“La bioética es la ética de la incertidumbre”

La bioética surge para resolver el vacío ético que aparece en la sociedad ante los grandes avances en materia tecnológica y científica, señaló el pasado miércoles la socióloga Eva Briceño, durante el coloquio “La Bioética en las universidades”, evento auspiciado por el Decanata de Extensión y el Departamento de Física de la USB.

Briceño, quien es coordinadora de la Comisión de Bioética y Bioseguridad en el Fonacit habló sobre el significado de la ética, la moral y la bioética, y la necesidad de crear una instancia institucional dedicada a trabajar sobre este tema.

En su opinión la bioética, desarrollada por Van R. Potter desde 1970, es la ética de la incertidumbre ya que la ética tradicional no funciona en los casos donde la ciencia traspasa su espacio hasta instancias que le competen a la sociedad. “La bioética exige el manejo de una visión más amplia, que promueva la responsabilidad y utilice como herramienta la conversación para deliberar”, afirma.

El campo de la bioética lo conforma, según Briceño, asuntos que implican beneficios y riesgos a la vez, temas relativos donde no aplican las leyes pero requieren que sean debatidos y concluyan en acuerdos.

Aunque observa que existe una diversidad de actores como el Estado, la comunidad científica y la sociedad en general, asegura que las instituciones deben establecer mecanismos que vayan más allá de las iniciativas personales para garantizar la continuidad y la eficacia de la bioética.

En el caso de las universidades indica que funciona la bioética laica, a diferencia de lo que se aplica en la iglesia católica, institución que lidera la bioética confesional. Una de las principales críticas a la tendencia laica, es su apertura extrema ante cualquier tema como por ejemplo el aborto, donde podrían concluir que es beneficioso si llegara a tal acuerdo, explica.

Durante su exposición, Briceño definió tres términos que se vinculan estrechamente: ética, moral y la mencionada bioética. Sobre este último hizo énfasis en mencionar que no se trata de una ciencia o disciplina, sino un conjunto de orientaciones filosóficas y metodológicas, que guía los procesos y decisiones en las investigaciones científicas, sociales y humanísticas, con el propósito de alcanzar el bien. Su puesta en práctica promueve el buen uso del financiamiento a investigaciones y el desarrollo de proyectos que respeten la vida.

Sobre la ética y la moral citó diversos conceptos, sin embargo destacó los que a su juicio son los más acertados.

“Moral es el sistema de valores de una comunidad para orientar el comportamiento en relación a lo bueno y lo malo, y la ética es el cuerpo de valores asumidos desde el compromiso por el individuo”. En ese sentido, para Briceño la moral es heterónoma y la ética autónoma.

Respuesta USB
La mayoría del público que asistió al coloquio trabaja en la creación de una comisión de bioética en la USB. Una de sus principales promotoras, Marisol Aguilera, intervino en el evento para hablar sobre la importancia a nivel internacional y nacional que poseen en la actualidad las evaluaciones de la comisiones de bioética al momento de solicitar financiamiento o publicar una investigación.

Aguilera, quien también es coordinadora del Rectorado, aclaró que la propuesta en la que trabajan desde hace un año no pretende entre sus objetivos sancionar, sino responder a esta necesidad de crear una instancia de reflexión, análisis y asesoría. Adelantó que se plantea una comisión transdisciplinaria adscrita al Decanato de Investigación y Desarrollo.

Otros participantes sugirieron la creación de una comisión dedicada exclusivamente a la ética, para debatir ciertos temas que dejaría por fuera el proyecto de la comisión de bioética.

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