Proponen aplicación de mecanismos novedosos para garantizar ingreso

Emily Avendaño / El Nacional.-

Aspirar a un cupo universitario puede convertirse en una batalla perdida para los miles de estudiantes que cada año egresan de educación media. Representantes del Ministerio de Educación Universitaria, así como autoridades de universidades autónomas, experimentales y privadas están de acuerdo con que es necesario trabajar en el sistema de ingreso, para darle cabida a la mayor cantidad de bachilleres considerando sus potencialidades, vocación y características socioeconómicas.

El principal problema, según se desprende del Seminario Nacional sobre Políticas de Ingreso a la Educación Superior Universitaria, es que la demanda de estudios supera con creces la oferta de las instituciones.

Amalio Belmonte, secretario de la Universidad Central de Venezuela, afirmó que la situación se agrava porque la mayoría de los aspirantes concentran sus preferencias en cinco casas de estudios superiores y en carreras muy específicas.

Las propuestas

En el seminario se propuso la creación de un mecanismo de ingreso de carácter nacional y de un sistema nacional de pruebas. Las modalidades fueron discutidas y aprobadas por representantes de las universidades Central de Venezuela, del Zulia, Simón Bolívar, los Andes, Carabobo, Bolivariana de Venezuela, Experimental Politécnica de la Fuerza Armada, Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Metropolitana, de Margarita, Politécnica del Alto Apure y Politécnica de Barlovento, la representación estudiantil ante el Consejo Nacional de Universidades y funcionarios de la Oficina de Planificación del Sector Universitario y de los ministerios de Educación y Educación Superior.

Dentro del Sistema Nacional de Pruebas, se establece la aplicación de una Evaluación Diagnóstica Nacional, con el fin de identificar las potencialidades y deficiencias en la formación de los estudiantes y considerar la reorientación de la selección de carreras según el perfil de la persona que se postula, para ello plantean la creación de un Sistema Nacional de Orientación Vocacional, que facilite la selección de la carrera en función de las aptitudes, intereses y capacidades del estudiante.

“La idea no es que el bachiller se frustre. Deben existir esfuerzos orientados a la prosecución de los estudios y al egreso”, subrayó Rita Áñez, presidenta de la Asociación de Rectores de Venezuela.

La propuesta aún admite discusión, de acuerdo con el rector de la ULA, Mario Bonucci, quien expresó que el proyecto no ha sido debatido por los rectores en el Consejo Nacional de Universidades y opina que en aras de mejorarlo corresponde hacer más énfasis en la realidad socioeconómica de los aspirantes.

“Si la persona que ingresa no tiene los recursos para trasladarse a las aulas o para comprar libros, no podrá culminar con éxito sus estudios. Hay que crear programas de becas para apoyar a los estudiantes”, propuso Bonucci.

En ese sentido se orienta el índice multivariable del Sistema Nacional de Ingreso que adelanta el Gobierno. Jehyson Guzmán, viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio de Educación Superior, destaca que ese mecanismo toma como base factores socioeconómicos, calificaciones y los elementos territoriales característicos de la zona de donde proviene el aspirante.

Las autoridades universitarias, no obstante, proponen la revisión del método porque no lo consideran auditable.

Conjugar experiencias

Belmonte asegura que para que exista un verdadero Sistema Nacional de Ingreso es necesario tomar las experiencias de la OPSU, de las universidades autónomas, privadas, territoriales, experimentales y del Gobierno, que consideren las diversidades de cada institución y consagren la diversidad y el consenso. “El ingreso no puede ser a un pupitre sino al conocimiento, y este debe ser de calidad”, insistió.

Guzmán afirmó que ahora corresponde al ministerio “tomar los mejores elementos referenciales de cada institución para formar un sistema que no genere exclusión y que le brinde a los estudiantes posibilidades de permanencia y desarrollo”. Dijo que no estarán satisfechos hasta que el Estado asigne 100% de los cupos universitarios. Hasta ahora asignan 30% y el resto le corresponde a cada casa de estudio, según pruebas internas o evaluaciones diagnóstico.

Por ahora, los representantes de las universidades coinciden en que lograr el sistema que proponen puede ser posible a mediano plazo, si se suman voluntades.

El Nacional, 18 de julio de 2011, Ciudadanos / 4

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