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Gracia Navarro: “La responsabilidad social es una opción de vida”

Lisbeth Bernal
Departamento de Información y Medios USB

La responsabilidad social, desde el punto de vista psicológico, fue el tema abordado por la profesora Gracia Navarro Saldaña de la Universidad de Concepción de Chile, en el V Encuentro de Saberes celebrado del 27 al 29 de octubre en la USB. Entre sus planteamiento afirmó que la responsabilidad social es una opción voluntaria que se ejerce únicamente a través de lo que denominó conductas morales.

Explicó que nadie puede obligar a alguien a ser socialmente responsable dado que se trata de una opción en el ámbito de la moralidad. “La responsabilidad social busca el bien y la felicidad propia y de los demás. Toda la conducta que atenta contra la vida, está en contra de la responsabilidad social, claramente ejercida por conductas morales y para ser moral, la persona tiene que conocer el bien y realizar habitualmente actos virtuosos, también llamados conductas constructivas que son aquellas que contribuyen a satisfacer la propia necesidad de autoprotección y desarrollo, y a la vez, cooperar con la satisfacción de las necesidades de los demás para una plena y sana supervivencia”, dijo la psicóloga.
Esta citada conducta moral puede ser desde prosocial y altruista, solidaria y de cooperación, de participación, hasta de autocontrol o inhibición de actos prohibidos y de respeto a las normas sociales en ausencia de un control externo. Esta última característica, la conferencista la explicó utilizando un caso de su país: “El congreso decidió por el bien común que nadie fumara en las instituciones de educación, con lo cual, los fumadores se ponen a prueba, ellos finalmente pueden elegir acatar la decisión o desobedecerla, en perjuicio de su salud y la de sus compañeros de trabajo o estudio”.

En la disertación del tema, agregó que la conducta moral es posterior a una decisión en la que intervienen los siguientes elementos: la inteligencia general, intrapersonal e interpersonal; el juicio o razonamiento moral; la toma de una perspectiva social; y el afecto o sentimientos.

“Con el juicio puedo discernir y definir qué es lo bueno y qué es lo malo, por ejemplo, me permite saber que cuando fumo estoy yendo hacia la destrucción, mientras que el afecto es aquello que me permite sentir la culpa cuando opto por el mal, así como el orgullo cuando opto por el bien. El exceso de culpa es negativo en quien padece trastornos de depresión, en personas normales la culpa es sana y permite no repetir una conducta”.

Autonomía moral
De acuerdo a los estudios realizados por la invitada chilena, se necesitan tres componentes para ser socialmente responsable. El primero consiste en conocer las necesidades propias y de los demás, el segundo en poseer los recursos para satisfacerlas y el tercero, en optar por la conducta moral en lo cotidiano, tanto en la vida pública como en la privada. Esto quiere decir que “pudiendo comerme todo el pan, podría optar por compartirlo y eso sería una acción diaria y permanente pensada en el beneficio común”, explicó.

Tras aclarar el significado de conducta moral a lo largo del encuentro, Navarro introdujo un nuevo concepto, el de autonomía moral, el cual sólo se logra cuando la persona descubre y se compromete con principios universales, reconoce la necesidad de normas morales y asume su responsabilidad personal.

Sin embargo a este concepto, Navarro le añadió un término creando una definición más completa en el año de 2002, el de autonomía socialmente responsable que es “la capacidad, el deber y el derecho para dirigir la propia vida a partir de una toma de decisiones reflexiva y conciente del contexto, el plan de vida personal y de las consecuencias de las decisiones en sí mismo, en los demás, en la propia vida y en el bienestar de los otros, así como la facultad de hacerse cargo de las consecuencias.”

Producto de todo lo anterior, la profesora concluyó que la responsabilidad social, al igual que cualquier conducta humana, es el resultado de factores biológicos, cognitivos y ambientales.

En ese sentido, aseguró que a las mujeres les es más fácil ser socialmente responsables que a los hombres por la naturaleza de sus hormonas. Mientras ellas tienden a ser más solidarias y gregarias, ellos buscan ser más competitivos.

Por la complejidad del proceso, resaltó el papel de la educación continua, ya que a los 17 años, la mayoría de las personas todavía no ha desarrollado la autonomía socialmente responsable.

Cuándo se manifiesta la responsabilidad social
Dadas las características del proceso, la responsabilidad social sólo se manifiesta en la etapa adulta cuando la persona toma conciencia de sus capacidades y las consecuencias de sus actos. Se refleja en su salud, en la familia, en el trabajo y en todos los aspectos de su vida y desde el nacimiento se puede encaminar la conducta moral, a través del desarrollo de la vinculación afectiva o emocional del niño con sus padres o cuidadores principales.

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