“El primer perjudicado por la aprobación de la Reforma sería el Presidente”

El Presidente de Datanálisis, José Antonio Gil Yépez, alerta sobre problemas de gobernabilidad en caso de que el Sí gané el referéndum de diciembre. Él estuvo acompañado por el ex constituyentista Ricardo Combellas y el diputado Ismael García en un foro celebrado en Sartenejas durante la mañana de ayer 

Gerardo Guarache Ocque
Departamento de Información y Medios USB

“Tal será el problema de concentración de poder en el que caeremos si se aprueba la Reforma que caeremos en conflictos de gobernabilidad. El primer perjudicado por la aprobación de la Reforma será el Presidente de la República, que tendrá mucho poder y control sobre cada una de las instancias, pero se verá obligado a reprimir”. Así lo explicó quien preside la encuestadora Datanálisis, José Antonio Gil Yépez, durante un foro titulado “Venezuela después de la Reforma: Perspectivas sobre el futuro”, llevado a cabo ayer en la USB.

El profesor Gil Yépez argumenta que las grandes concentraciones de poder generan inhibición de las iniciativas, pobreza, ineficiencia y corrupción, lo cual resulta una consecuencia ineludible. “Estamos hablando de una fabulosa maquinaria de concentración de poder, que se construyó en los regímenes anteriores y se mantiene hasta ahora, con la diferencia de que antes gozábamos de cierto pluralismo que no se observa en la actualidad”.Asimismo, asegura que la crisis política que vive Venezuela en la actualidad está originada básicamente por un problema de “desinstitucionalización”, que genera caudillismo para cubrir el vacío, y que se acrecentaría a través de las modificaciones de la Constitución de 1999 propuestas por el presidente Chávez. “La principal consecuencia que traería la Reforma es institucionalizar la desinstitucionalización. Y, precisamente, creo que el verdadero camino de la preservación de la democracia está en que cada uno de nosotros se concentre en fortalecer la universidad, la cámara, el departamento, la oficina, la alcaldía, o el establecimiento en el que se desenvuelva”.

José Antonio Gil Yépez además establece una conexión íntima entre el negocio petrolero y la forma de hacer política gubernamental en Venezuela. “La política OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que comenzó a ejecutarse desde 1973, tenía como esquema bajar la producción y mantener elevados los precios, para hacer un reparto populista de la renta petrolera”.

Explica el sociólogo que lo que sucedió “fue que en 1998 siguió ocurriendo lo mismo pero cambió el repartidor, que ahora parece elevar las limitaciones de la producción y profundizar el partidismo y el populismo hasta niveles altísimos”. Y añade que lo que considera como positivo para el fututo venezolano, que es la descentralización y el verdadero fortalecimiento del negocio petrolero, es justamente lo contrario a lo que conlleva la Reforma Constitucional. “Ningún país OPEP ha sido ni puede ser democrático”, afirmó decididamente.

Llamado unánime a los comicios electorales
El foro, organizado y moderado por Daniel Varnagy, profesor del postgrado en Ciencia Política y del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Simón Bolívar, contó además con la participación del abogado constitucionalista, Ricardo Combellas, quien lamentó la ausencia en el evento de voces que apoyaran el proyecto de Reforma.

Combellas, también ex director del Doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (2000-2003), considera que la Reforma puede ser perfectamente catalogada como un “fraude constitucional”, debido a que pretende alterar principios fundamentales “de fondo” a través de un mecanismo errado.

Sin embargo, este jurista argumenta que, de igual manera, proponer un proceso constituyente, que sí sería la vía correcta para generar tales modificaciones del máximo texto jurídico del país, no es apropiado en la actualidad. “Se requiere de un gran esfuerzo de conciliación nacional para invocar al Poder Constituyente porque se trata de decisiones que rigen los destinos de todos los venezolanos”.

Combellas afirma que una de las consecuencias dela posible aprobación de la Reforma es que la población “no se va a identificar con su texto constitucional”. Allí se iniciaría un conflicto de legitimidad derivado de la violación del principio fundamental del pluralismo, que para este experto es una noción que debe inundar cada una de las páginas de una Constitución Nacional. “Creo que, de no haber una conciliación, es preferible trabajar con la Constitución de 1999, que ya ha sido aceptada por los venezolanos”.

En este punto se inició la exposición de ideas de Ismael García, diputado a la Asamblea Nacional por el partido PODEMOS, quien considera que uno de las grandes deficiencias del proyecto de Reforma y su proponente es el discurso polarizante que desconoce la disidencia e impide reconocer la diferencia de posturas.

Para García, quien hasta principios de año mantenía su apoyo a la gestión presidencial, la propuesta de Reforma Constitucional se trata de “un proyecto de hegemonía y control total de la sociedad venezolana”. De igual forma, asegura que la modificación de los artículos referidos al Poder Comunal (por ejemplo, el 70 y el 136), “confisca los derechos de la gente a través de la elección a dedo de líderes regionales. Allí hay otro poder que pasa a manos del Jefe de Estado”.

El parlamentario también critica la denominación de “Estado Socialista Venezolano” contenido del artículo 16 de la propuesta, puesto que limita a un posible gobierno de otra tendencia en la posibilidad de ajustarse al marco jurídico de la Nación. Además, se muestra preocupado ante el 230, que dejaría abierta la posibilidad al presidente Chávez, y a cualquier otro, de reelegirse indefinidamente.

Algunos consideran resultados de encuestas recientes, otros apelan a la “profunda vocación democrática del pueblo venezolano”, ylos más conocedores de la historia latinoamericana complementan con los ejemplos del Chile que salió de Pinochet (1988) y el Uruguay que se refugió en Julio Sanguinetti (1985), que son hitos que guardan similitudes (salvando las distancias) con la actualidad venezolana. Pero los tres ponentes que visitaron ayer el Paraninfo de la Casa Rectoral de la USB consideran que el No debe salir victorioso el próximo 2 de diciembre, para lo que es necesario que la oposición vaya a ejercer su derecho al sufragio y defender los resultados.

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