de Maduro, porque es el gobierno de Maduro, ¿qué hay que hacer en la práctica, qué van a hacer los parlamentarios y gobernadores para desconocerlo? ¿La ciudadanía está ganada para apoyar este acto de desconocimiento?”

Vladimir Villegas

Para la oposición son muchas las preguntas y encrucijadas, coincidieron los tres ponentes, y la clave parece estar en evitar un escenario de dispersión. Para Villegas, “la oposición sigue sin definir un liderazgo, que para mí está claro que es Henrique Capriles, y prepararse para elecciones”, mientras Tarre Briceño destacó que la oposición tendrá que definir, ante el escenario de unas nuevas elecciones presidenciales, sus problemas de candidatura, estrategia y conducción.

Fe ciega

El tratamiento mágico – religioso en torno a la situación del presidente Hugo Chávez y la introducción de la fe como forma de tratar la disidencia, conforman uno de los escenarios más preocupantes en la política actual venezolana de acuerdo con Tulio Hernández.

Para el sociólogo y comunicólogo, se está creando un clima de opinión “cercano a la locura o a la fe ciega”, donde la figura de Chávez es presentada como un culto religioso y “quienes no sigamos el dogma, somos tratados como sacrílegos. Es lo más preocupante, porque cierra el pequeño espacio que existe para el debate ideológico”.

Con el presidente del país ausente, a juicio de Hernández, “lo más grave no es el desgobierno, sino que ha desaparecido de la escena un gran prestidigitador con el talento y el carisma para hacer sentir a sus seguidores que lo importante es el proyecto político, no lo mala que está la situación. Sin él como muro de contención, la realidad se vuelve real”.

Por eso, dijo Hernández, el chavismo ha radicalizado el autoritarismo, “vemos la radicalización grosera de las violaciones a la Constitución, la radicalización del desprecio al enemigo democrático”.

Tulio Hernández

Con esta opinión coincidió Vladimir Villegas, quien afirmó que el gobierno “busca incrementar la confrontación con la oposición para unificar sus filas”. De acuerdo con su análisis, el chavismo, con todo y el peso del modelo mesiánico que impera en Venezuela, ha tenido sobre la marcha que aprender a conformar un liderazgo colectivo para sobrevivir. “Saben que si no están unidos, pierden. No veo divisiones, sabrán actuar de forma cohesionada para mantenerse en el poder”.

El periodista destacó que en la actualidad “estamos viendo una muestra del chavismo sin Chávez”, caracterizado por un “lenguaje sectario y agresivo”. “Diosdado (Cabello) y (Nicolás) Maduro son presos de ese discurso, cualquier intento de dialogar o negociar, es visto en el chavismo como una señal de debilidad”.

El foro fue moderado por el profesor Rafael Álvarez, presidente de la Apusb, quien informó que también fue invitado el periodista Earle Herrera, afecto al gobierno, quien no asistió.

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