Más participación y comunicación se necesitan para cumplir Política Ambiental

Más sensibilización, participación y comunicación se requieren en la comunidad de la Universidad Simón Bolívar para cumplir con los compromisos de la Política Ambiental que la institución asumió este año y es vinculante y obligatoria, según mandato del Consejo Directivo emitido en mayo pasado.

El profesor Nelson Geigel Lope-Bello presentó un trabajo que identifica las unidades o dependencias de la Universidad asociadas con el tema ambiental, sus responsabilidades en la materia, y su relación con los principales problemas ambientales que afectan al campus de Sartenejas.


A la reunión, organizada por la Comisión de Bosques, acudieron representantes de las Direcciones de Seguridad Integral, Planta Física y Asuntos Públicos, Unidad de Laboratorios, Comisión de Planificación y Desarrollo, del grupo de investigación Vida Urbana y Ambiente (VUA) e investigadores y profesores especialistas en ambiente, urbanismo y seguridad e higiene, entre otros.

Lope-Bello se comprometió a divulgar la información entre la comunidad uesebista y apuntó que hace falta mayor comunicación entre todas las dependencias para conocer cuáles son las actividades y programas que cada una está llevando a cabo en cuanto al cumplimiento de los compromisos de la Política Ambiental. Asimismo, aseguró que próximamente presentará un análisis carrera por carrera de las asignaturas ligadas a ambiente que se dictan en la USB.

Las profesoras Rosa Chacón, del grupo Vida Urbana y Ambiente, y Luisa Páez, del Departamento de Planificación Urbana, coincidieron en que más que comunicación hace falta sensibilización y participación por parte de la comunidad uesebista. “En esta reunión están representadas la mayoría de las dependencias mencionadas en el informe, somos las mismas caras de siempre, sabemos lo que hay que hacer y nos esforzamos, pero en la USB la gente no quiere participar, no hay la visión de vida compartida y de convivencia, la conciencia de que vivimos en comunidad y que lo que hacemos afecta a todos. Debemos buscar fórmulas en conjunto para que esto cambie”, enfatizó Chacón.

Lope-Bello identificó tres tipos de dependencias que tienen funciones ligadas al ambiente y conservación: las de planificación, asesoría y consultoría, las de apoyo administrativo y las de apoyo a la investigación, docencia, desarrollo y extensión.

En el grupo de las dependencias de planificación, asesoría y consultoría están las comisiones de Planificación y Desarrollo, de Protección Radiológica y de Espacios naturales y plantaciones de pinos.

Las Direcciones de Seguridad Integral (Departamento de Seguridad, Higiene y Ambiente), Planta Física (Departamento de Mantenimiento y Unidad de Mantenimiento Ambiental) y Servicios (Departamento de Transporte) y la Unidad de Laboratorios (Coordinación de Calidad y Laboratorios) son las unidades que se ubican en el grupo de apoyo administrativo.

Asimismo, incluyó en su análisis a las dependencias que apoyan investigación, docencia, desarrollo y extensión: Decanato de Investigación y Desarrollo (grupos de investigación), Funindes USB (unidades de gestión), Decanato de Extensión (servicio comunitario) y Dirección de Desarrollo Estudiantil (agrupaciones estudiantiles que en sus estatutos contemplan el tema ambiental).

Para Lope-Bello, hay dos dependencias que juegan un rol sumamente importante, por las funciones que tienen asignadas según el Manual de Organización de la USB, en el área ambiental: la Comisión de Planificación y Desarrollo y la Dirección de Seguridad Integral. La primera elabora la planificación estratégica de la Universidad en la cual debe estar contemplada la Política Ambiental y establecidas sus directrices, mientras que la Dirección de Seguridad Integral tiene funciones de conservación ambiental, seguridad industrial y laboral, salud e higiene, prevención y combate de incendios, atención de emergencias, gestión de los riesgos ambientales y labores, es decir, sus tareas ligadas al tema ambiental y de conservación son amplias y variadas y por lo tanto fundamentales.

Los problemas ambientales identificados para la Simón Bolívar, tienen responsables institucionales, según el análisis de Lope-Bello. El primer problema, la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, principalmente por los autobuses, tiene como responsables a la Dirección de Servicios, a través del Departamento de Transporte. En cuanto a la emisión proveniente de otros vehículos, la responsabilidad recae sobe la Dirección de Seguridad Integral (DSI), mediante el Departamento de Seguridad, Higiene y Ambiente (SHA).

La responsabilidad del segundo problema, -que a juicio de Lope-Bello debería ser el primero-, manejo y desecho de materiales peligrosos (principalmente por parte de los laboratorios), recae sobre la Unidad de Laboratorios (Ulab) y también la DSI y el SHA. De acuerdo con Lope-Bello, Ulab debe definir su reglamento sobre la gestión de sustancias, materiales y desechos peligrosos –actualmente en revisión- antes de aprobar el Manual de Procedimientos de la Unidad.

La generación de desechos sólidos por parte de los comedores y restaurantes es el tercer problema y su responsable la Dirección de Servicios, dependencia que ha desarrollado con éxito el Programa de gestión integral de desechos y residuos sólidos no peligrosos.

El vertido de aguas residuales no tratadas (cuarto problema) por parte de laboratorios, servicios, comedores y talleres, es responsabilidad de SHA y la Dirección de Planta Física.

El quinto problema, consumo excesivo de aguas blancas, tiene como responsable a las Direcciones de Servicios y Planta Física.

Los otros problemas ambientales de la USB son el alto consumo de energía eléctrica (que concierne a Servicios y Planta Física), ruido (Servicios, Planta Física, DSI), alteración de grandes áreas naturales (Comisión de Bosques, Planta Física), y vulnerabilidad ante amenazas de origen natural (Comisión de Bosques, Bomberos, Planta Física y DSI).

Fotos: Alfredo Terán

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Un comentario

  1. Aplaudo la iniciativa de la USB por establecer una Política Ambiental y por desarrollar todas los mecanismos necesarios (Sensibiliación, Comunicación, Integración, Procedimentación, Adiestramiento, Integración), para implementar un verdadero sistema de Gestión Ambiental que convierta a esa universidad pionera en Venezuela en este tipo de sistema, que servirá de modelo para el resto de las universidades del país.

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