Acta Científica Venezolana se renueva y está disponible en la Web

Los profesores Alfredo Rosas Romero y José Ramón Darias.
Los profesores Alfredo Rosas Romero y José Ramón Darias.

Actualmente, el músculo que mueve la revista está en la USB, con el editor jefe, Alfredo Rosas Romero, y quienes están motorizando la puesta en línea y el mantenimiento del portal, con la idea de que haya mayor participación de los investigadores de la USB

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

De la mano de un grupo de profesores de la USB y para estar a la altura de las exigencias que se imponen con el uso de las nuevas tecnologías de comunicación, Acta Científica Venezolana (ACV) ahora se presenta renovada, en línea, de libre acceso a todo público y sin costo para los autores o sus instituciones.

Nacida en 1950 bajo la dirección editorial de Werner Jaffe y el esfuerzo, desde Asovac, de Francisco De Venanzi, ACV surgió para promover y difundir la actividad científica nacional y regional, propósito que se ha mantenido con la voluntad de quienes han estado a cargo de las ediciones y de la propia comunidad científica.

Sesenta y cinco años después y con una larga lista de directores editoriales que trabajaron por mantenerla en pie, Acta Científica Venezolana deja en el pasado los días de espera por la publicación impresa y las demoras por perspectivas económicas favorables, ofreciendo ahora un portal cuyo diseño puede ser visto en las pantallas de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes, asegurándose un puesto relevante en los buscadores de Internet.

Las riendas de esta nueva etapa de la revista las tiene en sus manos Alfredo Rosas Romero, profesor titular jubilado del Departamento de Química, quien en su discurso, en ocasión de la LXIV Convención Anual de Asovac (2014), lanzó el primer número digital luego de culminar un trabajo de recopilación de números de ediciones anteriores.

Alfredo Rosas Romero, editor jefe de Acta Científica Venezolana.
Alfredo Rosas Romero: “En esta nueva etapa de ACV hay una respuesta entusiasta, tanto por parte de los editores como de la comunidad de investigadores”.

Junto a Rosas, José Ramón Darias (USB), Claudio Mendoza (IVIC), Maj Britt Mostue (UDO), y Enrique Corao (ULA) como editores de campo, y Andrés Guerrero, estudiante de Ingeniería en Computación (USB), trabajaron tanto en el concepto como en la puesta en línea de ACV, buscando ofrecer “una revista multidisciplinaria con trabajos estrictamente originales y de elevado valor académico, que conservaran el espíritu original de la misma, y manteniéndo las secciones tradicionales: artículos, notas, ensayos, revisiones, avances de investigación y el editorial”.

Acerca del editorial, Rosas explica que “la definición y política de la revista son las que siempre han caracterizado a ACV, salvo aquellos detalles determinados por el nuevo formato”.

Este nuevo formato, sin duda le dará a ACV algunas ventajas para continuar siendo “una revista multidisciplinaria, que refleja el sentir de los científicos del país, pues ha sido el acta de la historia de la ciencia venezolana y es el fruto de la comunidad científica nacional”.

Entre las ventajas están: que llegará a toda la comunidad científica del mundo por estar en la web, contará con una interface que facilitará el acceso a los editores a la revista sin necesidad de contar con un programador, el autor tendrá el control del trabajo hasta su publicación final gracias a las plantillas diseñadas para Word y LaTex, la publicación será expedita y de carácter global, con posibilidad de escribir los artículos en inglés, español o portugués, y las instrucciones para elaborarlos estarán disponibles en varios idiomas.

José Ramón Darias: "Queremos más participación de los profesores de la USB".
José Ramón Darias: “Queremos más participación de los profesores de la USB”.

José Ramón Darias, profesor del Departamento de Física, explica que parte de los artículos publicados en el primer número digital (65) de Acta Científica Venezolana correspondiente a 2014, surgió de las reuniones que en 2010 y 2012 realizó la Red de Jóvenes Investigadores de Venezuela ( RedJiv) . “Veinte artículos relacionados con lo que hacemos en las diferentes universidades y centros de investigación de nuestro país en ciencias básicas e ingeniería, fueron seleccionados y arbitrados para ese número. Esta iniciativa surgió de la necesidad de rescatar la publicación nacional, tarea que ha estado siendo impulsada por Marisol Aguilera, profesora del Departamento de Estudios Ambientales, y presidenta de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia, Asovac”. Asimismo, Darias comentó, que alrededor de 50 artículos arbitrados derivados del Congreso Venezolano de Física, realizado en 2014, fueron publicados con en la edición siguiente.

Actualmente, dice Darias, “el músculo que mueve la revista está en la USB, con el editor jefe y todos los que estamos motorizando la puesta en línea y el mantenimiento del portal, así como la disposición de todo lo necesario para que tecnológicamente se mantenga durante los próximos diez años, con la idea además, de que haya mayor participación de los investigadores de la USB”.

Acta en tres tiempos

Alfredo Rosas hace un recuento de lo que ha sido Acta Científica Venezolana para la comunidad científica del país, y rememora que desde 1950 hasta 1998 Acta Científica se publicó de manera impresa, sufriendo los vaivenes económicos del país; desde 1999 hasta 2012, se archiva en un repositorio del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Ivic. Posteriormente, y con la idea de mantener vigente la publicación, se creó una comisión nacional para determinar el futuro de la revista y surgió la propuesta de editarla en digital. “Es la forma de que sobreviva y sea operativa, con un nuevo reglamento y un consejo editorial conformado por tres personas”.

En esta nueva etapa de ACV hay una respuesta entusiasta, tanto por parte de los editores como de la comunidad de investigadores, dice el editor, pues la revista refleja el estado en el que se encuentra la investigación. “Acta científica se mueve por los autores y se promueve entre autores, atañe a la región y los trabajos son resultados de investigaciones locales, publica temas que están en la frontera del conocimiento, los artículos pueden estar en español, inglés o portugués, y es gratuita, mientras que en otras revistas, en promedio, un artículo vale 30 dólares”.

Actualmente, ACV está en el tercer lugar de las opciones que ofrece Google, y para mantenerse entre los primeros lugares del motor de búsqueda, comenta el profesor, hay que alimentarla, actualizarla y optimizarla con información que permita acumular cada vez más usuarios. “Esta es la revista de la comunidad científica venezolana, quienes depositan su confianza en ella. Es gratis, no es una empresa comercial, su costo de mantenimiento anual es de alrededor de 200 dólares, y permanece a la altura de otras como Vitae, y la de la Facultad de Ingeniería de la UCV”.

Para publicar en ACV el autor envía el manuscrito siguiendo las instrucciones para autores, previa firma de la carta que avala la pertinencia y originalidad de la investigación; luego, el consejo editorial lee el artículo con la colaboración de los especialistas, evalúa la trabajo, se envía al árbitro cuya participación es fundamental para garantizar la calidad del mismo, y después el autor debe diagramar su artículo utilizando las plantillas elaboradas para tal fin, las cuales estarán disponibles en el sitio web de la revista.

 

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