Asignación de estudiantes por Opsu fue poco transparente y discriminatoria

auditor3-320x200Según informe sobre la asignación de cupos a través del Sistema Nacional de Ingreso

Soraya Villarreal / Departamento de Información y Medios USB.-

Recientemente, el Consejo Directivo de la USB conoció el Informe sobre el proceso de asignación de bachilleres a la USB por el Sistema Nacional de Ingreso, SIN, CNU-Opsu 2015, el cual detalla en sus conclusiones la falta de transparencia y la exclusión de aspirantes con altos promedios de bachillerato de la lista de asignados, además de haber empleado metodologías desconocidas por la USB y por las demás universidades del país, lo que violentó los principios de transparencia que deben regir todo sistema de ingreso.

Desde el año 2008 la USB había otorgado 30% de los cupos en cada carrera a la Opsu; sin embargo para el año 2015, en las listas de asignados a la USB por la Opsu se incluyeron a 2.042 aspirantes, es decir, 100% de los cupos reservados para el Proceso de Ingreso; cifra superior al número de cupos aprobados por el Consejo Directivo para ser otorgados al Sistema Nacional de Ingreso y reportados oportunamente a esa Oficina por la Secretaría de la USB, además de que en septiembre la USB recibió una nueva asignación de 159 bachilleres adicionales (producto de la denominada Acta 501), con promedios iguales y superiores a 18 puntos, que no fueron asignados a ninguna universidad nacional.

Ante esta situación de asignación de un número superior de bachilleres por parte de la Opsu, el Consejo Directivo se declaró en sesión permanente el 22 de mayo; en varias sesiones analizó el impacto que esta decisión traería a la USB, y acordó, el 3 de julio, hacer un llamado en septiembre de 2015 para iniciar el proceso de inscripción de todos los aspirantes asignados a la USB, “a pesar de las graves deficiencias presupuestarias acumuladas durante seis años”. Esta decisión fue tomada antes de que el TSJ dictara la sentencia de cumplir con los lineamientos emitidos por el CNU, haciendo especial énfasis en la igualdad de condiciones y equiparación de oportunidades sin discriminaciones de ningún tipo. A juicio del Secretario, Cristián Puig, la decisión acordada por el Consejo Directivo fue clave en el proceso de ingreso correspondiente a la Cohorte 2015.

Según el informe, el modelo empleado en la asignación de aspirantes por el SNI, establecido en el CNU y cuyo desarrollo fue a espaldas del propio Consejo, excluyó a aspirantes de altos promedios de bachillerato de la lista de asignados, comportamiento éste que no ocurría en las asignaciones que se realizaron con el modelo multivariable acordado por el CNU en el año 2008.

Otro dato que revela el informe es que al finalizar las convocatorias de inscripción y la atención de los aspirantes rezagados se inscribieron 1.203 estudiantes, es decir, 72% de los cupos que estuvieron disponibles; sin embargo, después de iniciadas las actividades el 11 de abril de 2016, se recibieron siete solicitudes de renuncia al cupo, lo cual produjo una disminución en el número de inscritos, para un total de 1.196, lo que corresponde a 71,7% de los cupos disponibles.

Sobre este detalle, Lucy Pires, directora de Admisión y Control de Estudios, explica que en el SNI, históricamente se ha ocupado 95% de los cupos, mientras que en este año, se ocupó 72% de los cupos.

El informe también hace referencia a la sesión ordinaria del CNU del 16 de diciembre de 2014 en el que el entonces Ministro y presidente del CNU, Manuel Fernández, sometió a consideración la materialización de eliminación de las pruebas internas y las variables que conformarían el Sistema Nacional de Ingreso.

La modificación de las variables incluyó pasar de dos a cuatro variables “visibles y expresas”, que quedaron en: índice académico con un peso de cincuenta 50 % en las notas de 1° a 4° año; condiciones socio- económicas, para favorecer a los que menos tienen, con un peso de 30% de índice; territorialización, con un peso de 15%, para  evitar el desarraigo y disminuir el costo en que incurre la familia venezolana por el hecho de estudiar lejos del hogar; y la participación del estudiante en actividades que trascienden a lo individual y que demuestren su participación en actividades con su comunidad, liceo, sociedad y su entorno, con un peso de 5%.

El análisis de la asignación con el nuevo modelo de variables deja ver que si a cada Índice Académico total (sobre 100 puntos) de los aspirantes incluidos en las listas, se le resta el puntaje que corresponde a su promedio de notas de bachillerato (sobre 50 puntos), quedaría como resultado el puntaje correspondiente al otro 50% restante compuesto por las otras tres variables; pero el estudio detallado muestra cómo al restar al Índice Académico el promedio de notas de bachillerato ponderado al 50%, se observa que existen valores superiores que fueron aplicados a los aspirantes asignados, lo que evidencia que existen otros indicadores que son más significativos que el promedio, y que el modelo se ha aplicado de manera poco clara, y que de los 2.042 aspirantes que conforman la lista de asignados de la USB, 267 (13,07%) casos presentan una ponderación superior a 50% en las variables territorialización, condición socioeconómica y actividades comunitarias.

El documento expone que “el ingreso a la educación universitaria debe ser un proceso acordado entre universidades (quienes conocen sus capacidades, restricciones y estándares de calidad) y los organismos del Estado Venezolano responsables de la planificación del sector, por lo que es imperativo que el CNU reactive la Comisión Nacional de Ingreso para que se aboque al trabajo de revisión del modelo de asignación a emplearse en el SIN, al tiempo que recomienda que las instituciones de educación universitaria realicen estudios rigurosos que permitan analizar el rendimiento académico estudiantil de la cohorte de estudiantes que fueron asignados en el año 2015, considerando la disminución del promedio de bachillerato de estos estudiantes en comparación con años anteriores, así como la incidencia de las nuevas variables incorporadas al modelo (territorialización y actividades comunitarias) en el rendimiento y calidad de vida estudiantil”.

El informe ofrece además cuadros y gráficos con las características de los bachilleres asignados y en lista de espera, de la relación entre índice académico, promedio de bachillerato, asignados por año de grado, porcentaje de bachilleres según año de egreso, inscritos según tipo de carrera, entre otros.

 

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