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Experimentan técnicas para uso de compuestos fluorescentes con potencial aplicación biomédica

Jesús Campos Pacheco y Marcos Sabino, profesor del Departamento de Química

A pesar de las deficiencias presupuestarias que enfrentan todas las dependencias universitarias, la investigación no se detiene en el Laboratorio de Biomateriales del Grupo B5IDA del Departamento de Química, donde sintetizan compuestos fluorescentes (chalcona) encapsulados en partículas o membranas que tienen potencial aplicación para varios tratamientos en enfermedades como malaria y de tumores malignos

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

Dentro de los retos que debe enfrentar en la actualidad la Química Orgánica está la síntesis de nuevos compuestos con actividad biológica, y en el caso específico de la tesis que elaboró Jesús Campos Pacheco, estudiante de Licenciatura Química, el reto fue la incorporación de los compuestos derivados de chalcona dentro de cuyas propiedades se conocen el tratamiento de enfermedades como la malaria, cáncer, etc.

La chalcona, que es una cetona aromática y un enona, permite formar un núcleo central para, a partir de ella, poder preparar una variedad de compuestos biológicos, y que tiene carácter fluorescente.

Marcos Sabino, profesor del Departamento de Química y tutor del trabajo que desarrolló Campos, explica que estos compuestos se administran en forma libre en el cuerpo, pero que la investigación que realiza el estudiante, quien acaba de defender su proyecto de grado, propone utilizar un polímero biodegradable como vehículo portador de este compuesto, a través de dos sistemas: micro/nano partículas y micro/nano fibras.

La idea es encapsular el fármaco requerido para el tratamiento de estas enfermedades en escalas micro y nanométricas. A través de un proceso llamado microemulsificación se obtienen partículas que garantiza ese diminuto tamaño con la idea de ser liberado de manera controlada desde el vehículo portador, que en este caso es el poliácido láctico. De esta manera se puede prolongar su efecto terapéutico y hacer más eficiente el tratamiento. “Por ser pequeñas las partículas, el efecto es localizado, tiene precisión en tiempo, y en el lugar donde se pueden localizar quirúrgicamente estos sistemas”, dice el estudiante.

La membrana con la que también se puede encapsular el fármaco es también hecha con estos compuestos fluorescentes y el polímero, y para ello se usa una tecnología llamada electrospinning, la cual requiere del uso de alto voltaje para lograr la inyección de una solución polimérica que sale disparada en forma de cientos de fibras y que son recolectadas en forma aleatoria sobre una superficie metálica, creando así esta membrana formada por fibras micro y nanométricas.

Con esta técnica, expone el profesor, también se pueden hacer andamios combinando el electrospinning con la impresión 3D, que pueden servir para la reconstrucción de hueso y regenerar tejido óseo, por ejemplo.

Este trabajo es de impacto, enfatiza Sabino, debido a las probabilidades de impulsar alternativas de terapia para el tratamiento de enfermedades como la malaria, de tumores, también para dolencias convulsivas e infecciones, entre otras.  Tiene sus antecedentes en las investigaciones realizadas por Nieves Canudas y Neudo Urdaneta, profesores del Departamento de Química de la USB, quienes desde 2011 investigan sobre la síntesis de estos compuestos fluorescentes y su potencial evaluación en terapias fotodinámicas.

Las colaboraciones entre estos profesores del Departamento de Química son de suma relevancia, dado que se complementan esfuerzos para dar soluciones a varias enfermedades o dolencias.

Jesús Campos defendió su tesis el jueves 27 de abril y fue aprobada con mención Sobresaliente, con lo cual egresará como Licenciado en Química de la USB.

Seguir trabajando pese a la crítica situación

En el grupo B5IDA-USB se trabaja con la colaboración de varios centros de investigación brasileños como el Centro de Tecnología e Información CTI Renato Archer, en Campinas, Sao Paolo, mediante el intercambio que mantienen desde el año 2008; el Instituto Nacional de Tecnología INT de Río de Janeiro, y más recientemente con varias instituciones del nordeste brasileño como el Instituto Federal de Maranhao, IFMA, y el CERTBIO, Centro de Biomateriales de la Universidad Federal de Campina Grande.

Para Marcos Sabino, la crítica situación presupuestaria y el deterioro de las condiciones de docencia e investigación en la USB, se evidencian en todas las actividades universitarias, y en ese laboratorio, los fondos financieros tienen limitaciones, sin embargo su bandera es seguir trabajando a pesar de la situación. Buena parte de las ayudas económicas que reciben provienen de los decanatos de Investigación y Desarrollo, de Estudios Profesionales y de Postgrado, por lo que tratan de optimizar, lo más posible, los reactivos y materiales usados en cada síntesis y caracterización, ya que son técnicas costosas y siempre requieren ayuda económica. Afortunadamente, expresa el profesor, cuentan con apoyo de otras instituciones, como las mencionadas instituciones brasileñas, y, en función de la colaboración establecida, pueden obtener resultados, caracterizar y garantizar el éxito de estos novedosos proyectos.

Fotos: Cindy Anselmi

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