Luis Buttó: “Constitución de 1999 legalizó intromisión de la Fuerza Armada en la política”

Conversaciones político-académicas, Comprendiendo a Venezuela

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

El ciclo de Conversaciones político-académicas, Comprendiendo a Venezuela, que se está desarrollando durante este trimestre en la USB, abordó el martes el tema de los Gobiernos militares, a través de la exposición de Luis Alberto Buttó, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la USB.

Buttó describió las características de un Gobierno militar que no se presenta como tal en su proyecto para alcanzar el poder por la vía de los votos, pero que una vez que logra el objetivo se sustenta en la Fuerza Armada. “Lo que he llamado la colonización militar de la Administración pública es el primer indicador que hay que observar para definir si estamos ante un Gobierno militar. En este contexto, el núcleo central de los equipos de gobierno está conformado por militares, activos o retirados, que ocupan cargos que por preparación y ley, corresponden a civiles. Pasan de ser ejecutores de políticas a diseñadores y planificadores, a dar órdenes”.

Los militares ocupan cargos fundamentales, donde se ejerce efectivamente el control del país. “Se convierten en la cara visible del Gobierno frente a la población, en el interlocutor entre la sociedad y el Gobierno”.

La excusa para este expansionismo militar, explicó Buttó, es que la Fuerza Armada debe participar en el desarrollo del país. “Esta es la gran estafa ideológica, no sólo ocurre en Venezuela, es común en América Latina. La eficiencia de los Gobiernos militares es un mito que hay que desmentir”.

Otro indicador para el análisis es cómo un Gobierno en crisis, rechazado por buena parte del país, logra mantenerse porque cuenta con el soporte de una Fuerza Armada dispuesta a enfrentar a la población, y en Venezuela este respaldo está contenido en la propia Constitución. “La Constitución de 1999 cambió la figura de la Fuerza Armada, no fue más apolítica, no deliberante y obediente, como lo establecía la Carta Magna de 1961. La Constitución de 1999 legalizó la intromisión de la Fuerza Armada en la política”.

Para Buttó, la participación de los militares en la política, ocasiona un desequilibrio porque ellos cuentan con el poder de fuego para imponerse frente a los actores políticos que sólo blanden la solidez de sus ideas. “Ni siquiera necesitan hacer uso de ese poder de fuego, con la amenaza es suficiente”.

El experto contó que el propio Hugo Chávez definió a su Gobierno como militar, “un Gobierno de la Fuerza Armada”; lo dijo en 1999 en una reunión con la oficialidad preparatoria del Plan República para el referendo constitucional. “Esa confesión se filtró al público. Nicolás Maduro también ha hecho una confesión en este sentido, ha hablado recientemente de ‘dirección político-militar de la Revolución’. Queda claro que en la dirección del país participan civiles y también militares”.

Una alianza civil militar, en la que el mayor peso, la tutela o la autoridad real, reside en los militares, no es una democracia. “La sociedad opera como un cuartel, se descarta el consenso y se rechaza el disenso. Un Gobierno militar no reconoce que la soberanía reside en el pueblo y se rige por la práctica militar del principio de autoridad: ‘la superioridad es sabia e inequívoca’, por lo tanto no se puede cuestionar”.

En opinión del académico, la población en desacuerdo con esta forma de conducir al país, “tiene derecho a pedir que el Gobierno se vaya” y la Constitución le otorga las vías para lograrlo. “Tal como lo plantea Michel Foucault, el mayor poder de resistencia de la gente es cuando ejerce su derecho a no dejarse gobernar”.

El ciclo Comprendiendo a Venezuela es organizado por la Asesoría Jurídica de la USB, la División de Ciencias Sociales y Humanidades, el Postgrado de Ciencia Política, la Apusb y la Fceusb. El programa está publicado en https://usbnoticias.usb.ve/post/32497.

Fotos: Javier Zamora