Aplicaciones de la Biofotónica y Fotoquímica aumentan la calidad de vida
Departamento de Información y Medios.-
Durante los últimos cinco días del mes de septiembre, la Universidad Simón Bolívar fue el sitio de encuentro de investigadores nacionales e internacionales especializados en las diferentes aplicaciones de la Biofotónica y Fotoquímica, disciplinas que estudian la interacción de fotones con sistemas biológicos y procesos químicos.
Durante este encuentro denominado I Simposio Escuela en Biofotónica y Fotoquímica se realizaron diversas actividades como una sesión de carteles, foros y conferencias, que permitieron dar a conocer los avances que se han desarrollado sobre esta materia y cuya aplicabilidad se evidencia en el campo de la medicina, ambiente, polímeros y en las técnicas de fluorescencia y láser.
Para lograr este intercambio, iniciativa de la Coordinación del Postgrado en Química de la USB en el marco de la celebración de los 35 años de la Universidad y de la fundación de los estudios de postgrado, se formó un comité organizador integrado por representantes del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y las universidades Central de Venezuela y Simón Bolívar.
Terapia contra el cáncer
Uno de los proyectos expuestos fue el de la “Terapia Fotodinámica en el tratamiento del cáncer de piel”. Definida por Jorge Castro, médico del Hospital Padre Machado, como una gran solución ante el desarrollo de carcinomas basocelulares al considerar con pruebas en mano que constituye un tratamiento eficaz y confiable, poco invasivo y de costos comparables.
El tratamiento consiste en inyectarle Radachlorina endovenosa, sustancia que dos horas después ilumina la lesión, permitiendo identificar la zona donde se aplicará el láser. Para que esta sustancia surta su efecto, explica que se mantiene al paciente en un cuarto oscuro por varias horas antes de inyectársela en el cuerpo. Lo interesante, comenta, está en que se ha comprobado que las lesiones benignas no responden al fotosensibilizador Radachlorina, en cambio el tejido tumoral sí. Además se elimina por las heces y la orina, sin ocasionar trastornos ni efectos indeseables.
Esta terapia sólo se ha trabajado con pacientes que presentaban en su mayoría carcinomas basocelulares por sus características especiales, ya que son de crecimiento muy lento, se infiltran en tejidos adyacentes y por lo general no producen metástasis, sólo en el 0,1 por ciento.
Debido a la tipología de ese carcinoma basocelular, los pacientes son personas con más de 50 años y lo más llamativo está en que según las estadísticas que maneja Castro, es el más frecuente en el ser humano y ataca principalmente al hombre.
El efecto de este tratamiento, dirigido a pacientes con lesiones precoces de este cáncer de piel, es un edema inmediato porque el tejido muere luego de exponerse al láser. Los resultados de acuerdo con el estudio, son totalmente satisfactorios. “A las 8 semanas hay una total cicatrización, comprobación clínica e hispatológica de que no hay tumor, cero complicaciones, por lo que me atrevo a decir que este tratamiento es 100 % efectivo en pacientes con carcinoma basocelular”.El costo de la terapia es similar al de una cirugía ambulatoria para una lesión. En ese sentido, sale comparativamente mejor que otros, porque por regla general, las personas poseen más de una sola lesión.
Fotoquímica de medicamentos
La coordinadora general de este primer simposio, Nieves Canudas, quien es la encargada del Laboratorio de Fotobiología y Fotoquímica de la USB, habló en esta cita sobre “Fotoquímica de medicamentos. Fototoxicidad in vitro: alternativas y alcances”, basando su ponencia en los trabajos de Gustavo Cosa, Miguel Ángel Miranda y Douglas Moore.
Como nota introductoria, Canudas señaló que afortunadamente la radiación que emite el sol es filtrada, ya que se integra por 50 por ciento de luz visible, 45 por ciento de radiación infrarroja y 5 por ciento de radiación ultravioleta compuesta por rayo UVB (290 – 320 nm) y UVA (320 – 400 nm).
“Uno de los efectos más beneficiosos de la radiación solar es su intervención en la fotosíntesis y en los fotoprocesos que ocurren en el ser humano y entre los que se encuentran la fotorreparación del ADN, fenómenos de la visión y las síntesis de vitaminas D2 y D3”, dijo la profesora al tiempo que advirtió que también existen consecuencias negativas que principalmente recaen sobre la piel al constituir el punto de interacción entre la radiación solar y el ser humano.
Esas consecuencias las clasificó en efectos adversos a corto plazo y a largo plazo. Dentro de los primeros mencionó: eritema solar, hiperpigmentación y descamación, mientras que a largo plazo: envejecimiento prematuro, disminución del grosor de la epidermis y formación de melanomas.
“Estos efectos pueden sufrirse bien sea por absorción directa de biomoléculas o por absorción indirecta a través de sustancias que denominamos fotosensibilizadores”.
Sin embargo, no todos los procesos de fotosensibilización son dañinos, existen algunos deseados como los desarrollados en la terapia fotodinámica, fotopesticidas, fototerapia antimicrobial.
En los procesos adversos se han identificado ciertos fotosensibilizadores como el limón, algunos cosméticos y perfumes, insecticidas, colorantes, protectores solares y medicamentos de uso tópico.
“La fotosensibilización por medicamentos se manifiesta con efectos secundarios muy parecidos a la quemadura solar y pueden contribuir al proceso de inicio del cáncer de piel”.
No obstante, la magnitud de la respuesta en cada individuo depende de varios factores como propiedades ópticas de la piel, dosis del medicamento e intensidad de la radiación.
Apoyo institucional
Este primer simposio fue posible gracias al apoyo de los decanatos de Postgrado e Investigación y Desarrollo de la USB, Fonacit, Fundación Polar, Sociedad Anticancerosa de Venezuela, Comité Venezolano de Óptica, Hospital Padre Machado, Sociedad Venezolana de Física, Postgrados Integrados, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y las universidades Central de Venezuela, de Los Andes, del Zulia, de Carabobo y de Oriente.
