Fernando Febres Cordero: “La ciencia es una conversación”

Desde el 11 de noviembre se convirtió en el único latinoamericano en recibir el Premio Sofja Kovalevskaja.

Este venezolano de 35 años, también fue galardonado con el Premio Arnoldo Gabaldón 2014 para Jóvenes Investigadores Venezolanos, otorgado por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, el profesor del Departamento de Física, apuesta por el talento de los venezolanos visitando escuelas y universidades en el país para incentivar el estudio de las ciencias básicas.

Lisbeth Bernal / Departamento de Información y Medios USB.-

Para el destacado físico, Fernando Febres Cordero, la ciencia es una conversación en donde nadie tiene la verdad absoluta porque los conceptos se prueban constantemente. El hallazgo del Bosón de Higgs es un ejemplo de ese intercambio, que permite enriquecer los conocimientos que poseemos sobre el universo aunque todavía, explica el experto, existen diversas incógnitas por resolver dentro del Modelo Estándar de Partículas.

Febres Cordero, profesor asociado del Departamento de Física de la USB, se convirtió, desde el martes 11 de noviembre, en el único latinoamericano en recibir el Premio Sofja Kovalevskaja 2014, en una ceremonia realizada en Berlín a la que asistieron la ministra federal de Educación e Investigación de Alemania, Johanna Wanka, y Helmut Schwarz, presidente de la Fundación Alexander von Humboldt.

El Premio Sofja Kovalevskaja de investigación es uno de los más prestigiosos de Alemania, financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de ese país. Está orientado a investigadores en la fase temprana de su carrera, entre los 29 y 41 años de edad, con lo que reciben financiamiento para desarrollar de forma independiente y con su propio grupo de trabajo, en una universidad o instituto de investigación alemán de su elección, proyectos innovadores por un período de hasta cinco años en áreas de investigación científica.

En abril de este año fue galardonado también con el  Premio Arnoldo Gabaldón al Investigador Joven por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), por su trabajo en física de altas energías y en la promoción del papel del investigador joven en la sociedad venezolana. Este premio que solo se otorga a jóvenes científicos venezolanos que trabajan en el país, constituye un gran estímulo que impulsa al profesor en su quehacer diario pese a la crisis nacional que, a su juicio, ha mermado los avances científicos y tecnológicos que pudiera experimentar el país bajo otras condiciones socioeconómicas y políticas. “Se han cometido muchos errores en  política científica, mucha improvisación y si no definen una línea y no mantienen de forma constante sus prioridades, no podrá haber productividad, ni mayores logros en la ciencia venezolana”.

La trayectoria de Febres Cordero, con 35 años de edad, es amplia y notoria, lo que le ha valido otras importantes distinciones como su membrecía en The World Academy of Sciences for the Advancement of Science in Developing Countries (TWAS), en la categoría de miembro afiliado, y su inclusión en la Global Young Academy.

Su área de investigación principal se centra en cálculos de lazos de procesos con muchas partículas en teorías cuánticas de campo, y su impacto en la fenomenología de colisionadores. “Esta década es emocionante porque existe en Ginebra el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), donde se aceleran los protones y tenemos la capacidad de estudiar las escalas más pequeñas que hayamos podido probar en un laboratorio”, comentó, augurando un trabajo de largo plazo, que podría durar de 10 a 15 años aproximadamente, ya que gracias a esta máquina es posible realizar búsquedas asociadas a predicciones del Modelo Estándar de Partículas y otros modelos.

De acuerdo al profesor, en los últimos años ha logrado crear una nueva formulación para el manejo del cálculo de las amplitudes de choque en teorías de campo. De hecho, expresó “fuimos los primeros en crear algoritmos para cálculo eficiente. A pesar de que la teoría existía, parecía imposible producir la información requerida por el LHC, pero reestructuramos la forma de calcular y abrimos una nueva ventana que permite avanzar hacia patrones de comparación entre la teoría y el experimento”. En ese sentido, para el investigador resulta emocionante ver que ya están siendo usadas sus predicciones por los experimentos del LHC. “Cuando se realiza un estudio con una nueva señal, una nueva partícula, es difícil obtener la información relevante del Modelo Estándar, pero hemos  logrado producir esta especie de huellas digitales que se emplean en los experimentos como modelos a comparar”, señaló.

