La calina se dispersará en el período de lluvias

calina [640x480]El último estudio científico sobre el fenómeno data de 1966

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

La presencia de una bruma estacionada sobre Caracas ha sido motivo de inquietud e incertidumbre sobre aspectos como qué contiene, cuánto durará en el ambiente y qué tan perjudicial resulta para las vías respiratorias. Edgar Yerena, profesor del Departamento de Estudios Ambientales y de la Unidad de Gestión Educación, Conservación y Restauración Ambiental –Ugecra- de Funides-USB, se refirió al fenómeno como una suma de factores como contaminación, por la actividad industrial y vehicular, polvo, debido a la extrema sequía, humo, producto de la cantidad de incendios, y, esencialmente partículas de cloruro de sodio, de acuerdo con el estudio realizado por Guillermo Zuloaga, publicado en el Boletín de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Caracas (1966), y titulado “La calina y el viento salante”.

Para Yerena, el trabajo de Zuloaga es el único estudio con base científica que determina que esa bruma, al menos en Caracas, está cargada de partículas de cloruro de sodio, e invade la atmósfera norte de Venezuela, es conocida y temida por los pilotos de aviación, pues les impide la visibilidad de las pistas en los aterrizajes. Otra característica es que se mueve por la acción de los vientos alisios que van del sureste al noroeste y permanece a una altura menor a los 2.000 msnm. El profesor explica que cuando hace frío la bruma se estaciona y aumenta el olor a humo, y también ocurre el fenómeno de inversión térmica, que consiste en que a menor altura hay mayor frío, y cuando eso ocurre, el esmog se queda atrapado y el aire frío no asciende, esto se debe a la alta contaminación, fenómeno que ocurre en ciudades como México DF, Los Ángeles, Nueva Delhi, Río de Janeiro, Caracas, Buenos Aires y San José, entre otras.

Yerena refiere el estudio de Zuloaga, específicamente al determinar que el error está en confundir calina con humo de incendio forestal o confundir calina con polvo del suelo, entre otros, “porque la calina no es humo ni el humo es calina, y tampoco es polvo”. Algunas conclusiones del estudio realizado en los años 60 son que “la calina proviene del mar, se forma cuando el fuerte oleaje, tanto mar afuera como contra la playa, produce millones de burbujas que se rompen en el aire, dando origen a un gran volumen de salpique o aspersión, cuyas goticas, al entrar en contacto con el viento alisio, se evaporan rápidamente formando un aerosol que se dispersa en el aire. Este aerosol, que es la calina, está constituido de cristalitos de cloruro de sodio y de micro-gotas de soluciones concentradas de las sales higroscópicas que quedan en el agua de mar, una vez separado el cloruro de sodio y el yeso”.

Otras conclusiones son que en el proceso de la formación de la calina, intervienen otros factores, tales como la electricidad estática; las primeras lluvias que caen después del verano, cuando hay calina, disuelven las partículas de ésta y, en consecuencia, contiene en sus aguas cloruro de sodio, yeso y otras sales de origen marino; no toda la calina desaparece con la primera lluvia, a menos que ésta sea muy copiosa; así, la presencia de sales en la lluvia puede durar varios días; cuando el aire está cargado de calina, el rocío matutino contiene sales presuntamente de origen marino. El trabajo de Zuloaga fue citado por Marcos Peñaloza Murillo, profesor de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes, quien recientemente escribió un artículo en El Nacional, explicando el fenómeno de la calina. Peñaloza concluye que el coctel, refiriéndose a la calina, por ser lo que es, “fácilmente hace confundir a la gente en cuanto a que le atribuyen características que no tiene. Si bien la calidad del aire en Caracas y en otras ciudades venezolanas ha sido estudiada desde hace tiempo con relación a la contaminación atmosférica de origen humano, en varias oportunidades y por varios investigadores, hasta donde puedo saber, la calina venezolana no ha sido estudiada otra vez desde aquel trabajo del Dr. Guillermo Zuloaga de 1966”.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *