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Con diseño robusto y conservador estudiantes crearon primer vehículo todoterreno

El Equipo Mini Baja SAE USB competirá la próxima semana contra 140 universidades

Lisbeth Bernal
Departamento de Información y Medios USB

 El nuevo prototipo de vehículo todoterreno del equipo Mini Baja SAE USB superó las expectativas del público reunido el pasado jueves en el Conjunto de Auditorios. Los aplausos fueron intensos y prolongados. La ceremonia, organizada por los propios estudiantes, contó con la intervención de la máxima autoridad, el rector Benjamín Scharifker, el profesor asesor, Juan Carlos González y el presidente de la Junta Directiva de la agrupación, el estudiante Ramón Hernández, y para dar mayor testimonio sobre el proceso de manufactura y el desempeño del prototipo en terrenos irregulares, varios videos fueron proyectados.

Este nuevo proyecto que debuta este año representando a la USB en la Válida Mid-West organizada por la Asociación Internacional de Ingenieros Automotrices, conocida por sus siglas en inglés como SAE Internacional, es el producto de más de un año de trabajo de los estudiantes, quienes aspiran a cumplir con éxito las pruebas de la competencia a realizarse en Milwaukee (Wisconsin, EE.UU.) del 24 al 27 de mayo.

Según explicó Ramón Hernández, presidente de la Junta Directiva del equipo, Mini Baja es una de las categorías dentro de las competencias de SAE Internacional cuyo objetivo consiste en que los estudiantes aprendan a diseñar y construir un vehículo rústico que soporte las condiciones de terrenos extremos. En la próxima válida se medirán alrededor de 140 universidades del mundo, a través de pruebas de dinámica, maniobrabilidad, desempeño en barro, diseño y costos, entre otros aspectos. Particularmente, el modelo de la USB se desarrolló bajo una filosofía de diseño robusto y conservador.

Fuente de inspiración
Tres elementos inspiraron al grupo de estudiantes denominado Mini Baja SAE USB, el sentimiento de querer aplicar los conocimientos adquiridos en los salones de clase, el éxito de la agrupación Fórmula SAE USB y la pasión por los vehículos. Sin embargo, afirmó Hernández que gracias al apoyo de los profesores asesores del proyecto, Sergio Díaz y Juan Carlos González, fue posible crear un programa académico que les permitió contar con una materia electiva para acreditar el trabajo de diseño y construcción del vehículo y obtener un espacio físico para realizar dichos trabajos.

Actualmente el equipo está conformado por 40 estudiantes de casi todas las carreras que ofrece la USB, aunque en reuniones de aspirantes han llegado a superar las 60 personas. Mini Baja al igual que F-SAE, se organiza bajo los esquemas de un organigrama empresarial. Su Junta Directiva la integra una presidencia, vicepresidencia, tesorería y gerencia. Cuenta además con 5 divisiones técnicas que funcionan como apoyo tecnológico, la de chasis, frenos, suspensión, transmisión y gerencia.

Para el Rector, lo más significativo de estas actividades que van más allá de las clases, los libros y experimentos, está en cómo se ejerce la imaginación, resuelven los problemas prácticos, interactúan y se “aprende haciendo”.

Oportunidad de negocio
Desde el punto de vista académico, González afirmó que el programa ha podido incluir como estrategia en la enseñanza, al constructivismo. “Esto nos ha permitido ser testigo de cómo estudiantes, motivados por vocación propia logran generar productos de excelente calidad técnica e impulsar la investigación y autoaprendizaje”.

Otro beneficio académico que citó es la generación de diversos temas de tesis en las áreas de diseño, tecnología de materiales, procesos de manufactura, dinámica de máquinas y gerencia, lo que a su vez, permite abrir nuevas líneas de investigación dentro de la institución.
Igualmente mencionó la manera en que este programa ha estimulado el uso de herramientas computacionales de última generación, llegando al punto de convertir a los estudiantes en usuarios avanzados de los softwares de programas de diseño de mayor reconocimiento en el ámbito nacional e internacional.
“En lo personal, no podemos conformarnos con dotar al mercado laboral de empleados integrales y de gran excelencia técnica. Para sacar la nación adelante debemos lograr que los estudiantes tengan la capacidad de saber dar con oportunidades de negocio y creo que Mini Baja es eso, una oportunidad de negocio”.
La idea, explicó, es que dejemos de formar empleados de calidad y comencemos a formar empleadores de calidad. En ese sentido, opinó que dicho programa contribuye significativamente a la formación de emprendedores debido a que le da la oportunidad a los jóvenes de participar en un proyecto con soluciones más allá del papel que promueve además, el probable inicio de una industria automotor venezolana de excelente calidad.

