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Sobre inclusión, calidad y autonomía hablaron candidatos al Vicerrectorado Académico

Elsa Pilato
Departamento de Información y Medios USB.-

 Los candidatos que optan al cargo de Vicerrector Académico de la USB para la gestión 2009-2013, expusieron hoy sus ideas y propuestas sobre los temas de inclusión y calidad, crecimiento de la universidad, , gestión de la investigación, docencia y extensión y atención al capital humano.

En el foro, organizado por la Asociación de Profesores de la USB y la Federación de Centros de Estudiantes USB, tomó la palabra en primer lugar, según el orden dictaminado por el sorteo, la profesora Mary Ysabel Gonzatti.Miembro del equipo USB en Positivo, junto con Aura López y Alberto Martínez, Gonzatti afirmó que el eje central de su gestión será el “máximo aprovechamiento de la gestión matricial”. Aspira lograrlo de manera armónica en todos los aspectos de la vida universitaria: formación integral de estudiantes, docencia, creación y difusión del conocimiento y vinculación de la USB con la comunidad.

Los planes de estudio existentes, tanto en pre como en postgrado, deben lograr acreditación tanto nacional como internacional, y hay que reforzar el proceso enseñanza-aprendizaje para lo cual será necesario reforzar la infraestructura, las aulas, los laboratorios e impulsar una plataforma educativa de punta que amplíe la cobertura de la Universidad.

Para Gonzatti, la USB debe diversificar su oferta de carreras, pero este crecimiento no puede hacerse de forma vertical y arbitraria, sino según los planes de desarrollo de los departamentos, divisiones y decanatos y de acuerdo con las necesidades del país.

En investigación, propone fortalecer los programas de apoyo a la investigación básica y aplicada, conformar grupos y redes de trabajo vinculados a las necesidades del país en áreas prioritarias y mayor participación de los estudiantes de postgrado.

Gonzatti expuso que se debe estimular la creación de una generación de relevo e incentivar la carrera académica, así como simplificar los procesos académico-administrativos.

Más allá de su remuneración salarial, los profesores deben ser estimulados con premios y bonificaciones por la labor que desempeñen en las áreas de investigación, docencia y extensión, señaló.

Rafael Escalona, quien forma parte del equipo LA Simón 2009 junto con Enrique Planchart, William Colmenares y Cristián Puig, destacó que el Vicerrectorado Académico, del que dependen decanatos, divisiones, la Unidad de Laboratorios y otras muchas unidades y comisiones, “es la columna vertebral de la Universidad, toda la estructura matricial converge en esta instancia”.

Su gestión estará basada en la gerencia y coordinación académica. “Queremos una Universidad con más descentralización administrativa y más delegación académica”. Para eso será fundamental, dijo, que el equipo rectoral trabaje en conjunto con los otros niveles de mando y decisión universitarios.

Una gerencia más eficaz y una toma de decisiones más acertada se lograrán con un sistema de información integral del personal académico que reúna las bases de datos de Dace, Sinai y Capital Humano.

Para Escalona, la USB en cuatro años debe ser una universidad que cuente por lo menos con dos regímenes de estudios, el presencial y el semipresencial con el uso de nuevas tecnologías, con flexibilidad curricular, basada más en competencias que en contenidos, y con mayor número de estudiantes, crecimiento que debe estar basado en la calidad y en la expansión hacia carreras humanísticas y de ciencias sociales.

En docencia, investigación y extensión, Escalona propone actualizar y flexibilizar los currículos de pre y postgrado, que “las fundaciones estén al servicio de los profesores y no al revés” y, hacia fuera, luchar por el rescate del PPI y porque el gobierno destine un mayor porcentaje del PIB a toda la educación.

Guillermo Yáber, miembro del grupo La Simón 4×4 en compañía de José Ferrer, Carlos Graciano y Pedro Teppa, propone “una gestión académica con evidencia y basada en valores”. Además, quiere que su gestión sea participativa, abierta a recibir propuestas.

Se refirió al crecimiento que en la última década ha habido en el número de estudiantes en el sistema de educación superior (de 900 mil en 1999 a 2,6 millones en 2009) y se preguntó si los enormes recursos destinados al sistema y la alta cobertura eran sinónimos de calidad. “Procurar la inclusión sin calidad es una ilusión que sólo genera más exclusión”.

