Gerardo Vivas: “Nazismo y marxismo son términos que se igualan”

Es evidente la influencia del comunismo en Venezuela

Lisbeth Bernal / Departamento de Información y Medios USB.-

Socialismo, nazismo y comunismo comparten sus principales postulados. Así lo dijo el historiador de la USB, Gerardo Vivas, quien explica que “el nazismo nació del socialismo por lo que ambos términos postulan prácticamente los mismos principios, y éstos a su vez se pueden observar en el movimiento desarrollado en Venezuela bajo el nombre del “Socialismo del Siglo XXI”.

Vivas participó en la conferencia inaugural de la segunda parte del ciclo de charlas Comprendiendo a Venezuela, organizado por el Decanato de Estudios Generales y el Departamento de Ciencias Sociales.

Para el historiador, resulta evidente la influencia del comunismo en Venezuela desde hace 13 años, tras analizar las similitudes que existen entre las políticas que ha diseñado el gobierno nacional y las desarrolladas por los países comunistas. Algunas de las cuales consisten en “manipular la historia, en emplear una terminología específica, en la utilización de la violencia para mantener el poder y en la eliminación de las instituciones”.

De acuerdo con Vivas, la fuerza armada politizada, las alianzas peligrosas creadas sólo por combatir el capitalismo, así como la existencia de instituciones que son una mera fachada, constituyen otros signos de alarma que identifican la influencia del comunismo en nuestro país. No obstante, estos mismos elementos se pueden reconocer en el socialismo, estalinismo, marxismo y nazismo.

Entre los principales rasgos de estos movimientos ideológicos mencionó: el racismo a ultranza, la ambición hegemónica, el sectarismo político, el culto a la personalidad, la tradición militarista, la proyección en el tiempo y el nacionalismo expansivo.

El recorrido histórico expuesto por Vivas, arrancó con la construcción del conocido Muro de Berlín, luego se paseó por el mito que han creado del Che Guevara y posteriormente, realizó comparaciones entre el movimiento de Hitler y el comunismo, entre otros aspectos. Por ejemplo, producto del genocidio comunista ocurrido en los diferentes países que vivieron bajo este régimen, se han contabilizado 100 millones 850 mil muertes, según el Libro Negro del Comunismo escrito por comunistas, aseguró el profesor; mientras que del exterminio judío realizado por Hitler, se cuentan 6 millones de muertes. A estas cifras también se le debe agregar la trágica suma de más de 50 millones de decesos ocurridos en la 2da guerra mundial, evento liderado principalmente por Hitler y Stalin, entre otros personajes.

A pesar de que Hitler se confesaba enemigo del comunismo, expresó en su oportunidad lo siguiente: “necesitamos la violencia para imponer nuestra lucha. Yo tengo la conciencia limpia. Mucho es lo que he aprendido del marxismo”. El líder nazi, comenta Vivas, escogió el mismo color rojo de los comunistas, no sólo por el gran impacto psicológico que produce, sino principalmente para fastidiar a los comunistas, quienes desde sus inicios siempre se identificaron con el rojo.

La respuesta a la interrogante planteada sobre cómo es posible que aún en estos momentos existan regímenes totalitarios, el profesor la encontró en la propaganda. “Gracias a ella, todavía  China vive en comunismo, pese a la hambruna que padeció durante 3 años y que dio un saldo de 36 millones de muertos”; a través de su campaña denominada “El Gran Salto Adelante”, Mao puso a los campesinos a crear hornos artesanales para la fundición de metales y obtener acero, quienes quemaron hasta sus propias herramientas de trabajo, lo que impidió que los campesinos pudieran producir sus alimentos, entre otras graves consecuencias.

Arroz con mango

El fenómeno del Che Guevara, es otro ejemplo de manipulación de la historia, dijo Vivas, pues cuando lo encontraron para fusilarlo, se había convertido prácticamente en un mendigo, sin embargo, luego de su muerte, los comunistas se encargan de mejorar su imagen para cristificarlo, y crear “el arroz con mango que se observa con la mezcla de figuras como Bolívar, Cristo, Chávez y el Che, entre otras, que pretende colocarlas en un mismo nivel de la historia”. Esta confusión intencional, generada por la propaganda, también es “fortalecida por el comercio y el mercantilismo al convertir al Che, en una pieza publicitaria que muchos jóvenes utilizan como si se tratara de un ídolo pop, desconociendo por completo su historia”.

Este hombre cuya mirada aparece en franelas y bolsos de múltiples colores, e incluso en tatuajes, cuenta el historiador, fue un verdugo que dirigía los fusilamientos, cuya lealtad al régimen le valió su nombramiento como presidente del Banco Nacional de Cuba. Algo típico de los sistemas totalitarios, en donde la lealtad de sus más allegados priva por encima de la experiencia, ética y experticia de destacados profesionales, explicó.

El Che, además de esto, fue un fracaso total que contradecía su propio Manual del Guerrillero. “El guerrillero tendrá que ser infalible, necesita salud de hierro (…) que convierta su vida de animal acosado en fortalecimiento”. Pero el Che, ilustró el profesor, fue lo opuesto, ya que padecía de una severa asma que le impedía realizar mayor esfuerzo físico, por lo cual, retrasaba el avance de la guerrilla e incluso requería asaltar a las farmacias para obtener medicinas para paliar su débil condición.

En esta cita, Vivas también aprovechó la ocasión para revelar, a partir de recientes bibliografías y documentos oficiales, datos curiosos de las personalidades de Mao, Lenin, Stalin, Hitler, Marx, entre otros máximos exponentes del comunismo, marxismo, nazismo y socialismo. Por ejemplo, del Che comentó que a pesar de haberse graduado de médico cirujano, “fumaba tabaco para mejorar su asma”.  Mao mencionó, jamás se cepilló los dientes, sólo se lavaba su boca con té y de Marx, no se sabe si alguna vez visitó las fábricas y sus trabajadores.

Finalmente, Vivas cerró su conferencia señalando que es fundamental conocer la historia para evitar repetirla y crear mitos sobre evidentes ejemplos de fracaso que causaron terror, miedo y muertes. De ahí que titulara su charla La trágica huella del comunismo: un siglo de terror y genocidio. Fotos, videos y libros fueron expuestos por el experto para documentar cada información presentada.

Fotos: Javier Zamora