Gerardo Fernández: “Es falaz la división entre docencia, investigación y extensión”

Autoridades de la USB y de Funindes presidieron el acto aniversario

Acto por el 25 Aniversario de la Fundación de Investigación y Desarrollo, Funindes USB

Elsa Pilato / Departamento de Información y Medios USB.-

El 25 Aniversario de la Fundación de Investigación y Desarrollo, Funindes USB, fue propicio para recordar la visión fundadora de la Universidad, aquella expresada por el Rector, Fundador y Jardinero Ernesto Mayz Vallenilla, en la que se define a la docencia e investigación como actividades de extensión.

El profesor Gerardo Fernández, presidente de Funindes, se refirió en su discurso durante el acto aniversario, a las ideas originarias de la USB y a cómo a la luz de esa visión se debe reflexionar sobre el rol de Funindes y demás fundaciones y de la propia Universidad.  “Nuestro Rector Fundador ya sabía que la búsqueda del conocimiento engendra a la docencia y esta es ya una forma de extensión, al menos la más genérica de las formas de extensión; en el sentido que se difunde en forma de bien, de bien común. Entonces la investigación y la docencia son actividades pertinentes al bien común. Son actividades de extensión por excelencia, por definición. ¿Qué quiere acentuarse entonces, cuando hacemos la distinción entre las tres actividades? ¿Tiene alguna importancia la distinción? ¿Tiene alguna significación para Funindes y sus planes futuros?”

Gerardo Fernández, presidente de Funindes USB

La USB inició la investigación desde la óptica de la extensión y de la pertinencia, tal como lo demuestra la creación de los institutos que se dedicaron al estudio de problemas en temas que eran cruciales para el desarrollo del país. “Las actividades que hoy conocemos como de extensión fueron anteriores a las que hoy llamamos de investigación. No hay contradicción entre ambas, por el contrario, la división entre docencia, investigación y docencia parece falaz. La actividad intelectual, creadora e innovadora genera de forma natural esa triple acción”.

La investigación orientada y pragmática, no cierra el espacio para la investigación libre, pura y desinteresada, recalcó Fernández, porque condenaría a la Universidad al fracaso, pero como decía Mayz, “no todo puede hacerse al mismo tiempo”. “Es urgente que recuperemos el valor del trabajo pertinente con nuestro entorno inmediato, sin negar el valor de las actividades universales y de los que se dedican al saber universal”.

El acto aniversario, celebrado en el Paraninfo de la Casa Rectoral, comenzó con las palabras del rector Enrique Planchart, quien destacó que en momentos de ahogo presupuestario, la contribución de Funindes se hace aún más fundamental para la Universidad.

Como ejemplo de la vinculación entre la Fundación y el sector empresarial, el ingeniero Hans Fendt, gerente Locti de Empresas Polar, participó en el acto con una intervención en la cual hizo un repaso del proyecto Sistema de planificación del mantenimiento y fabricación de repuestos. “Un proyecto estrella”, señaló Fendt, mediante el cual en nueve plantas de Alimentos Polar y seis de Pepsi Cola se han venido formando ingenieros recién graduados, pasantes y trabajadores.

Para finalizar el acto aniversario, representantes de decenas de empresas que están vinculadas a Funindes recibieron un reconocimiento por parte de autoridades de la USB y de  Funindes.

Ignacio Ávalos, ex presidente del Conicit, fue el orador de orden

Política científica

El discurso de orden estuvo a cargo de Ignacio Ávalos, ex presidente de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, Conicit, experto en Política Científica y Tecnológica, quien señaló que está por verse, a la luz de la evolución de la política científica en los últimos cincuenta años, cómo el país encarará los retos que plantea el siglo XXI, asociados “a la transformación de los paradigmas fundamentales que gobernaron la vida social hasta hace poco rato y la alteración de la cartografía que sirvió de orientación para trazar rutas y obtener metas colectivas. Sobra decir que la Política de Ciencia, Tecnología e Innovación es, en este escenario, una pieza infaltable”.

Ávalos indicó que, de modo muy general, la evolución de la Política de Ciencia, Tecnología e Innovación nacional del último medio siglo evolucionó “desde una política pública colonizada por los investigadores, expresada claramente en la creación y durante los primeros años del Conicit, hasta una política pública, la actual, con visos de política social y marcas ideológicas ostensibles. En el intermedio pueden observarse políticas distintas que se armaron en torno a concepciones, actores y propósitos diferentes, tratando, cada una a su modo y a partir de sus condiciones, de crear capacidades científicas y tecnológicas vinculadas a las necesidades y metas de la sociedad venezolana”.

Las empresas recibieron un reconocimiento

La Política de Ciencia, Tecnología e Innovación es una pieza infaltable, pero también, dijo Ávalos, debe ser una política al día, conceptual, institucional y políticamente.  “Dicho de otra manera, no es la que veníamos teniendo ni la que ahora tenemos. Una lectura de las claves que identifican al mundo de hoy en día deja ver, sin ninguna duda, y sin que sea una exageración decirlo, que, en una medida importante, el país va a ser en el próximo futuro lo que sea esa política”.

Fotos: Alfredo Terán

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