También afirmó que en los últimos diez años en Venezuela se han creado muchas universidades, pero a ninguna se le ha dado autonomía. “Ni siquiera a la USB, que hubiera esperado fuera la primera”, por lo tanto, en su opinión, el artículo 109 de la Constitución Bolivariana no ha rendido su primer fruto hasta ahora. Prometió que su equipo trabajará por el logro de la autonomía plena, “presente y futuro” de la Universidad.

Para Yáber lo más importante es tener claro “hacia dónde va la academia”. A su juicio, una universidad de excelencia “debe realizar con calidad todas sus actividades, docencia, investigación y extensión”, con correspondencia entre el ser y el deber ser. “Debemos demostrarlo con conductas”.

La gestión de Yáber estará centrada en el talento humano, en su capacitación y mejoramiento de calidad de vida, y promover el trabajo fundamentado en valores como la honestidad, la mística y la equidad. Lo logrará teniendo como base los Principios Rectores, Nuestros Valores y el Plan de Gestión de la USB.

Jorge Stephany, miembro del Equipo de la Inclusión junto con Eduardo Greaves y Jorge González, tendrá como principal objetivo al frente del Vicerrectorado Académico la discusión sobre “la transformación necesaria de la universidad”.

Para Stephany, la Universidad Simón Bolívar debe tener claro que el sistema de educación superior venezolano se transformó en los últimos diez años. “La USB es parte de ese sistema, no está aislada ni es un ente externo a él”. Como parte de ese sistema, debe compartir los recursos con todas las universidades que lo conforman.

Los tres puntos en los que afirmará su gestión son la inclusión, la innovación y el crecimiento, todos pensados desde un punto de vista integral y en función de cómo afectan la participación de la USB en la sociedad.

Stephany indicó que a pesar de los discursos, en la USB no se ha promovido la inclusión. Se debe pasar a un sistema de ingreso más justo, sin desmejorar la calidad, y a programas de docencia e investigación más pertinentes. La inclusión también debe ser en lo interno: transformar las relaciones dentro de la universidad para aprovechar las capacidades de todos, independientemente de su estatus, profesores, estudiantes y trabajadores.

En innovación, Stephany propone innovar en los métodos y lograr que los profesionales que egresen sean más capaces de relacionarse con la sociedad actual, “la USB ha fallado en esto”. El crecimiento significa aumentar la matrícula estudiantil, pero también compartir con otros la idea de la USB y su excelencia.

Reglamento autonómico
Una de las preguntas del público se refirió al tema de la aprobación, y elevación al gobierno nacional para promulgación, por parte del Consejo Superior del Reglamento Autonómico, admitido en referendo consultivo en 2003 por la comunidad universitaria.

Para Mary Ysabel Gonzatti, el Consejo Superior debe cumplir la función “de revisar el Reglamento Autonómico”; asimismo la Universidad debe plantear internamente una revisión del texto, dado que han pasado muchos años y hay nuevas generaciones de estudiantes.

Por su parte, Jorge Stephany dijo que el Consejo Superior debe contribuir a realizar observaciones al Reglamento que estén en concordancia con la nueva Ley de Universidades que será discutida próximamente.

Para Rafael Escalona, el Consejo Superior tiene una deuda con la USB y con su misión específica de darle aprobación al texto, mientras que Guillermo Yáber indicó que espera que prontamente el cuerpo dé el visto bueno, sobre todo con el impulso del profesor uesebista José Vicente Hernández, presidente del Consejo Superior y uno de los redactores del documento.

Inclusión
Para el candidato Jorge Stephany en la USB hay discriminación social, “conocida y denunciada”. Para él, el sistema de admisión debe modificarse para ser más justo.

Guillermo Yáber opinó que la USB sí discrimina, mas no socialmente, sino por potencial de éxito, y da opciones de mejorar a aquellos que no logran el ingreso directo.

Para Rafael Escalona, la USB no es excluyente, “es el gobierno quien excluye porque no ha atacado los problemas en primaria y secundaria”.

Mary Ysabel Gonzatti indicó que la culpa de la exclusión de la educación superior no puede achacarse a la universidad, y que la USB ha hecho esfuerzos, como el CIU, por un sistema de ingreso más equitativo, iniciativa de tanto valor que ha sido considerado para implantarlo a nivel nacional por las autoridades.

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