Juan Bermúdez: La crisis eléctrica en Venezuela apenas está comenzando

Juan Bermudez
Juan Bermúdez, profesor del Departamento de Conversión y Transporte de Energía de la USB.

El profesor uesebista considera que la sociedad debe conocer la complejidad y vulnerabilidad del sistema eléctrico para entender la magnitud del problema, crear conciencia y ahorrar energía.

Stella Torcat / Departamento de Información y Medios USB.-

El 26 de abril el Ejecutivo Nacional decretó los miércoles y jueves como no laborables para la administración pública, con la finalidad de enfrentar la crisis eléctrica que actualmente atraviesa el país. La decisión se sumó al decreto que estableció semanas antes los viernes como no laborables -por 60 días-, lo cual mantiene a la administración pública trabajando sólo dos días a la semana.

El presidente Nicolás Maduro aseguró que con la aplicación de ésta y otras medidas de ahorro energético, incluyendo el cronograma de racionamiento emitido por el Ministerio de Energía Eléctrica que inició el 25 de abril, se había logrado reducir la caída del Guri “de 20 cm a 10 cm por día”. Sin embargo, para Juan Bermúdez, profesor del Departamento de Conversión y Transporte de Energía de la USB, la crisis eléctrica en Venezuela “apenas está comenzando y está aquí para quedarse por unos años”.

Bermúdez comentó que la crisis energética no es un problema exclusivo de sequía en el río Caroní y deficiencia en el parque térmico de generación, sino también de “raíces culturales que tienen que empezar a modificarse”, por lo que recomienda se le hable claro a las comunidades para que tengan conocimiento de la necesidad de hacer uso racional de la electricidad, aprendan de las lecciones de la crisis y se preparen para el futuro.

Además, el sistema eléctrico tiene una red de transmisión y de distribución que está desplegada por todo el país, con el agravante de que ambas -y particularmente la de distribución- está “absolutamente agotada en lo referente a su vida útil”.

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Es necesario hacer uso racional de la electricidad.

Explicó que el embalse de Guri es el único en Venezuela de alta capacidad de almacenamiento, diseñado para operar por tres años de sequía continuos, con la condición de que no se explote más de 54 mil gigavatio-hora (GWH) por año, porque se corre el riesgo de que llegue a cotas de peligro.

En la actualidad el embalse se está acercando a la cota crítica de 240 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m), cota establecida para el peor trienio seco histórico que se presentó en Venezuela en los años 60.

El profesor Bermúdez señaló que la crisis actual pudiera prolongarse, ya que es inevitable que el embalse de Guri no se recupere para el 2017, dado que la operatividad del sistema hidrotérmico depende de la lluvia, la cual es incierta, sumado a los tres años de intensa sequía en el país, desde 2014. “La operación del embalse no es un juego, por el contrario, es complejo y está afectado por la incertidumbre; por ejemplo, si asumimos que a principio de año el embalse está al 50% de capacidad, pedagógicamente hablando existen dos posibles opciones: turbinar significativamente porque se espera un año húmedo, pero si no llueve, entonces puede llegar a la cota de peligro y se deben paralizar las máquinas por turbulencia y cavitación; o no turbinar porque se espera año seco, pero si  llueve hay que aliviar el embalse”.

Igualmente, propone un plan de expansión integral con una visión de 30 años, que debe cumplirse estrictamente, o de lo contrario es posible que los resultados no sean los esperados.

En tal sentido, señaló la importancia de que el sistema sea manejado por un personal altamente capacitado y bajo estrictos criterios técnicos. “En la actualidad existen personas preparadas y con alto sentido de pertenencia en los niveles medios de gerencia en todas las corporaciones estatales, quienes tienen que ser promovidos y tomados en cuenta en el proceso de tomas de decisiones técnicas”.

Bermúdez también es coordinador de la Unidad de Gestión Redes Eléctricas Inteligentes (Ugrei), adscrita a Funindes USB, que ofrece los diplomados en Fundamentos de operación y mantenimiento de plantas térmicas de generación y Fundamentos de protecciones eléctricas de generación, transmisión y distribución, que han capacitado a más de 130 profesionales de Pdvsa y sus filiales, Corpoelec y Pequiven, en 12 cohortes, experiencia que le permite al profesor asegurar que existe en las empresas talento humano que pudiera resolver los problemas actuales de la nación, con el apoyo de las universidades venezolanas.

Racionamiento en Caracas

foto de vtv
Bermúdez: “Es justo y prudente racionar en Caracas”.

Los habitantes del Distrito Capital fueron excluidos del plan de administración de carga que se aplica en el país desde el 25 de abril, sin embargo, Bermúdez considera que es “impostergable” la necesidad de racionar la electricidad en todos los estados del país –incluyendo Caracas- para evitar un colapso global del sistema. “Es justo y prudente racionar en Caracas aunque es algo extremadamente difícil, porque tienen que hacerse operaciones casi ‘quirúrgicas’ con los circuitos de distribución, y el sistema no está diseñado para eso. No sabemos qué consecuencias puede traer, pero hablándole claro a los ciudadanos se puede alcanzar un acuerdo como se hizo en Colombia”.

Para el profesor es preferible aplicar un racionamiento eléctrico programado de manera “sistémica, global y justa”- sin arbitrariedades- y utilizando como referencia un algoritmo de “mínimo bote de carga” en todo el país, a un racionamiento no programado en algunos sectores de Venezuela.

También enumeró varios “síndromes” que padece la sociedad con respecto al sistema eléctrico y que ha provocado –en alguna medida- el incremento de la crisis, como lo son las sensaciones de que no hay racionamiento sino hay cortes eléctricos en Caracas y la creencia de la existencia de un “sistema infinito de energía”, donde el parque térmico es secundario, consecuencia de la puesta en servicio -en 1986- del Complejo de Guri y del sistema de transmisión de 800 kV. Bermúdez aclaró que para la época no existía en Venezuela la población ni demanda que hay actualmente.

Otro de los síndrome es la repentina creación de Corpoelec como consecuencia de la fusión de cuatro grandes corporaciones diferentes: Cadafe, Edelca, Enelven y Electricidad de Caracas, lo que implicó unir cuatro culturas con visiones distintas en lo referente a expansión, diseño, construcción, operación y mantenimiento del sistema, lo que ha dificultado la prestación eficaz y eficiente del servicio.

Bermúdez destacó que es difícil identificar un responsable individual ante la crisis, porque intervienen varios factores, incluyendo al consumidor. Enfatizó que debe revisarse el proceso de comercialización (medición, facturación, cobranza y atención al cliente), para que la empresa eléctrica sea sustentable económicamente y genere ingresos propios que puedan emplearse en el mantenimiento de los equipos, entre otros aspectos, ya que dichas tarifas en el país están “virtualmente congeladas” desde hace varias décadas. “Si la Corporación Eléctrica mejora sus ingresos, reduciendo de paso sus pérdidas no técnicas, tendrá más recursos no solo para invertir en sus procesos, sino también para cancelar a Pdvsa el combustible que quema”, afirmó.

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