Por estas contribuciones “en el cálculo de correcciones de un lazo en cromodinámica cuántica a procesos del modelo estándar en aceleradores hadrónicos”, el Departamento de Física de la Universidad del estado de Florida, con quienes trabajaba para aquel momento, en el año 2007, le otorgó el Premio Dirac-Hellman.

Hacia futuro el físico mencionó que existe cierto campo inexplorado sobre el cual podrían ahondar las próximas investigaciones para llegar a nuevos límites. Entre esos nuevos retos, citó la búsqueda de evidencias de nuevas dimensiones y de supersimetrías.

De familia humanista

El profesor a pesar de provenir de una familia en su mayoría humanista, siempre fue un apasionado por las ciencias y la tecnología. No obstante, fue en noveno grado cuando las ciencias básicas le llamaron la atención. Durante esa etapa, recuerda que influyeron en su interés por este tipo de ciencias, la mística de su profesora de Química así como su experiencia en las Olimpiadas Científicas Venezolanas e Internacionales.

Este novel científico estudió Física en esta universidad, graduándose Summa Cum Laude. Inmediatamente trabajó como profesor instructor en el campus de Sartenejas. Sus estudios de doctorado los realizó en la Universidad del estado de Florida, EUA, gracias al Programa de Desarrollo Profesoral de la USB y un convenio establecido con Fundayacucho. Su postdoctorado tuvo lugar en la Universidad de California en Los Ángeles, EUA. Ahí trabajó con el Grupo de Teoría en Partículas.

Al iniciar su trabajo postdoctoral, comentó que se adentró en el mundo de la investigación, por lo que considera esa etapa como una de las más productivas, exigentes y de mayor libertad.

Despertando en los pequeños su curiosidad científica

Febres Cordero regresó al país hace cinco años, luego de culminar sus estudios doctorales y su trabajo postdoctoral. Se incorporó como profesor e investigador de la USB, desde donde ha ampliado su labor en la enseñanza de la ciencia al dictar charlas en escuelas, liceos y universidades en todo el país, para despertar en los pequeños y adolescentes la curiosidad científica. “Esto lo hago porque inicialmente los conceptos científicos me atrajeron por la dedicación de muchas personas en la enseñanza de la ciencia. Creo que exponer a los jóvenes a nuevas ideas y al quehacer científico puede prendar una chispa, un interés en su formación posterior en las diversas áreas de la ciencia”.

Estos encuentros los ha realizado no sólo en instituciones educativas de Caracas, sino también en diversas ciudades del interior de país, junto a otros colegas de la USB. Adicionalmente, el joven físico es invitado frecuente a dictar conferencias en distintos países como Alemania, Argentina y Francia.

También ha liderado una iniciativa con otros profesores de la Universidad Central de Venezuela, principalmente, con quienes ha establecido la llamada Red de Jóvenes Investigadores de Venezuela (RedJIV); “un programa de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, dedicado a promover la actividad científica de las nuevas generaciones de investigadores del país que abre posibilidades de relacionar a nuestros jóvenes con otros investigadores nacionales, así como con investigadores venezolanos que han emigrado o grupos de investigación internacionales de reconocido prestigio”. De este programa, Febres Cordero es fundador y miembro de su Directorio.

Paralelamente ha apoyado a un grupo de estudiantes uesebistas denominado Por qué Ciencias, quienes dictan charlas y organizan eventos en la USB y en escuelas de educación media, con el interés de promover el estudio de las ciencias básicas.

Con vena artística

La  música es otro mundo que le apasiona a este destacado físico de partículas. Pero su estudio, requiere al igual que las ciencias, dedicación exclusiva. Por ello, desde joven tuvo que escoger una de las dos carreras, científico o músico.

En este campo, aprendió a tocar el violín, el cual practica en sus tiempos libres.

Fotos: Javier Zamora