Carta del Consejo Directivo al Ministro Ricardo Menéndez

Señor Ministro de Educación Universitaria
Ricardo Menéndez

Sartenejas, 02 de mayo de 2014

El Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar, reunido el pasado 30 de abril de 2014, decidió dirigirse a usted de este modo para plantearle en esta
oportunidad la angustia que padece nuestra comunidad universitaria nacional y especialmente la Universidad Simón Bolívar, debido a las diversas maneras como se han enfrentado a los estudiantes universitarios las fuerzas de orden público y los llamados colectivos armados, así como el desproporcionado empleo de fiscales del ministerio público y los tribunales, para amedrentar e impedir el legítimo derecho a la protesta que continúan ejerciendo diversos universitarios actualmente en Venezuela.

Las disconformidades planteadas por los estudiantes en sus manifestaciones son compartidas por la inmensa mayoría de la sociedad venezolana. Pero la
transmisión pública de ese malestar ha traído como nefastas consecuencias la agresión física desproporcionada, la tortura, la muerte de algunos estudiantes, la injusta prisión y la reiterada presentación a tribunales, como si nuestros estudiantes acaso fueran delincuentes.

En un país como la Venezuela actual donde la delincuencia se ha apoderado de los espacios públicos, donde colectivos armados imponen el terror de una extraña forma, vinculados en oportunidades con fuerzas del orden público que deberían por el contrario ajustarlos a la ley, no son los estudiantes quienes quebrantan con su voz, con sus libros, lápices y computadoras portátiles el ordenamiento jurídico. La protesta es un derecho constitucional y humano, establecido con toda claridad en el artículo 68 de nuestra Constitución: “Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar pacíficamente y sin armas…”.

Ahora, sumado a toda esta problemática aparece un tema que ha sumido a nuestra comunidad universitaria en la mayor de las consternaciones, debido a que
ahora los estudiantes universitarios son tratados como criminales por ejercer su derecho a la protesta y han sido trasladados algunos de la más injusta manera a centros penitenciarios de la peor ralea, donde corren incluso peligros físicos y exponen la vida. Todos conocemos el estado actual de nuestras cárceles, por demás.

Ministro Menéndez, usted es un universitario y conoce bien, de adentro, las prácticas y las formas que los estudiantes tienen para alzar su voz y manifestar. En esta oportunidad queremos pedirle que interceda ante sus compañeros del gobierno nacional para que se evite de cualquier modo que personas ajenas ingresen armadas a los campus universitarios a fomentar la violencia, y, así mismo, que las fuerzas del orden público depongan cuanto antes su actitud agresiva y lesiva contra nuestros estudiantes, que detengan la criminalización creciente de las protestas colectivas y dejen ya de perseguir e intimidar judicialmente, de apresar, de torturar y de enviar a nuestros estudiantes a esos antros bochornosos que constituyen las cárceles para presos comunes en Venezuela.

Allí está por ejemplo el caso del bachiller Javier Monguiló de la Universidad Simón Bolívar, enviado a prisión injustamente, a Yare, y como él otros diversos estudiantes universitarios que han mostrado su rebeldía ante lo que acontece en el país y con lo cual, por supuesto, no están de acuerdo.

Señor Ministro, le solicitamos se haga eco de inmediato de este clamor de la comunidad universitaria nacional en defensa de los estudiantes universitarios y de las universidades venezolanas. Esperamos sus buenos oficios en este sentido, conocedores como somos de su buena fe.

Cordialmente, por el Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar.

Enrique Planchart, Rector-Presidente Secretario

 Cristian Puig, Secretario

 

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