60% de estudiantes mirandinos tiene deficiencias en matemática

• Presentaron resultados de prueba internacional de desempeño
• Juan Maragall, director regional de Educación, considera que el diagnóstico debe ser el punto de partida para lograr cambios

Ariana Guevara Gómez / El Nacional

Entre enero de 2010 y junio de 2011, una muestra de estudiantes de Miranda se sometió a las pruebas PISA. Se trata de una medición internacional que evalúa el rendimiento de alumnos mayores de 15 años de edad en tres áreas: lenguaje, matemática y ciencias. Esta es la primera vez que hay representación venezolana en la evaluación mundial, que se realiza desde 2000. Ayer fue la presentación oficial de los resultados.

Se seleccionaron al azar liceos públicos y colegios privados. No participaron escuelas dependientes del Gobierno central. En total, evaluaron a 5.200 jóvenes. Guillermo Montt, representante de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico ­encargada de la evaluación­ dijo que 60% de los alumnos no alcanzó las competencias mínimas en matemática; 42% no cumplió con las destrezas básicas en lectura; y 44% no logró el desempeño esperado en ciencias.

“El desafío es lograr que la mayoría de los alumnos logren las competencias que se consideran básicas”, sostuvo Montt. Señaló que los resultados de Miranda están por debajo del promedio mundial, pero superan los que obtuvieron países como Panamá y Perú.

La medición también ofrece una visión sobre las desigualdades. Montt indicó que en Miranda hay inequidad: los niños de estratos socioeconómicos bajos tienen rendimientos deficientes. De hecho, ese indicador supera el promedio de otros países. “Eso hay que asumirlo, pero no es una condena”, afirmó.

Agregó que tampoco existe diversidad social en las escuelas mirandinas. Quiere decir que no hay interacción de alumnos pertenecientes a distintos estratos socioeconómicos. La mayoría de los estudiantes de escuelas públicas pertenecen a contextos empobrecidos; y en los colegios privados, en cambio, hay mayor cantidad de jóvenes con buenas posiciones económicas.

Eso, expresó, incide en el rendimiento y en la convivencia.

Juan Maragall, director de Educación de la Gobernación de Miranda, considera que estas evaluaciones permiten reflexionar y mejorar. Señaló que en 80% de las escuelas públicas manifestaron que había escasez de profesores, y 100% carecía de materiales didácticos. “PISA nos debe animar a tomar decisiones, a implantar políticas y mantenerlas”, apuntó.

Aseveró que sería muy valioso que todo el país participara en esta medición. “Hay un sector que subestima la importancia de una evaluación.

Pero estas pruebas no son para señalar sino para aprender.

Todos tenemos que revisarnos.

Podemos mejorar”, destacó.

Las metas

Para Montt, Miranda ­así como algunos países de Latinoamérica­ afronta grandes retos. Pero primero se deben reducir las brechas entre los estudiantes y garantizar la equidad. También se debe compensar a los más desfavorecidos. Otro desafío para la región es reducir las tasas de repitencia ­en la evaluación, 15% de los estudiantes dijo haber repetido un curso­. Pese a las dificultades, aseguró, es posible lograr transformaciones.

De hecho, agregó, países como Brasil, Chile y México han mejorado sus resultados PISA mediante políticas públicas efectivas.

El experto señaló que hay características que comparten los países con los mejores resultados en las pruebas PISA ­entre ellos, Finlandia, Canadá, Corea y Japón­. En primer lugar, los docentes tienen buenos salarios y su profesión es valorada en la sociedad.

También destinan a los mejores profesores a aquellos salones que tienen los jóvenes con más bajo rendimiento.

Otro asunto es que estos países, explicó, se dedican al área educativa con una convicción: todos los alumnos, sin importar sus condiciones de vida, pueden rendir y ser exitosos en la escuela. “Mejorar la equidad no significa sacrificar la calidad”, refirió.