Estudiantes crearon robots lúdicos, obreros y rescatistas

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios.-

Jugando La Vieja
El ejercicio final del curso Introducción a la robótica mostró al público robots juguetones y trabajadores, cada uno con peculiaridades que deleitaron a los asistentes durante la mañana de este lunes en el laboratorio del  Grupo de Inteligencia Artificial.

 

 

 

 

Carolina Chang, profesora de la materia, introdujo a los asistentes al mundo de la robótica utilizando a la pequeña oveja robot que siempre asiente para mostrarles los elementos básicos con los cuales se confecciona un robot: motor, sensores, tarjeta de procesamiento y datos y el cuerpo físico, diseñado a gusto del creador.

La segunda demostración previa a la presentación de los robots estudiantiles fue la de Bioleta Mata, un dispositivo móvil que carga una planta y que a través de sensores identifica la luz para que el vegetal tome el sol por el tiempo que esté programada. Asimismo, como tiene una cámara incorporada, la perspectiva de su observación mientras se desplaza puede ser seguida por un humano a través de unos lentes.

La profesora Chang recordó que el escaso presupuesto universitario impide que los estudiantes diseñen robots más sofisticados. “Pero con los pocos recursos disponibles, han realizado un trabajo muy creativo”.

La flor sociable
Los estudiantes del curso crearon una flor robot sociable, que interactúa al tacto abriendo sus pétalos e iluminándolos de distintos colores, un robot que juega La Vieja contra un ser humano, desplazándose por el tablero de juego para identificar y marcar la jugada que debe hacer para ganar, y un perrito travieso diseñado para ubicar la zona adecuada donde hacer sus necesidades, buscar a un ser humano y aprender a agarrar una pelota.

 

 

 

 

También se mostraron El rey de la conga, un dispositivo que graba y reproduce la percusión (tanto movimientos como sonido) ejecutada a distancia por una persona, y un robot rescatista que identifica las habitaciones de un edificio que estén en llamas para lanzar las cuerdas que ayudarán a salir a los atrapados.

Otro de los robots reproducía el ritmo marcado desde un teclado encendiendo con luces de diversos colores las bolas colocadas en un tablero; para seguir el juego y ganar puntos, otra persona debía tocar las pelotas cada vez que se iluminaran.

El séptimo de los robots creados por los estudiantes del curso, clasificaba las piezas de lego según sus colores. A un robot se le colocaba la pieza de lego y la conducía hasta otro que detectaba el color del bloque y lo disponía en su lugar correspondiente.

Robot en su laberinto
También participaron en la presentación un grupo de alumnos del quinto año de Ciencias que está haciendo su proyecto de ciencias con el Grupo de Inteligencia Artificial, con SaSoKi, un  robot que navega con el algoritmo de seguir paredes para moverse dentro de un laberinto.

 

 

 

 

Asimismo, dos tesistas demostraron su creación con un Xbox que detecta a una persona y reproduce sus movimientos en un modelo 3D en una pantalla.

Además, Ana María Mayz, ingeniero electrónico de la Universidad Simón Bolívar y ex alumna del curso Introducción a la Robótica, mostrará un cuadro interactivo realizado en colaboración con la profesora Carolina Chang. Ana María  obtuvo el Premio Votación del Público del III Salón de Artes Plásticas de la USB  2005, con su obra bidimensional titulada Rayos X.

Página del curso Introducción a la robótica

 

Fotos: Alfredo Terán



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