Detalles técnicos
Hernández fue el encargado de explicar algunos detalles técnicos sobre el prototipo, creado bajo una filosofía de diseño robusto y conservador. Varias piezas fueron construidas por los mismos estudiantes y otras adquiridas.
En cuanto a la suspensión, se estableció un sistema independiente resultando de gran ayuda un trabajo de tesis desarrollado por miembros de Mini Baja SAE USB.
El chasis se construyó de acero y para los frenos diseñaron dos sistemas independientes, dado que el vehículo debe ser capaz de bloquear las 4 ruedas.
La pedalera de los frenos fue otro de los elementos construidos por ellos, al igual que la base del motor de la caja. Otro diseño de su autoría es el asiento del piloto, con soporte para piernas y laterales de la espalda, el cual se concluyó luego de realizar varios estudios de ergonomía.

La forma de la carrocería, dijo Hernández, “está pensada de forma tal que proteja al piloto de impactos de objetos en la pista y luzca a los patrocinantes”.
El motor cumple con las exigencias técnicas de la SAE Internacional, al ser Briggs Stratton, desplazarse 200 cc y desarrollar 10 hp de fuerza y entre otras características posee una caja de 2 velocidades, una hacia delante y retroceso.

Una sede para todos
González señaló que en la actualidad, al equipo Mini Baja lo acompañan en la USB otros 4 programas académicos: F-SAE, quien partió el pasado fin de semana a competir por quinta vez consecutiva en Michigan; Asme recientemente premiado por su proyecto Human Powered Vehicle; SAE Aero Design, conocido por sus aviones radio controlados, Turpial 1 y 2 con excelentes resultados internacionales; y USB solar, también equipo debutante que representará a la universidad el año que viene con el primer vehículo solar de alto desempeñado fabricado en Venezuela.

A consecuencia de la demanda de este tipo de proyecto informó el profesor asesor que desde hace dos trimestres se comenzó a desarrollar un proyecto que permitirá reunir en una infraestructura a todos los programas académicos existentes y los nuevos que próximamente irán surgiendo.

“Se trata de un edificio dentro del campus universitario con todos los recursos y espacios requeridos para estas actividades”, para ello explicó, solicitaron el apoyo de los profesores de arquitectura, Tomás Cervilla y Enrique Cilia, quienes le asignaron tal tarea a sus estudiantes de Diseño VI y X. Producto de esta iniciativa se obtuvieron 40 soluciones diferentes que fueron integradas en un solo proyecto por el arquitecto Díaz.

La maqueta presenta una sala de diseño para cada una de las agrupaciones, un taller individual, taller general, taller de latonería y pintura, taller para trabajo con fibra de carbono y vidrio, auditorio para 200 personas y una sala de exhibición para cada uno de los prototipos diseñados por los estudiantes.

Los incondicionales
El Equipo Mini Baja ha contado con el apoyo de la USB, específicamente la Unidad de Laboratorio, en especial la sección de mecánica de fluidos, modelos y prototipos, dinámica de maquinas y máquina y herramientas, según lo expresó González, quien también destacó el apoyo incondicional que prestó la Coordinación de Ingeniería Mecánica, al ceder la Sala Administrativa y de Diseño, posteriormente recuperada por los estudiantes gracias a la donación de Venoco.
En ese sentido, González al igual que los estudiantes, extendieron su agradecimiento a todos los patrocinantes que hicieron posible el desarrollo del proyecto evaluado en 160.000.000 bolívares, distribuidos en infraestructura, compra de herramientas y maquinarias, repuestos y piezas para el carro, material de construcción, dotación de computadoras, gastos de traslado del vehículo y de los miembros del equipo a la competencia internacional.

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