USB trabaja en la creación de una vacuna contra la malaria

Dos investigadores de la USB, Lilian Spencer y Laszlo Sajo, se encuentran coordinando un proyecto de investigación (FONACIT-2265) que busca erradicar la malaria, a través del diseño de una vacuna que inactive los parásitos que generan esta enfermedad.

Lisbeth Bernal/ Departamento de Información y Medios USB.-

Fotos: Alfredo Terán

De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que existen entre 300 y 500 millones de casos clínicos en África, Asia y América del Sur, y entre 2 y 3 millones de muertes anuales causadas por la malaria. El problema es de tal magnitud que dicho organismo considera que actualmente la mitad de la población mundial se encuentra en riesgo de contraer esta enfermedad considerada potencialmente mortal.

A esta dramática situación se suma otra: Venezuela, junto con Haití y República Dominicana, es uno de los pocos países con transmisión malárica del continente americano que ha retrocedido en los últimos 6 años en el control de la enfermedad, llegando a reportar durante ese lapso cifras alarmantes a nivel nacional, según informaciones que maneja la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela a partir de datos suministrados por el Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Ante este panorama, los profesores de la USB, Lilian Spencer y Laszlo Sajo, trabajan desde mayo 2011 en una solución que combina la biología con la física nuclear para desarrollar una vacuna que logre inactivar a los parásitos que transmiten la enfermedad, la cual es producida por un protozoarios del género Plasmodium perteneciente al  phylum Apicomplexa.

Para Sajo, profesor del Laboratorio de Física Nuclear y director de la Unidad de Gestión de Tecnología Nuclear, se trata de un modelo experimental que emplea la irradiación de rayos X en parásitos, empleando dos cepas de roedores. “La técnica nuclear induce la ionización en células y suministra energía al átomo para que las moléculas se puedan disociar y posteriormente reasociarse, y de esa forma, alcanzar la modificación en la estructura molecular o DNA”.

La primera parte del proyecto, explica la profesora Spencer del Laboratorio de Inmunología de Enfermedades Infecciosas, consiste en preparar el cultivo celular en el laboratorio, trasladarlo al centro de radiación que en este caso se ubica en el Centro Médico Docente La Trinidad, Centro de Radioterapia (profesor Jesús Dávila)  aliado del proyecto, y analizar las modificaciones registradas.

“Algunas modificaciones destruyen células, otras reparan el daño y entre estos dos extremos existen fenómenos que se pueden aprovechar”, afirmó, anunciando que a través de dichos experimentos ya lograron determinar la radiación mínima eficaz para la inactivación de los parásitos en cultivos cortos. La dosis es de “50 Gray (G) aproximadamente en glóbulos rojos parasitados (GRP) con estadio de merozoito utilizando cultivos  in vitro ”.

En ese sentido, los primeros resultados mostraron “una correlación directa entre el efecto de parásitos irradiados y parasitemia en el grupo de ratones infectados con GRP con Plasmodium berghei, después de la irradiación 50 Gy, indicando que el umbral es de entre 30 a 50 G para inactivar los parásitos”.

Estos avances, informaron los profesores, fueron presentados a la comunidad científica durante el IX Simposio Latinoamericano de Física Nuclear y Aplicada, celebrado en Quito del 18 al 22 julio 2011.

Laszlo Sajo, profesor del Laboratorio de Física Nuclear y director de la Unidad de Gestión de Tecnología Nuclear

Metodología

Este proyecto titulado “Estudio sobre la aplicación de altas dosis de Plasmodium berghei en cultivo celular”, utiliza el sistema de roedor BALB/c por representar un “excelente modelo para la comprensión de la procesos de la invasión de parásitos palúdico en las células diana de mamíferos, tales como la invasión de los eritrocitos por merozoitos”.

De acuerdo a los métodos practicados, se inyectó a cada grupo de ratones en la cavidad abdominal con parásitos irradiados con diferentes dosis de rayos X. La capacidad de invasión de parásitos irradiados se determinó por el porcentaje de parasitemia.

“Después del primer día de la inoculación, la parasitemia se evaluó diariamente, se monitorio la parasitemia tiñedo con el reactivo de Giemsa y se observaron con el microscopio. La inmunofluorescencia se utilizó para determinar el efecto de la radiación sobre la membrana celular del parásito. Estos experimentos se repitieron al menor 3 veces.

El estudio en desarrollo cuenta con el financiamiento del Fonacit, organismo que les otorgó un presupuesto de 226 mil bolívares. En los próximos meses esperan contar con equipos e insumos, y estudiantes de doctorado, para avanzar en la investigación.

En situación de alarma

La malaria o el paludismo es transmitida por los mosquitos del genero Anopheles y actualmente afecta a más de 100 países, entre los que se encuentra Venezuela con cifras que según informes de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, ubican al país en situación de alarma, pues por tercer año consecutivo, los números de casos registrados muestran un patrón epidémico con una elevada Incidencia Parasitaria Anual de Venezuela de 7,9 por cada 1.000 habitantes.

“Hasta el 22 de junio de 2012 se acumularon 20.714 casos, lo que representa un leve descenso de 1,4% respecto al período homólogo del año anterior”, revela esta red con datos suministrados por el gobierno nacional, sobre los cuales destaca además el Índice Epidémico determinado en “122 lo que indica que existe un aumento de 22% comparativo de lo acumulado en 2012 con lo acumulado en el lapso 2007-2011”.

En el país, el estado Bolívar registra el 91 % de los casos reportados a nivel nacional, siendo el grupo más afectado el de 10 a 39 años, aunque también resalta otra estadística: el 72,5% de los casos se reportaron en varones.

En el mundo, la mayor parte de las defunciones ocasionadas por la malaria se producen en el África subsahariana, en donde los niños menores de 5 años suponen el 82 % de ellas.

Esta situación local y mundial, incide según estudios de la OMS, no sólo en la salud de las personas, sino también en la productividad de los países, ya que han determinado que causa “como media una pérdida del 1,3 % del crecimiento anual en las naciones donde se da una transmisión intensa”.

Lilian Spencer, profesora del Laboratorio de Inmunología de Enfermedades Infecciosas

Retrocesos observados

Además de este tipo de investigaciones, existen otras estrategias orientadas a disminuir la presencia de los mosquitos para lograr el control de la malaria. Sin embargo, la creciente prevalencia de mosquitos resistentes a los insecticidas, ha ocasionado serios problemas en ciertas regiones, revela la OMS.

En Venezuela, asegura la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, “los programas nacionales de control de estos vectores muestran graves fallas y carencias que contribuyen de manera significativa a los retrocesos de control observados, por lo que el país no podrá cumplir con las metas del milenio de reducir significativamente el número de casos para el año 2015”.

 

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