USB mantiene cuentas claras y buen manejo de recursos que asigna el Ejecutivo Nacional

La Universidad Simón Bolívar, además de caracterizarse por sus logros académicos, se ha distinguido por la transparencia con la que maneja las cuentas y recursos que le son asignados, así lo aseguró el profesor Alberto Armengol, director de la USB Sede del Litoral, ante el planteamiento de la Asamblea Nacional de auditar a las universidades que no han reiniciado actividades docentes.

“Nuestras cuentas están claras, eso lo sabemos internamente en la USB y también lo saben en el Ministerio de Educación Universitaria, si quieren investigar cuentas, bienvenidos sean, ya que la USB no tiene nada que esconder”, señaló Armengol.

Del presupuesto, continuó Armengol, el Gobierno aprobó 15% aproximadamente de lo que se solicitó para cubrir las necesidades del año 2016. “Ciertamente, en estos últimos meses han ingresado fondos a la universidad, pero esos recursos han sido para pagar el retroactivo proveniente de la firma de II Contrato Colectivo al personal académico, administrativo y obrero. Este recurso no tiene nada que ver con el presupuesto para la investigación y desarrollo de la universidad”, puntualizó.

Recalcó que la USB Sede del Litoral necesita la aprobación de más recursos por parte del Ejecutivo Nacional, ya que después de 16 años del deslave de Vargas, la universidad aun sigue en reconstrucción.

Apuntó que el Ejecutivo Nacional siempre atiende los servicios estudiantiles, comedor, transporte y becas, a través de créditos adicionales, pero para otros pilares fundamentales de la universidad como son la investigación y la extensión, no aprueba recursos, por lo tanto, los laboratorios se van deteriorando, los investigadores no cuentan con recursos ni insumos para trabajar y además los sueldos, cuando se compara con los sueldos de cualquier otro país, son muy bajos, razón por la cual, en Venezuela existe actualmente una fuga masiva de talento y ya no para Estados Unidos, Inglaterra o España sino para países como Colombia, Ecuador, Chile, Panamá y Perú, informa Armengol.

“Nuestros egresados, que podrían suplir la falta de profesores que se han ido a otro país, también se van, lo que pone a la universidad en grave peligro. Si a esto le sumamos que no contamos con el presupuesto para contratar y darle beneficios a aquellos profesionales que no quieren irse y que desean desarrollar su trabajo en Venezuela, el problema se complica aún más, y a mi parecer eso es parte de lo que piden las asociaciones de profesores de las universidades venezolanas”, enfatizó el director de la Sede.

Destacó que en la USB se continúa trabajando. “La universidad está abierta, hay labores administrativas, se ofrecen foros, se realizan algunos trabajos de investigación y se llevan a cabo las pasantías. La universidad no está parada y dentro de todos estos problemas tratamos de hacerlo lo mejor posible, siempre pensando en la universidad que queremos y en la universidad de la excelencia”, concluyó.