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“La soberanía alimentaria está cada vez más lejos de ser una realidad”

Carlos Machado Allison

Carlos Machado Allison, investigador de la UCV, intervino en el foro que cerró la II Semana Latinoamericana y Caribeña en la Simón

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

En Venezuela se ha perdido el interés por el desarrollo científico-tecnológico en el área agrícola, lo que ha traído como consecuencia que el país esté rezagado en la producción y exportación de alimentos, con respecto a los otros países sudamericanos, y que la promesa de la seguridad y soberanía alimentaria esté cada vez más lejos de ser una realidad.

La afirmación corresponde al investigador Carlos Machado Allison (Universidad Central de Venezuela), quien participó en la actividad de clausura de la II Semana Latinoamericana y Caribeña en la Simón, celebrada el viernes pasado en la Sala Horowitz de la Biblioteca. “No hay una estrategia nacional de exportaciones agrícolas ni una relación continua de los entes del gobierno con los centros de investigación y las empresas. Nuestro único centro para la ciencia y tecnología agrícola se convirtió en un centro de adoctrinamiento ideológico de campesinos que hace algunas transferencias de tecnología de tercera categoría”.

En un panorama mundial donde América figura como el futuro granero de la humanidad, Venezuela es el único país de Sudamérica con una balanza comercial agroalimentaria muy negativa. “Importamos 6-7 mil millones de dólares y este año hemos exportado 56 millones de dólares, gracias a la industria del ron. Siempre hemos sido importadores de trigo o leche, pero ahora sumamos a estos rubros carne bovina, café, arroz y azúcar. Además, como no se aplican controles científico-tecnológicos a las importaciones, nos llegan productos de desecho, como el café que estamos importando desde Centroamérica”.

Chile y Venezuela, explicó Machado Allison, ambos países mineros, han dirigido su política agroalimentaria por rumbos distintos. Mientras Venezuela ha quedado rezagada en los últimos años, Chile, gracias a su apertura comercial y a una estrecha relación academia-empresa, se ha convertido en el tercer exportador de alimentos de América del Sur, posición sustentada en las exportaciones de frutas, salmón y vinos.

El país con mayor seguridad alimentaria del mundo, señaló el investigador, es Holanda, donde por cada habitante se importan $1.121 y se exportan $1.927 en productos del sector agroalimentario. En Venezuela, estas cifras son $219 y $6,3 en importaciones y exportaciones por habitante, respectivamente. “Los controles de divisas y precios han sido una masacre para el sector agrícola nacional. Los grandes perdedores han sido la carne bovina, tubérculos, frutas, café, caña de azúcar, arroz, raíces, pesca y acuicultura”.

Machado Allison realizó su intervención en el seminario Ciencia e integración en América Latina, organizado por el Centro de Estudios Políticos y el Instituto de Altos Estudios de América Latina, y que fue la actividad de clausura de la II Semana Latinoamericana y Caribeña en la Simón. La apertura estuvo a cargo de William Colmenares, vicerrector administrativo, y la moderadora fue la profesora Elia García, decana de Investigación y Desarrollo y como ponentes participaron también Benjamín Scharifker (Unimet-USB), Claudio Mendoza (Ivic) y Oscar Aguilera (ULA).

Evaldo Vilela

Ciencia en Brasil

Evaldo Vilela de la Universidade Federal de Viçosa, Minas Gerais, Brasil, fue el invitado internacional del seminario, y dio un resumen de la evolución brasileña en el área científica.

“Las cifras de 2008 dan cuenta de que en Brasil teníamos 230 mil investigadores, 2,12 por ciento de la producción científica mundial y una inversión en ciencia y tecnología de 23 mil millones de dólares, más que España (20 mil millones) e Italia (22 mil millones), 55 por ciento realizada por el sector público. En 2009 graduamos 11.368 doctores, 134 por ciento más que diez años antes, y la buena noticia es que tienen empleo”.

La investigación científica en Brasil se concentra en las universidades y empresas, apuntó Vilela, y dos de las áreas más fuertes son las ciencias agrarias y las ciencias de la salud. “Hay desigualdades, claro, porque 60 por ciento de los artículos científicos se concentran en siete universidades”.

Brasil cuenta con una estructura institucional enfocada en la ciencia, tecnología e innovación: el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, creado en 1969, fondos sectoriales de ciencia y tecnología, becas para estudiantes de pregrado que quieran hacer investigación, programa de incentivos para la formación de científicos, becas para desarrollo tecnológico e innovación, entre otros.

Tres experiencias de éxito brasileño en ciencia y tecnología, destacó Vilela, son la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer) y Petróleo Brasileño (Petrobras).

Fotos: Alfredo Terán

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Un comentario

  1. Sin seguridad jurídica no puede pretenderse atraer ingenieros y empresarios ganaderos que inviertan en nuevas tecnologías para aumentar la producción agrícola del país. Muy de alto riesgo invertir en el sector Agrícola con una Ley de tierras que es un cheque en blanco para el INTI decretar ocupaciones forzosas arbitrariamente, desconociendo el derecho de propiedad contemplado en el artículo 115 de la constitución y el art 116 que prohíbe las confiscaciones.

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